Por Paula Laure

¿Vieron? Sí, sí…ese puente.

Puede que no les llame mucho la atención. Algunos pensarán que es un puente más, uno común entre tantos que hay. Quizás puedan inferir que los hay más imponentes, más bellos o más importantes que él. Está bien, es una apreciación pero…yo les propongo otra lectura: una que contribuya a resignificarlo en su espacio territorial y en un sentido más amplio el que alude a su simbolismo o si se quiere a su  representación más abstracta.

Cómo les conté en nuestros encuentros anteriores de escritura/lectura compartidas, mi querido Chapa (Estación Chapadmalal), se encuentra emplazado en una zona de lomadas ubicadas en el centro/sur de nuestro partido, en cercanías a la ruta 88[1]. Cada mañana o cada tarde cuando voy rumbo a mi escuela (EP°60), transito la ruta y tomo el acceso por el camino de las canteras y justo en la intersección entre este camino (o la llamada 515 como figura en el google maps) nos encontramos con esta exquisita arquitectura del lugar, que entre el pavimento, el polvillo de la tierra y el entorno natural, nos remite a parte de la historia local: ahí está silenciado en apariencia, pero vivaz en recuerdos: el puente.

A veces lo veo al pasar y otras tantas atravieso su túnel en dirección a Batán. Por allí pasan a diario muchas personas, en autos, motos, bicicletas…en micro o a pie y, con ellas también, pasan sus vivencias, sus preocupaciones, sus necesidades, sus sueños, sus temores, sus prisas…

Un puente que es emblemático porque nos remonta a los tiempos gloriosos del ferrocarril, ese mismo que dio origen y nombre a este maravilloso pueblo.

Y claramente esta observancia me lleva a hacer un paralelismo con ciertos aspectos de la intervención en lo social[2], con tópicos ineludibles en la práctica del Trabajo Social y con acciones concretas desde el quehacer escolar, intentando generar enlaces, aperturas, conexiones. Eso es, el puente me remite a esas palabras y a otras como: comunicación, nexo, contacto, pasaje.

Hace algún tiempo – casi sin querer – leyendo y haciendo búsquedas por internet me encontré con la página de la asociación de mujeres por la paz mundial y me detuve en un escrito que versaba sobre los puentes y su simbología, creo que es bien oportuno compartirles un breve extracto escrito por Carmen Escobedo Tapia: “El puente es símbolo universal, símbolo de tránsito, de rito de pasaje, de búsqueda, de conexión. Un puente nos lleva desde una orilla a otra, quizás de lo conocido a lo desconocido…pero lo que sí es indiscutible es que universalmente reconocemos que el cruzar puentes supone un tránsito siempre.

Entonces pienso y reflexiono acerca de nuestra tarea cotidiana, en las escuelas, en los territorios. Y me aparece como en un primer plano protagónico la comunidad educativa y la necesidad de definir cómo entenderla y en este complejo ejercicio me apoyo en la idea de concebirla  “como una construcción situada, que no puede definirse de manera unívoca ni escindida de su inscripción en contextos socio-culturales particulares que van configurándose como territorios que entrelazan sujetos, historias, instituciones, relaciones, tramas en las que las familias participan con diferentes estrategias, intereses y apuestas.”[3]

Y allí está el puente.

Luego, a modo de introspección repaso momentos de nuestro trabajo en el equipo, en la escuela y la dimensión social aparece como una constante que acompaña la trayectoria de los estudiantes. Distinguimos fortalezas claro que sí, sin embargo advertimos también debilidades, obstáculos, problemas, conflictos.

Una vez más su imagen. El puente…Ese que permita recuperar saberes de la comunidad, que promueva el trabajo en red para que las propuestas resulten favorecedoras de aprendizajes en lo escolar pero también más allá, en el afuera, en lo comunitario.

Y cuanto más necesitamos construir puentes en este tiempo que nos toca vivir. Puentes que nos ayuden a sostener acciones de cuidado y acompañamiento como componentes de la Continuidad Pedagógica de NNyA[4] en situaciones de riesgo y vulnerabilidad. Puentes que acorten distancias. Puentes como posibilidad. Puentes diversos. Puentes que sostengan, que habiliten, que permitan, que respeten, que escuchen, que abracen, que incluyan, que reconozcan.

Puentes.

Puentes..

Puentes…

Hoy te busqué en la rima que duerme
Con todas las palabras
Si algo callé es porque
Entendí todo menos la distancia
Desordené átomos tuyos para hacerte
Aparecer

Un día más, un día más

Arriba el sol, abajo el reflejo
Ve cómo estalla mi alma
Ya estás aquí
Y el paso que dimos
Es causa y es efecto
Cruza el amor
Yo cruzaré los dedos
Y gracias por venir
Gracias por venir
Adorable puente
Se ha creado entre los dos

Cruza el amor
Yo cruzaré los dedos
Y gracias por venir
Gracias por venir
Gracias por venir
Adorable puente
Cruza el amor
Cruza el amor
Por el puente
Usa el amor
Usa el amor
Como un puente[5]

Lic. María Paula Laure – M.P.7372


[1] 3ra Fiesta de las Canteras en Estación Chapadmalal – Mirador Virtual Mirador Virtual

[2] La intervención como proceso tiene un espíritu radicalmente crítico y emancipador. Lejos de entender a la práctica como un lugar secundario, subalterno a la teoría, es concebido como un lugar central, productor de conocimiento y de historia. Honrando las mejores tradiciones de la reconceptualización del trabajo social, entender a la intervención como un espacio singular es lo que permite el reconocimiento de la subjetividad del otro. Reconocer a la intervención social como un campo y avanzar en descubrir la riqueza y complejidades de estas realidades interventivas nos permite como colectivo de trabajo social, la posibilidad de construir una epistemología de la intervención. Dialnet-CarballedaAlfredoLaIntervencionEnLoSocialComoProce-5154921.pdf

[3] SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN – DIRECCIÓN DE PSICOLOGÍA COMUNITARIA Y PEDAGOGÍA SOCIAL – COMUNICACIÓN 2-2021.pdf

[4] NNyA: Niños , niñas y adolescentes.

[5] (39) Gustavo Cerati – Puente (Official Video) – YouTube

Un comentario en «“Puentes, una construcción necesaria”»

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