Desde el 5 al 7 de septiembre, la Escuela Nacional de Pesca funcionará como Punto Verde Móvil recibiendo residuos tecnológicos en Avenida de los Trabajadores 650.
Los RAEE son los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. El volumen de estos residuos que se producen a nivel mundial y la mala gestión de su reciclado ponen en peligro el medio ambiente. Entre las sustancias más habituales que contienen estos desechos se encuentran elementos como el cadmio, el plomo, el óxido de plomo, el antimonio, el níquel o el mercurio. Estos elementos tóxicos contaminan ríos, lagos y mares, y emiten gases a la atmosfera que provocan desequilibrios en los ecosistemas. En este sentido la Escuela Nacional de Pesca recepcionará en el hall de entrada desechos como CPU, monitores, celulares, laptops, entre otros, a excepción de toners, pilas, CDs, lámparas y cintas VHS.
Si estos residuos no se tratan adecuadamente, y son emitidos al medio ambiente, contribuyen al calentamiento global y perjudican la salud de los seres humanos. Según la fundación Ecolec (fundación dedicada a la correcta gestión de RAEE), “Un frigorífico mal reciclado emite a la atmosfera gases de efecto invernadero equivalentes a las emisiones de un coche en 15.000 kilómetros o que el fósforo que hay dentro de un televisor es capaz de contaminar hasta 80.000 litros de agua. Además, muchos de estos dispositivos contienen sustancias como mercurio, cadmio o bromo, lo que provoca daños muy graves al medio ambiente y a las personas que los manipulan».
«En 2019, se generaron unos 53,6 millones de toneladas métricas (Mt) de residuos-e (sin contar los paneles fotovoltaicos), o sea 7,3 kg per cápita. Se estima que, en 2030, se habrán generado más de 74Mt de residuos-e. Así pues, el volumen mundial de residuos-e está aumentando a un alarmante ritmo de casi 2 Mt al año».
Observatorio Mundial de Residuos Electrónicos de 2020
Los aparatos reciclados pueden utilizarse para obtener plásticos y aluminios que son dos materiales básicos para el sistema productivo. Por eso es importante desechar correctamente los aparatos electrónicos que ya no funcionan, recepcionándolos en puntos verdes que se encarguen de su posterior tratamiento para que no terminen en la basura.