Jennifer Lucchelli Woollands, Lic. en Historia Adscripta Graduada Grupo HISA


La primera parte de esta serie de breves artículos comentó las circunstancias médicas por las cuales transitó Eva Perón.
En si misma, el impacto del cáncer había generado estupor en su circulo más cercano, como de su propio esposo. Sin embargo, este no fue el único caso de fallecimiento por un tumor maligno vinculado con el poder. Otro ejemplo paradigmático de la década de 1950, fue el del Rey Jorge VI del Reino Unido, abuelo del actual monarca. Se supo que fue un fumador empedernido, que vio afectadas sus actividades privadas cuando su hermano, Eduardo VIII abdicó del trono en diciembre de 1936.



Lo cierto es que este soberano a mediados de los años 1940 padeció complicaciones derivadas del acto de fumar. Afectando de manera explicita su pulmón izquierdo, que sería extirpado en una operación denominada neumonectomía total en 1951. Al igual que en el caso de Eva Perón, al paciente y al público se le ocultaron el diagnóstico, creyendo en la posibilidad de una lenta recuperación. Entonces este personaje de la Casa Real de Windsor, retomó parcialmente algunas actividades, pero su estado de salud estaba demasiad
comprometido.

En febrero de 1952, es decir, pocos meses después de la citada operación, el soberano se acostó para dormir como solía hacer, sería la última vez que lo haría. El día 6 de ese falleció, ocasionado diversos cambios en aquel país. Como también de la percepción médica sobre el cáncer de pulmón. El presidente argentino de esa época, Juan Domingo Perón envío sus condolencias “… En nombre del pueblo y del gobierno argentinos y en el propio hago llegar a Vuestra Majestad, en solidaridad con el pueblo de esa gran nación amiga, los más sinceros sentimientos de pesar por el deceso de su Majestad el rey Jorge VI …» 1.




Su muerte que representó no solamente una transformación de la monarquía británica, sino un tema de estudio para los propios médicos, quienes rediscutieron las causas de su deceso. Para José Gallegos Hernández, la historia de esta enfermedad tomó otro matiz, al señalar las situaciones de las celebridades o personajes políticos, que incrementaron las tomas de conciencia de su población, aunque, ello no redujo taxativamente la disminución de las neoplasias.

BIBLIOGRAFÍA:

  • BARTH, Rolf y BUJA, Maximilian. The Illness and death of
    King George VI of England: the pathologists reassessment. ELSEVIER, Vol. 53,
    July – August 2021.
  • GALLEGOS HERNÁNDEZ, José. Aspectos históricos del cáncer de cabeza y cuello. Celebridad y conciencia de enfermedad. Gaceta mexicana de oncología, México, 2021, pp. 94-100.

  • RIVAS, Mauricio y GONZÁLEZ, Fernando. Signo radiológico: Las líneas de Kerley. Revista chilena de Radiología. Vol. 21, Nro. 2, año 2015, pp. 76-78.    


{1} https://tapas.clarin.com/tapa.html#19520207


El presente artículo refleja la opinión personal de su autor y no corresponde necesariamente a la línea editorial de Trama Educativa.

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