En Trama Educativa Radio dialogamos con Miriam Germán, Licenciada en Psicopedagogía e integrante de la Unión de Psicopedagogos de General Pueyrredon y zonas aledañas (Upsigep), sobre dislexia y discalculia.

– Tanto la discalculia como la dislexia tienen muchas cosas en común, dos dificultades en el aprendizaje muy similares, ¿cómo podemos definir la discalculia?

Es una dificultad a lo que nosotros tratamos de enmarcar como condición, así como la dislexia. Implica que no es cuestión de superarla con ejercicios, si no, que tiene que tener un encuadre especial para poder lograr determinadas cosas.

En el caso de la dislexia, tiene que ver con lo léxico, con la capacidad de lectura y escritura. En el caso de la diacalculia está asociado a lo que tiene que ver con los cálculos. Cuando hay una diacalculia la situación tiene que ver con la condición de comprender o utilizar correctamente lo que son las operaciones, la interpretación de las magnitudes, el ordenamiento de los números, pero cuando es un rebote de la dislexia tiene que ver solo con la emisión o la pronunciación. A veces los dislexicos producen un efecto de omisión y no lo ven, piensan que han escrito toda la palabra completa, pero hay omisiones de grafismos que corresponden a un fonema que no se registró.

En el caso de la discalculia, muchas veces, pasa lo mismo se quiere hacer una suma y no hay un registro de lo que se está realizando con el conocimiento de los conceptos, pero no porque no lo haya estudiado, si no, porque cuesta la adquisición de ese concepto o proceso. Todo lo que hacemos son procesos, escribir una palabra tiene un proceso, escribir un número tiene un proceso, operar (sumar o restar) tiene un proceso.

– ¿Todo esto a nivel neurológico?

Todo es neurológico. Movés las manos o queres agarrar un objeto y tenes movimientos automatizados, esos movimientos el cuerpo ya los aprendió, el cerebro los tiene grabados, automáticamente abre los dedos, cierra los dedos o agarra un lápiz, de la misma manera tendríamos que realizar la secuencia de MA a MA para poder escribir mamá, pero se aprendió con un proceso. ¿Dónde se graba todo eso? Neurológicamente. Hay cosas que se convierten en parte automática nuestra, y hay cosas que las tenemos que llevar al razonamiento si las queremos arreglar, corregir.

– ¿Cómo puede hacer un familiar o un docente para detectar en un niño un caso de discalculia o dislexia?

Lo mejor es cuando una maestra de preescolar ve determinados síntomas y ya pide una consulta. A veces lo notan cuando la dislexia viene más fonológica, es decir, podes tener una dislexia que tenga que ver con la parte gráfica, lo visual, y otra que tiene que ver más con la conciencia fonológica.

Lo típico de un jardín, de un preescolar, es que se lee un cuento y se pregunta, entonces hay chicos que no pueden contestar porque por ahí no tienen la escucha y la retención de un contenido, o hay que chicos que empiezan ser síntoma porque se van o no quieren escuchar, eran excelentes niñitos de jardín y de pronto empiezan a ser síntomas comportamentales. O en las mismas pronunciaciones hay omisiones porque, muchas veces, no escuchamos como nuestros niños nombran determinadas cosas.

Algo que me acuerdo de mis niños es que teníamos un amiguito que un día vino y nos dijo “¿tucoondras funciona? El de mi mamá no”. Él interpretó que la palabra era croondas y si no le prestamos atención a ese tipo de cosas, así es como quedan grabadas. No es un síntoma en sí mismo, pero es prestarle atención a ver si es por equivocamiento o porque la escucha no tiene la discriminación necesaria para poder registrar todos los fonemas que van a ser parte de los dibujos.

Muchas veces los chicos no tienen la capacidad de hacer la unión termino a término para poder contar 1, 2, 3, y esos conceptos de poder tocar con un dedo cada uno de los objetos para nominarlos de determinada manera es la base para poder tener el concepto de número, la conservación de ese número y la modificación de ese número que en realidad son cantidades.

