Por Fernandez Camila

Estudiante de la Lic. de Ciencia Política y el Prof. de Historia

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En el marco del ciclo Verano Planeta 2024, el historiador Felipe Pigna presentó su más reciente obra, “Los Güemes”, el pasado 10 de enero en el emblemático Hotel Costa Galana. Una biografía fascinante y una investigación minuciosa sobre los hermanos, donde Pigna les devuelve la dimensión épica de su aporte, no solo en la historia Argentina, sino también en la de todo un continente.

Sin embargo, es el hincapié, que tanto él, como el entrevistador efectúan sobre la educación, lo que nos lleva a reflexionar su rol y la importancia del docente en la construcción de sujetos críticos. Y cómo se encuentra atravesada por los diferentes contextos.

En un primer momento, el invitado del ciclo comenta que termina el secundario en 1976, lo que lo lleva a problematizar su decisión en cuanto a la elección de una carrera, pero resaltando el rol de una profesora de historia en su proceso de encontrar su vocación, otorgándole un carácter “decisivo”.

Es por esta razón que Pigna llama a la docencia como “una de las profesiones más hermosas del mundo”, es decir, esta influencia que provoca la pasión de los profesores y la transmisión de conocimientos, potenciando el ida y vuelta, donde el maestro también aprende:

“Uno nunca deja de ser docente, es algo que es para siempre. Esa magia del otro lado, cuando ves que un alumno o alumna elabora un concepto propio, que me parece que es lo más hermoso. No solo piensa como vos o repite lo que vos dijiste, sino que ha logrado elaborar un concepto propio. Esa epifanía es extraordinaria. La potencia de la educación”.

De esta manera, destaca la posición que se asume como docente. En otras palabras, cómo se debe elegir escuchar al otro, para no perder la humildad y reconocerse ignorante en ciertos aspectos o ámbitos. Lejos del “saber todo” para enriquecerse con la mirada de quienes están estudiando.

Por otro lado, es el entrevistador quien pretende que Pigna como historiador ubique en qué etapa estamos en el proceso y el desarrollo de la educación. A lo que él responde que es un momento complicado, donde la escuela clásica está en crisis. La escuela como simplemente el lugar para ir a aprender, donde hay uno que enseña y otro que aprende, el sistema de exámenes, es lo que está siendo problematizado.

Por lo que el historiador agrega cómo los docentes hacen un enorme esfuerzo por actualizarse y afrontar los desafíos, donde las fuentes de información de conocimientos son muy poderosas por fuera de la escuela. “La escuela compite en términos enormemente desiguales”.

Con esta introducción, Pigna comienza su presentación del libro, que recomiendo escuchar:

Martín Miguel de Güemes “era un apasionado de la cultura y la educación. Como gobernador hizo todo lo que pudo para fomentar la educación pública y gratuita en su provincia”.

Para concluir, en el momento que estamos viviendo actualmente, son reflexiones como éstas, las que enriquecen la educación, el proceso de aprendizaje, la importancia de los docentes y la planificación de sus clases, como así también, los desafíos de la experiencia educativa. Lejos de dar la espalda a nuestra época, resulta imprescindible revalorizar el vínculo pedagógico entre docentes y alumnos, donde éstos se apropien de su historia para imaginar un futuro posible.

Hoy más que nunca, en tiempos de la “Ley Ómnibus”, que implica la profundización de las desigualdades de aprendizaje, educar es una tarea política.

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