Una forma de errancia en tres lenguas

Por Alba Delia Fede
@alba.fede23

Profesora de Prácticas del lenguaje y Literatura,y formadora deformadores (Didáctica General- UNMDP CIIE (ETR)). Actualmente está a cargo de la Direccióndel CIIE Gral.Pueyrredon. Doctoranda en Educación (UNR) Programa Específico de InvestigaciónNarrativa y (auto)biográfica.

El CIPA X se celebró este año entre el 20 y el 23 de mayo en San Salvador de la Bahía de Todos los Santos, primera capital del Brasil colonial, apodada la Roma negra como importante centro de tráfico de esclavos. El Congreso Internacional de Investigación (Auto) Biográfica -CIPA- es un evento internacional de debates en Educación sobre la investigación con narrativas biográficas y autobiográficas abordadas desde distintas dimensiones: como constitutiva de los procesos de subjetivación y socialización, como método de investigación científica y dispositivo de investigación-formación. Cada dos años a partir de 2004, el CIPA (en portugués investigación se dice “pesquisa”) presenta contribuciones científicas resultantes de investigaciones realizadas por investigadores de diferentes tradiciones disciplinarias que participan del movimiento biográfico en América, Europa y Brasil.

El tema elegido “Insubordinaciones de la investigación (auto) biográfica: democracia, narrativas y otras formas de vida” continuó la tradición del Congreso de proponer debates vinculados a cuestiones sociales urgentes en el escenario nacional y global contemporáneo, en particular en lo que respecta a la crisis ambiental, pero también a procesos migratorios que reconfiguran la geopolítica y al impacto social que suponen algunasnarrativas de distintas -y otras- formas de vida.

Mi viaje a Bahía empezó por una necesidad profesional y personal de movimiento, de búsqueda de mí misma como educadora en la errancia. Con “errancia” me refiero -literalmente- a -como dice Kohan (2013)- la posibilidad de ser invitado por alguien (que no habla nuestra misma lengua) a tomar la palabra,y esto para que invitemosa su vez al otro a construir una conversación.Decía Skliar (2017) que se conversa no para saber sino para mantener tensas las dudas esenciales. Una conversación abre una brecha en el tiempo, “lo perfora, lo detiene, crea una pausa necesaria.”

“Darle la palabra al invitado” es también una de las premisas que Walter Kohan (2015) le atribuye a la pedagogía de Simón Rodríguez. Rodríguez es un maestro errante: encuentra su lugar en la “operatoria movediza”(S. Ducschatzky (2012)) de crear las condiciones para que su oficio tenga lugar, de buscar convertirse en lazo, de reinventarse.Estos son algunos registros de esa errancia transformadora de mi condición de docente e investigadora en el marco de la cátedra Didáctica General (UNMDP).

De la ciudad hasta el barrio de Cabula: la sede de la UNEB

A orillas del mar,Salvador forma parte de un paisaje serrano y rocoso que no ha logrado frenar el crecimiento urbano.La edificación colonial convive con modernos edificios de urbanizaciones privadas y le da el encanto de ese contraste a la luz del paso del tiempo. La descubrí el primer domingo antes del congreso.

Salvador es dos ciudades: una ciudad alta, con un hermosísimo patrimonio cultural. (En el Museo de Arte pude conocer algunas esculturas de Rodin así como el proyecto de pintura digital del artista Floro Freire, quien pintó la ciudad marítima a partir de viejas fotografías digitalizadas). Y estambiénla ciudad baja, zona de mercadeo. (contemplar el atardecer frente a la Bahía de Todos los Santos es…. inmenso).El elevadorLacerda resuelve desde hace algunos años el acceso de la población de una ciudad a la otra.

Sabía que los cuatro días que me esperaban en la Universidad Nacional del Estado de Bahía serían intensos, ya que transcurrirían casi todos en portugués.Los latinoamericanos de habla castellana éramos pocos, de manera que,en su mayoría, nuestras conversaciones se mantenían en portuñol.Casi como un privilegio, una conversación en francés. El viaje no hubiera sido tan intenso y maravilloso sin el acompañamiento y la disponibilidad de todos los que de alguna u otra forma se ocuparon de forma personal de mí como parte de un COLECTIVO quese propone la narrativa en primera persona como metodología de negociación con lo cotidiano.En la investigación cualitativa la hospitalidad parece ser una premisa de ciudadanía que se asume y se lleva como marca:el Congreso era vivido como un valor en sí mismo.

El día de la aperturaaparecieron los tambores de la escuela afro-brasilera Olodum, chicos de entre 10 y 17 años, trayendo parte del repertorio que suelen ejecutar para el carnaval. A su turno, el enorme grupo de hombres y mujeres del Coral Cantares de la UNEBdirigido por el maestro David Tourinho, cantó un par de temas de matriz africana.

