En Trama Educativa Radio entrevistamos a Federico Bacalini, magister de educación y docente, sobre la agenda educativa nacional y provincial.
– Hablábamos fuera del aire de las paritarias que se dan unilateralmente, sin la aceptación de parte de los gremios
Y fijate que uno lo dice porque lo cree, porque tiene una convicción de lo que es la paritaria, pero ya la propia definición de lo que es una paritaria deja de estar presente en el vocabulario de la gestión a nivel nacional. Lo que hay es comunicación extraoficial en muchos casos, de cuáles son los porcentajes de incremento salarial o cuáles son las políticas educativas que se van a impulsar. Y digo extraoficiales porque, por ejemplo, los aumentos a nivel universitario que se dieron en julio fueron comunicados directamente a las áreas de recursos humanos de las Universidades Nacionales y los sindicatos no estaban enterados.
Me parece que ahí está una de las primeras reflexiones que debería tenerse desde el Estado Nacional. Un Ministerio (Capital Humano) que abarca lo que antes eran cinco ministerios, necesariamente por lo grande que es, sigue teniendo cargos sin cubrir y proyectos que están sin cubrir. Es decir, producto de generar ese monstruo, esa enormidad, hay muchas cuestiones que terminan desatendidas. Esto es una opinión personal: yo creo que en parte es a propósito, pero que hay otra parte que no llega a alcanzar esa tarea en educación.
– Este “monstruo” de Capital Humano tiene deficiencias y falencias en muchos sectores que quieren que funcione
Y esto vos lo tomas desde el punto de vista de lo que era, por ejemplo, el ex Ministerio de Desarrollo Social, pero también se aplica a las escuelas porque desde Nación venían los financiamientos para lo que son los servicios alimentarios escolares y los refuerzos para garantizar una alimentación acorde. Algo que queda mucho más de relieve en momentos de crisis económica y social como ahora, con una profunda recesión, que hace que se pierda el poder adquisitivo, que se pierdan empleos, que aumente la informalidad. La escuela, nuevamente y como ya habíamos vivido en los ’90 o a principios del año 2000, también empieza o vuelve a suplir mucho más que antes lo que tiene que ver con el servicio alimentario. Lo que me parece que tiene que estar en el debate público es que sin prejuicio del reclamo, de la denuncia, del señalamiento, lo que nos estamos perdiendo, porque el Gobierno nos lleva a eso, es de pensar cuáles son las políticas de mediano y largo plazo.
El sistema educativo en su conjunto debería tener esto, sobre todo para garantizar pisos mínimos de lo que tienen que ser los aprendizajes, de lo que tiene que pasar en las aulas, sin dejar de lado lo que tiene que ser el salario del docente, de infraestuctura y demás. Hoy la inversión en infraestuctura de parte del gobierno nacional no existe. Hoy tenemos un presupuesto prorrogado y el año pasado por presupuesto nacional se repartieron 14 millones de libros de texto, sin embargo, hoy no se está haciendo y desde el Gobierno se denuncia que hay falta de compresión lectora, de compresión de textos.
– Siempre hablamos de los instrumentos del proceso educativo y de los beneficios que trae. Que hoy no esté, por ejemplo, Conectar Igualdad, ¿qué genera en los estudiantes?
Hoy hay una sociedad del conocimiento: el que no accede al conocimiento, se queda afuera. Y el conocimiento está producido mayormente a través de redes, de internet, de conectividad. Entonces, antes hablábamos del analfabetismo y hoy también existe el analfabeto digital, y el que no puede acceder por sus propios medios a la conectividad se queda, lamentablemente, fuera de esos procesos. Para tomar números que no se discutan, en el último informe del Jefe de Gabinete del actual Gobierno, decía que había más de 3100 escuelas en todo el país sin conectividad. Entonces, están reconociendo el déficit, pero no hay ninguna política para tratar de subsanar esas cuestiones. Y por eso yo digo, la realidad no lleva a denunciar ciertas cuestiones, pero nos estamos perdiendo aquellas cuestiones de largo plazo que necesariamente tienen que revertir cuestiones y que independientemente del color político, hay que reconocer que hay un déficit en las escuelas y que los chicos tienen un problema para resolver actividades matemáticas sencillas, que hay menos compresión de texto, es verdad. Ahora, ¿qué hacemos como país para revertir esas cuestones?
– El 28 de mayo se aprobó el Compromiso Federal por la Alfebatización. Es raro que en pleno 2024 estemos hablando de estas cuestiones como necesarias para el sostenimiento de la educación en nuestro país.
Y, sin embargo, me parece que es la única política de mediano y largo plazo, consensuada a nivel nacional, que es un acierto de Nación. Ese Plan Nacional de Alfabetización fue consensuado en el Consejo Federal de Educación, es decir, está consensuado por los 24 ministros y ministras de Educación de las 23 provincias y de la Capital Federal. Entonces, al menos hay un consenso que combina todas las juridisdicciones de lo que hay que hacer.
Este programa tiene un compromiso de inversión y dice que la inversión va a estar garantizada en la Ley de Presupuesto. El 15 de septiembre, como fecha máxima, tiene que ingresar el proyecto de presupuesto para el año 2025 y ahí vamos a ver cuánto tiene de cierta esta idea, esta necesidad, este planteo que hizo el gobierno nacional.
– Dijiste servicio educativo y la última novedad es la declaración de servicio esencial de la educación, ¿qué opinas al respecto?
Es cierto que hay una sanción de la Cámara de Diputados pero todavía no es ley, uno tiene esperanza. Decir que es un servicio esencial ya pone a la educación como una mercancía. De hecho, la propia ley vigente, la Ley 26.206 del año 2006, dice que la educación es un derecho y que el Estado debe garantizar ese derecho. Uno puede pensar que lo esencial es importante y, en realidad, cuando se dice que la educación es un servicio esencial, no se dice nada de la educación; lo único que hace es limitar el derecho a huelga. Y es ridículo porque este proyecto dice que si hay huelga por 48 horas, el 30% de los docentes debe estar en las escuelas. Pensemos en una escuela con 30 chicos por aula, con 10 profesores entre directivos, preceptores y demás, capaz 3 docentes se tendrían que hacer cargo de toda la matrícula, ¿qué aprendizaje significativo se va a generar? Ninguno.
– Y además, suponiendo en un contexto de huelga, cómo se accede al trabajo o cómo se accede al colegio
Lo que hay que poner en este sentido es: cuáles son los recursos que estoy dispuesto a invertir como Estado Nacional para garantizar que las escuelas estén abiertas. Bueno, ¿qué implica? ¿implica más recursos, más docentes, mejores salarios? Sin dudas, pero si nosotros no tenemos claro el horizonte, es difícil que podamos caminar hacia allí. Hay cuestiones que hay que debatir, que hay que denunciar, que hay que reclamar. Pero no podemos perder de vista el horizonte del medio, porque sino siempre nos vamos a quedar en lo mismo, con todos los diagnósticos mayormente acertados pero sin las ideas o sin las propuestas para poder desarrollarlos.
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