El gobierno de la provincia de Buenos Aires anunció en la conferencia de prensa de este viernes que, ante el aumento de casos de COVID-19, Mar del Plata descenderá a fase 2 a partir del lunes, cuando finalice el confinamiento estricto dictado por el Presidente. Por lo tanto, no volverán las clases presenciales, y se mantendrán muchas de las restricciones implementadas durante estos 9 días.

Con la implementación del nuevo decreto presidencial, sólo hace falta superar uno de los indicadores epidemiológicos establecidos -más de 500 casos cada 100 mil habitantes o la ocupación del 80% de las camas de terapia- para estar en situación de alarma y, por ende, en fase 2. Al respecto, el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, declaró: “Es un sistema de fases dinámico e intermitente. Venimos trabajando con un sistema muy claro y correcto. Cuando aumentan los casos se aplican más restricciones”.



Sobre la situación de General Pueyrredon, Bianco explicó que la razón de casos es de 1,47, lo que indica un aumento del 47% en los últimos 14 días. Además, la incidencia es de 843 casos por 100 mil habitantes, lo que coloca al municipio en fase 2, con la suspensión de las clases presenciales, la prohibición de circular entre las 20 y las 6, entre otras restricciones.

Al respecto, el intendente, Guillermo Montenegro, manifestó a través de un posteo en sus redes sociales que «cambiaron las pautas objetivas para pasar de fase y eso perjudica a muchos marplatenses». Sobre la presencialidad escolar, añadió: «Está demostrado que no es una variación a lo que hace en contagios en nivel inicial y primario. Los chicos tienen que estudiar, los padres tienen que ir a trabajar. Es por toda la comunidad educativa. Desde lo emocional, lo pedagógico y laboral.»

De los 121 distritos de la Provincia, la gran mayoría quedarán en la fase más restrictiva, mientras que 13 comunas permanecerán en fase 3 y sólo una, San Cayetano, estará en fase 4.

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