Por Emilia Pozzoni

Tras un año de éxito en los teatros de Buenos Aires, tres nominaciones a los Premios “Hugo” y un premio a Mejor Comedia Musical en los Premios “Luisa Vehil”, llegó a nuestra ciudad El funeral de los objetos, un musical que combina el humor y la tragedia para hacer reflexionar y emocionar en partes iguales. Está dirigida por Nicolás Manasseri y Fernanda Provenzano e interpretada por sus directores junto a Martina Alonso, Eugenia Fernández, Ignacio Zabala, Matías Zajic y Rafael Escalante. La obra sigue una estructura narrativa que probablemente ya conocemos de otros éxitos teatrales como Toc toc o Bajo terapia: un grupo de desconocidos que se ven obligados a permanecer juntos, conversan y en la medida en que corre el tiempo, develan sus intereses e historias de vida.

Sus conversaciones, que en un comienzo son completamente triviales, terminan ahondando en sus secretos personales, sus pensamientos y miedos más profundos. El diálogo desenvuelve, paulatinamente, cada una de sus personalidades. Advertimos una representación heterogénea, en donde prevalecen rasgos identitarios rápidamente reconocibles para el público por su carácter arquetípico. Así encontramos a una mujer obsesiva, un hombre que se deja llevar por la ira, otro extremadamente sentimental, y demás personajes. A su vez, cada uno de ellos carga con un objeto, del cual pretende desprenderse. En efecto, están concurriendo a un funeral de objetos, en donde, guiados por un coach podrán transitar sus propios duelos.

La obra combina distintos tipos de lenguajes. Para empezar, se trata de un musical, por lo que los parlamentos de los personajes son acompañados por números de baile y canto, tanto solistas como grupales. Asimismo, sus discursos se ven atravesados por otros ya sean referencias a la cultura popular, la literatura, la lingüística o el psicoanálisis. Además, la obra cuenta con un acompañamiento musical en vivo a cargo de Camila Suero -a quien pudimos disfrutar en Casi normales (2022) o en Mucho bardo y pocas nueces, que también se encuentra en cartelera esta temporada-.

Un guión excelente y grandes actores le permiten a El funeral de los objetos llevar a sus espectadores por un sinuoso camino de emociones. Podemos pasar del humor al llanto más de una vez, dentro de la misma escena. Más allá del componente cómico o dramático, se trata de un texto altamente reflexivo que nos invita a repensar sobre el lugar que los objetos -y todo lo que representa el plano material- ocupa en nuestra vida. A partir de la ironía y la parodia se sostienen fuertes críticas al consumismo y el sistema capitalista. Por último, debemos destacar que las funciones se realizan sábados y domingos de enero a las 21.45 en la Sala Melany -San Luis 1752, entre San Martin y Rivadavia-.

Comentarios