«La denominación es algo que nosotros ponemos, yo tengo 3 palitos y son 3 porque yo los llamo 3, pero esa comprensión y secuencia de que cada nombre tiene una correspondencia y que no importa la seriación si no la cantidad terminal, son los primeros síntomas»

Miriam Germán, integrante de Upsigep

– A veces se piensa que el chico lo dice porque es su forma de señalarlo y no se corrige

O no se presta atención, por eso hay chicos que están omitiendo partes de palabras y uniendo 2 palabras en una sola. Por ejemplo, un nene, logré percibir que decía “lojo” entonces él no entendía que yo le decía que la O estaba en ojo, pero no lo iba a enganchar nunca porque decía lojo, y durante muchos años nadie lo escuchó y nadie corrigió eso. Entonces, parte de la alteración del lenguaje que él tenía también tenía que ver con las pronunciaciones y la escucha con falta de discriminación auditiva.

– Discalculia y dislexia tienen cierta familiaridad, ¿qué tratamientos se suelen hacer para cada una de estas dificultades de aprendizaje?

Tiene que ver con el nivel de gravedad, pero a veces tarda en llegar la intervención psicopedagoga porque se comete el error de esperar porque se está alfabetizando. Si falta conciencia fonológica, se agrava esa situación cuando está transcurriendo ese primer año de vida escolar.

Lo importante es poder intervenir y evaluar, aunque no vamos a decir todavía que es una dislexia porque se espera por reglamentación de los parámetros médicos y entre esas reglas está que tienen que trascurrir los 2 o 3 primeros años de escolaridad.

Sin embargo, si tenes un paciente que está transcurriendo un primer grado, que tiene dificultades, que es de una familia donde hay estimulación, que concurrió a jardín, que vive en una ciudad donde hay carteles y letras, pero no está pudiendo dibujar esas letras y asociarlas a sonidos, está frente a una gran posibilidad de este trastorno y entonces es muy importante la intervención psicopedagógica.

– En el caso de las y los docentes, ¿deben adaptar el material en el caso de tener una persona que tenga alguna de estas dificultades?

En general una de las adaptaciones que sirve para cualquiera de las personas que tiene esta condición tiene que ver con la letra mayúscula, porque la letra mayúscula impide, a veces, las confusiones por posicionamiento espacial. Uno presta tanta atención en la traducción del símbolo que el contenido semántico se va.

Yo he recibido pacientes de quinto o sexto grado, excelentes alumnos, que se lo han pasado horas estudiando otra cosa distinta a lo que el docente quería que estudien, porque cuando llegan a la pregunta no tienen ese contenido. Al leer solo compensaban e iban deformando las palabras para que tengan sentido, entonces los conceptos no se recibían, no se traducía el contenido. Esto suele pasar y entonces muchas veces, chicos que tienen una dislexia leve les afecta más en la comprensión y cuando tienen textos más largos porque suele sustituir o invertir monosílabos.

«Así como nosotros tenemos adaptación porque tenemos anteojos, un disléxico con adaptaciones se convierte en un excelente alumno»

Miriam Germán, Lic. en Psicopedagogía

– Eso en cuanto a la dislexia, ¿y en cuanto a la discalculia cómo oficia ahí la enseñanza?¿Cómo se adapta el contenido?

A veces, se tienen que hacer operaciones auxiliares que tienen que estar fuera de esa visualización u hoja para poder comprender lo que se está haciendo y donde se vuelca. Otras veces, hay que utilizar colores diferentes porque los procesos están afectados, o tener otro tipo de auxilios porque quizás afecta la memoria de trabajo y hay unas memorias como la de las tablas que no está.

En general los disléxicos no se saben de memoria las tablas, pero hay recursos para auxiliar esa memoria que no solo es tenerlas escritos, si no, utilizar distintos procedimientos con los propios dedos o movimientos que ayudan a recuperar ese contenido.

– ¿Y el uso de la calculadora?

Es una adaptación, porque se está trabajando el razonamiento. Hoy día se busca hacer las operaciones por equivalencias, si divido o multiplico por 24, se multiplica por 20 y después por 4. Quienes padecen estas situaciones y el espacio está afectado, principalmente el que tiene diacalculia, lo debe hacer de forma mecánica como se enseñaba antes, porque si no, las otras compensaciones de razonamiento se pierden en el espacio y no logran facilitar. También está la otra persona que escribiendo no puede porque tiene muchas alteraciones, pero entiende el concepto y sí suma mentalmente, se dan las dos jugadas.

Para escuchar la entrevista completa:

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