Por Celeste Sarrautte*
@to.consulting

Cuando hablamos de“(…)Inteligencia Emocionalse refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones” (Goleman, 1998, p.385). (…) Incluye 5 aptitudes básicas y emocionales que son: Conocimiento de uno mismo, Autorregulación, Motivación, Empatía y Habilidades Sociales.

La Inteligencia Emocional es una teoría y un concepto. Estas 5 aptitudes constituyen lo que se denomina los Pilares de la Inteligencia Emocional pudiéndose promover a lo largo del ciclo vital, comenzando por los vínculos primarios y continuando su desarrollo en el ámbito educativo.

Analizando este escenario es importante re plantearnos lo siguiente: ¿Cómo incluir la mirada de la Neurosicoeducación en el aula?, ¿cómo trabajar sobre la Inteligencia Emocional?, ¿es posible generar aulas cerebro-compatibles?, ¿cómo adaptar esta temática a los entornos virtuales?

El primer paso es formar a la comunidad educativa para poder abordar el Proyecto Institucional de Inteligencia Emocional en dónde todos sus integrantes formen parte y hablen el mismo “Lenguaje Emocional”.

Trabajar a nivel curricular la Inteligencia Emocional implica incluir esta como teoría, concepto y todos sus Pilares enlazando el contenido académico con este modelo.

Concebir el entorno educativo desde la Neurociencia permite conocer el funcionamiento cerebral aprovechando el mismo para generar aulas cerebro-compatibles.

Visualizar la virtualidad como una oportunidad de innovación y de cuestionamiento al paradigma tradicional.

Esta modalidad de enseñanza-aprendizaje contiene novedosas herramientas como la gamificación que permite promover el desarrollo de habilidades cognitivas y socioemocionales en los estudiantes en todos los niveles educativos.

Es primordial considerar la interacción entré estas y otras variables encontextos actuales, ya que, requieren soluciones innovadoras a través de nuevos paradigmas.¿Estará siendo posible?

* Licenciada en Terapia Ocupacional. Diplomada en Inteligencia Emocional


El presente artículo refleja la opinión personal de su autora y no corresponde necesariamente a la línea editorial de Trama Educativa.

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