La Ley ómnibus, lanzada por el presidente Javier Milei, trae consecuencias a la protección del ambiente y a la reducción del cambio climático. La Ley de Bosques, que se modificaría en este proyecto, protege a estas zonas del desmonte y a las comunidades indígenas del desplazamiento.
La Ley 26.331, llamada Ley de Bosques, “protege los bosques y los clasifica por su nivel de conservación, establece límites al desmonte y tiene en cuenta los intereses de las comunidades indígenas”. En este sentido, se plantearon tres categorías según el nivel de conservación de las zonas de desmonte:
- Categoría I (rojo): sectores de muy alto valor de conservación que no deben transformarse. Son los que deben permanecer como bosques para siempre.
- Categoría II (amarillo): sectores de mediano valor de conservación. Se trata de zonas que pueden estar degradadas, pero que con adecuadas actividades de restauración pueden tener un valor alto de conservación y ser usados para: aprovechamiento sostenible, turismo, recolección e investigación científica.
- Categoría III (verde): sectores de bajo valor de conservación que pueden transformarse parcialmente o en su totalidad.
Por su parte el desmonte de un bosque depende de un estudio de impacto ambiental que tiene en cuenta los posibles efectos negativos de la desaparición de los bosques, la cantidad de recursos naturales renovables, la reubicación de comunidades humanas, la protección del valor ambiental del territorio, el valor turístico de la zona y la protección de monumentos o lugares con valor antropológico, arqueológico, histórico o de patrimonio cultural.
Además de proteger la naturaleza, la Ley de Bosques protege a las comunidades indígenas emplazadas en zonas de desmonte. Estas comunidades deben contar con toda la información pertinente y deben tenerse en cuenta sus derechos. Por otro lado, contempla la extensión forestal de los bosques nativos, promoviendo el uso sostenible de los mismos y buscando moderar el cambio climático. Según la resolución 200/2023 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible: “Algunos de los objetivos del programa son promover y desarrollar acciones para reducir la deforestación y la degradación de bosques nativos y fomentar prácticas de manejo y conservación de los bosques nativos que incluyan la generación de empleo, la diversificación productiva y la provisión de servicios ecosistémicos”.
¿Qué se modificaría en la reglamentación?
Una de las modificaciones que se presentan en el DNU es que las zonas I y II, en las que no se puede realizar desmonte por su nivel de conservación, se van a poder desmontar. Si bien el nuevo proyecto de ley incluye los artículos 19, 20 y 21 de la Ley 25.673, en los que se prevé la participación comunitaria en los procedimientos de evaluación de impacto ambiental de los desmontes, eso no detiene que se destruyan los bosques nativos ante una opinión contraria a la de los funcionarios o inversionistas.
A su vez, debido a la modificación presentada por el gobierno nacional, se desfinanciará la conservación de los bosques nativos. El Presupuesto mínimo de Protección Ambiental de Bosques Nativos está compuesto, aparte de otros puntos, por “las partidas presupuestarias que le sean anualmente asignadas a fin de dar cumplimiento a la presente ley, las que no podrán ser inferiores al 0,3% del presupuesto nacional, y el dos por ciento (2%) del total de las retenciones a las exportaciones de productos primarios y secundarios provenientes de la agricultura, ganadería y sector forestal, correspondientes al año anterior del ejercicio en consideración”. Estos dos puntos pertenecientes a la Ley 26.331 fueron modificados y ya no se tienen en cuenta en la Ley ómnibus.
Beneficios de la conservación de los bosques nativos
Los bosques nativos, protegidos por la Ley de Bosques, albergan el 80% de la biodiversidad terrestre del mundo. Además, absorben los gases de efecto invernadero producidos por la actividad humana, ayudando a la disminución del cambio climático. Por otro lado, según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación: “Los bosques nativos proveen servicios a la sociedad como son la regulación hídrica, la formación y conservación de suelos, la conservación de la biodiversidad, la fijación de carbono, la provisión de alimentos, agua, fuentes de energía, materiales de construcción o medicinas, la preservación y la defensa de la identidad cultural, entre otros”.
En este sentido, con la nueva ley se verían afectadas las características indispensables para el cuidado de los ecosistemas que conllevan la conservación de bosques nativos. A su vez, afectaría a las comunidades indígenas causando el desplazamiento de las personas, la pérdida de sus hogares y su sustento de vida. Es por esto que es indispensable el cuidado de los bosques y las retenciones a las actividades de desmonte para la generación de tierras para la agricultura y la ganadería, actividades empresariales o inmobiliarias.