Conversamos con la Licenciada en Psicología Silvia Rovira sobre las conductas y comportamientos en épocas de cuarentena

— ¿Cómo repercute el aislamiento social en los grupos y la forma en la que uno sociabiliza?

Lo que podemos plantearnos cuestiones hipotéticas para seguir pensando juntos y en principio diría que no podemos pensar esta situación de modo homogéneo, que sucede de una sola manera, es interesante pensar cómo en esta cuestión del encierro no todas las familias lo están pasando de la mis manera y tampoco parten de una base similar. Entonces uno puede plantearlo desde la comodidad de su casa con algunas incomodidades. En Mar de Plata tenemos familias que están en otra situaciones más carenciadas, pero por suerte también tenemos una red de organizaciones conformadas, entre ellas la Universidad y los Gremios, que también están participando y que también se han conformado como redes de sostén.

Esto que estoy planteando ya nos hace ver que no todas las situaciones son iguales y que hay una heterogeneidad importante. Acá rescato cómo empieza a conformarse o a ponerse en situación una red que por ahí estaba un poco silenciada, pero que en esta situación se empieza a ver que existe. Cuando hablo de redes de sostén me parece que es importante remarcar esto, porque nosotros como sujetos que somos, somos en función del otro, en función de redes que vamos armando y que en este momento de aislamiento me parece que tenemos que ir justamente reforzando mucho más.

Algo que no podemos dejar de lado es cómo este acontecimiento inesperado nos pone en una situación en la cual tenemos que repensarnos y reconstruirnos para poder seguir avanzado y me refiero a que no tenemos que negar lo que nos pasa.

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— ¿Es correcto buscar la normalidad en nuestras rutinas durante el aislamiento?

El psicopedagogo Italiano Tonucci planteaba que: si el virus cambió todo, entonces la escuela no puede seguir igual. Yo le agregaría ni la escuela ni ningún ámbito en el que nos desarrollamos. Desde ahí partimos de si pensamos o tenemos la ilusión de que tenemos que sostener todo igual sólo que en otro contexto. Ahí va haber una angustia y una frustración constante porque no es todo igual.

— ¿Va llevar trabajo acostumbrarnos de nuevo cuando nos toque salir y cumplir con nuestras actividades cotidianas fuera del aislamiento?

Que es lo que va a pasar después no sabemos, algo se va a reestructurar seguramente, pero no tenemos la certeza de lo que va a ocurrir. Pero me parece que lo importante es detenernos y pensar: qué es lo importante, cuál es la emergencia en este momento, y después pensar en estas otras cosas de que pasa si hay un año o ciertos meses donde hay que retrasar ciertas cosas. Me parece que también permite trabajar mejor esta angustia. Es un tiempo en el cual si no nos paramos a pensar en lo que nos está ocurriendo y cómo reestructuramos la continuidad desde crear otras maneras, otros modos de estar, nos quedamos rígidos en lo que veníamos haciendo y ahora no podemos hacer, me parece que esa va a terminar siendo la mayor traba para seguir de manera más saludable.

— Cómo reflexión podemos afirmar que el vinculo es el que nos tiene que sostener.

Si, y que esto de salir de la angustia no es desmentirla, sino es aceptar esto que me está pasando, es poder parar y pensar juntos esta situación que nos está atravesando a todos. Si queremos funcionar como veníamos hasta ahora nos vamos a rigidizar en algo que ya no puede ser y no vamos a salir de esta angustia. Si a esto le empezamos a poner palabras y empezamos a transitar esta situación de angustia, podemos empezar a aceptarla y compartirla.

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