En Trama Educativa Radio hablamos con Verónica Berardi, integrante de Intervenciones Psicopedagógicas en Contextos de Encierro (IPCE), sobre la labor dentro de las cárceles.

-¿Por dónde está avanzando IPCE?

En cuanto al contexto de encierro punitivo, nosotras trabajamos desde la salud mental, no sólo desde la parte educativa. Podemos hacer diagnósticos, detectamos dificultades en el aprendizaje, que de eso es lo que se trata nuestra disciplina. Lo que veíamos es que en estos contextos de encierro punitivo, en ningún lugar de la provincia de Buenos Aires, hay psicopedagogos trabajando. Entonces la idea era tener quien realice las configuraciones pedagógicas que pueden necesitar las diferentes personas que están ahí, que más allá de lo que hayan hecho, son sujeto de derecho. También tenemos una mirada de que no estamos a favor de la pena, por la pena en sí misma, si no que pensamos que sea un espacio de restauración. De que una vez que esa persona cumpla su pena vuelva a la sociedad.

Generar esto espacios y esos aprendizajes para que cuando salga pueda reinsertarse de la mejor manera posible y en todas las dimensiones. Es un trabajo que nosotras lo proponemos y estamos convencidas de que es necesario hacerlo cuando está adentro de la cárcel, previo a la salida, para poder trabajar todas estas cuestiones, proyectos de vida y demás. Para tener otra contención y no vea como necesidad, o tenga como única opción, volver a delinquir.

-¿Después que sale hay algo?

No. En muchos casos no. Tanto de mujeres como varones, hacen lo que pueden porque es muy difícil ya conseguir trabajo, imaginate si encima han estado presos, si no han podido conseguir alguna certificación educativa, porque el sistema es perverso en ese sentido. Siempre falta algo. En este caso consideramos que faltamos los psicopedagogos y psicopedagogas para que ese tiempo y ese paso que tienen que transitar cumpliendo una pena, lo puedan hacer y puedan aprovechar para pensar en una vida futura diferente.

-¿Ustedes los ayudan con los vínculos o solamente enfocado en el ámbito educativo y laboral?

Lo que nosotros proponemos primero es ingresar y hacer estos talleres en donde trabajamos estimulación cognitiva y dentro de esas estimulaciones cognitivas trabajamos habilidades sociales y comunicacionales. La propuesta que nosotros tenemos es, previo a hacer este diagnóstico de ver que puede aprender, como puede aprender, trabajar lo que llamamos proyecto de vida para que después cuando salga pueda revincularse o vincularse sanamente. Por eso decimos que es desde adentro.

La mayoría de las personas que están detenidas cumpliendo una pena, han pasado por situaciones de violencia, por necesidades básicas insatisfechas, por desnutrición. Problemas que han marcado su nivel cognitivo en muchos aspectos. Problemas con el consumo. Entonces eso no es un dato menor, es un dato que debemos tener en cuenta, para poder acompañar desde ahí. Actualmente va gente del parque industrial, les enseñan oficios y después hacen como esa red por fuera. El tema que nosotros queremos que esto no sea una cuestión voluntaria de algunos pabellones que puedan, queremos que sea una política de estado.

Psicopedagogía en contextos de encierro punitivo
Verónica Berardi, psicopedagoga, integrante de IPCE

-¿De qué manera el contexto de encierro puede afectar la cuestión cognitiva?

Es terrible estar encerrado. No te das una idea si no estás ahí pero, por ejemplo, esto de estar sin absolutamente nada de nuestros seres queridos, de nuestras cuestiones de apego, de nuestros gustos. Obviamente que daña. Y también hay que hacer una diferencia, si ya tenes condena o si todavía no tenes condena , siempre estas en la incertidumbre. Todo lo que se vive dentro de la cárcel, la violencia dentro de la cárcel. Daña muchísimos.

Hay equipos de trabajo pero no se si dan abasto a trabajar todas las temáticas y todas las cuestiones de todos los que están detenidos

Verrónica Berardi, psicopedagoga

-El 60% de la unidad penal 15 no tiene la condena. Además, las personas que están ahí adentro no tienen condiciones para lograr una situación mejor que la que los llevo a ese momento

Acá las víctimas de estos actos delictivo en realidad nunca son compensadas. Que la persona cumpla una condena punitiva tampoco hace algo para resarcir ese hecho. Por eso hablamos de que sea restauradora, que puedan conectar a esa persona con el acto punitivo y pueda compensar a la familias. Ni siquiera lo ponemos en esa situación de que reflexione por lo que hizo, de que comprenda.

Yo trabajo también en salud pública y me han enviado chicos jóvenes del penal para evaluar, para ver si había comprensión de lo que habían realizado. Hasta en eso está fallando el sistema. La familia nunca va a recuperarse, es terrible el daño que le hace, eso no está en tela de juicio. Pero también tenemos que pensar que esas personas que cumplen una condena en estas condiciones salen peor.

-Pensando en la pandemia, conocemos la ansiedad que genera estar encerrados. Eso no ayuda a la restauración de quienes están en contextos de encierro punitivo

Así es, de hecho ahí nació esta investigación, pensando todo lo que nos pasaba a nosotros, todo lo que pasaba en estas familias con las que trabajamos en extrema vulnerabilidad, donde tuvieron que convivir con el violento, donde no tenían donde comer. Todas las situaciones que sabemos que pasan, que pasaron, ahí fue donde empezamos a pensar “¿Cómo la están pasando? ¿Qué pasa ahí adentro?». Donde estas totalmente encerrado. Empezamos a ver que hay mucho trabajo, que hay muchas personas que tienen vocación de servicio, mucho compromiso social pero está desarticulado. Realmente hace falta algo que modifique, que se piense en una cárcel en la que se está cumpliendo una pena pero que también pueda ser restaurativa, que estas personas puedan pensarse en la sociedad conviviendo con todos nosotros de la mejor manera.

-¿Qué pasa con aquellas personas transgénero? ¿Qué dificultades tienen para el después?

Es muy triste. Conocemos algunas chicas trans que pueden salir adelante pero son las menos. La mayoría salen y terminan nuevamente en la prostitución, no se les abre fácil el camino y menos si estuvieron detenidas. Esta cuestión de trabajar desde antes y poder hacer este acompañamiento, de formar a esa persona y después ir a golpear esas puertas y decir que se están formando en estudios, en servicios, para que tengan otra posibilidad en el afuera. Es un trabajo que es minucioso y que hay que acompañarlo. También hay que acompañar a las familias de los que están detenidos. Ahí también hay que trabajar, hay que reforzar a estos chicos no es el único modelo. Que los pibes de hoy en día no tengan este único modelo y piensen que es lo que se espera.

-¿Qué pasa con los medios de comunicación?

Yo hoy veo que los medios de comunicación manejan tanto discurso de odio que no nos ayuda en la sociedad en lo más mínimo. Todo es bronca,  siempre descalificando. Nunca sentarse a debatir ideas, a juzgar un consenso. Me parece que los medios de comunicación tendrían que hacerse un mea culpa de todo lo que pasa a nivel social. Mismo con las personas que están detenidas. Esta cuestión de como los tratan, de los lenguajes que se usan adentro de la cárcel. Todo eso no ayuda al después.

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