Especialmente interesantes resultaron los Simposios temáticos. En uno de ellos, Gabriel Murillo señaló el intenso trabajo en Colombia en torno a la idea de formar a los docentes en la memoria. Mostró las distintas performances que propone la Comisión por la verdad(“Auras anónimas” de Beatriz González; “Actos de duelo. Actos de memoria “de Dolores Salcedo, y los duelos “públicos” de Clemencia Echeverri).En ese mismo escenarioel público aplaudió a rabiar a Megg Rayara Gomes de Oliveira, primera travesti negra en obtener el título de Doctora:escucharla supuso una amarga revelación, la de la universidad brasileracomo un espacio racializado de conocimiento.

Mi portugués mal hablado no se privó siquiera de conversaciones sobre educación durante el viaje en taxi. Allí, en la charla con el hombre cotidiano, yo comprobaba el sentido de la tarea de educar para todos, pero sobre todo para los que no tienen (ni tendrán) voz.

En la escuela del kilombo

Al día siguiente del cierre formal del Congreso nos aguardaba una última experiencia de formación: visitamos la Escola Candomblé de TerreiroIlêAxéOpô,fundada por Eugenia Anna Santos,en el barrio SaôGonzálo. Una guía, tataranieta de esclavos moradores del primitivo kilombo, nos contó que la escuela fue fundada en 1998 y en ella viven cerca de 50 familias descendientes de aquellos esclavos. Sus niños se educan en ronda según valores africanos ancestrales, de una manera integral. En esa escuela la evaluación tradicional y formal no existe: cada docente elige cómo dancuenta del conocimiento los niños, y acuerdan este parecer entre el cuerpo docente.

Allí almorzamos juntos algunos platos típicos africanos que la cocinera de la escuela preparó para todos nosotros (unas 50 personas) y aprovechamos para presentarnos uno por uno y dar cuenta de los distintos grupos de investigación (auto) biográfica de los que formábamos parte y entre cuyos integrantes de Brasil y Argentina había habido intercambio epistolar.

Un par de años atrás, y como parte del grupo Travesías del Sur, me había escrito tres cartas con un joven docente de la ciudad de Sorocaba (San Pablo). Tuve ocasión de conocerlo en este CIPA, de conversar, de asistir el uno a la comunicación del otro, de comparar realidades educativas, de preguntarnos juntos el sentido de toda formación como ciudadanía, de intercambiar un afecto nacido entre formadores que investigan su práctica mediante la escritura autobiográfica.Mecida al vaivén de un colectivo que reivindica la potencia de compartir (escuchar, preguntar, comentar, interpretar) experiencias pedagógicas, pensaba en mis grupos de trabajo en Argentina, en la importancia de aprender y aprender juntos.

Alcances para pensar la investigación en educación

Formoparte de un colectivo que se proponemejorar la vida en las aulascomo factor de transformación social. En el marco de Didáctica General (UNMDP) y con centralidad en la enseñanzaacompañamos en su formación a futuros profesores en Humanidades, pero esa actividad docente se articula al mismo tiempo con nuestra investigación en torno a realidades escolares situadas.También es necesario señalar un foco puesto desde la cátedraen la innovación en tanto prácticas alternativas de proveer y garantizar la transmisión cultural.

Un aporte metodológico que la investigación (auto) biográficatrae a mi campo es que pensar la propia práctica a partir del relato de historias de sí coloca al sujetoinvestigado en el lugar de un colaborador que transita, al mismo tiempo, su propia formación, que se ve impactada a la vez por su relato. Escritura y formación son procesos íntimamente relacionados. Describir y analizar la experiencia personal es, además, una manera de entender la experiencia cultural. Creo, con todo, que lo más importantees que la investigación (auto) biográfica nos mantiene alertasa-tal como lo señalanSuárez y Argnani (2011)- la emergencia de nuevos sujetos, experiencias y discursos pedagógicos que “disputan sentidos y legitimidad respecto de cómo nombrar, hacer y pensar la educación y la formación”.

Referencias
KOHAN, W. (2013) El maestro inventor. Simón Rodríguez. Buenos Aires: Miño & Dávila
DUSCHATZKY, S. (2012) Maestros errantes . Experimentaciones sociales en la intemperie. Buenos Aires : Paidós.
SKLIAR, C. (2017) Pedagogías de las diferencias. Noveduc/Perfiles
SUÁREZ, D.. y ARGNANI, A. (2011). “Nuevas formas de organización colectiva y producción de saber pedagógico: La Red de Formación Docente y Narrativas Pedagógicas” Revista da FAEEBA Educação e Contemporaneidade, vol. 20, núm. 36, julio-diciembre, pp. 43-56.


El presente artículo refleja la opinión personal de su autora y no corresponde necesariamente a la línea editorial de Trama Educativa.

Comentarios