Por Jennifer Lucchelli Woollands, Lic. en Historia Adscripta Graduada Grupo HISA
En el presente artículo se escribe sobre un tema de especial interés para las diversas disciplinas de las Ciencias Sociales y del mundo de la medicina: el cáncer y las personalidades políticas de la Historia. En esta primera parte, se hablará de un caso reconocido para la República Argentina: el de Eva Duarte de Perón. No se trata aquí de analizar las causas políticas del enfrentamiento peronismo / antiperonismo, ni del fenómeno político que originó el propio movimiento político. Más bien, es sobre el cáncer como enfermedad y tema político focalizado en la primera dama mencionada.
En su caso se entrecruzaron aspectos de salud y privacidad como de tratamiento. Según los doctores Auad y Tapia, la protagonista en cuestión. en una primera operación realizada por el médico Oscar Ivanissevich, había indicios de un posible cáncer en el útero. Sin embargo, y a pesar de la insistencia de este, no quiso pasar por otro chequeo. En 1951, sufriendo de metrorragias y anemia, fue diagnosticada de una lesión ulcerada en el cuello uterino por Humberto Dionisi, y más tarde, por Julio Lascano González. Pero lo relevante de esta situación fue que ante la creciente gravedad de la ilustre paciente el oncólogo Abel Canónico llamó al estadounidense George T. Pack, por orden de Perón. Pack, por otra parte, era uno de los mejores especialistas en la medicina sobre el cáncer que había en ese entonces, trabajaba en Nueva York. De esa forma, “… fue operada en el actual policlínico Pte. Perón, en la ciudad de Avellaneda… Eva Perón nunca supo que fue operada por Pack…” (AUAD/TAPIA: 2006, 82).
Según Jorge Pomi, la estadía de este profesional norteamericano se mantuvo en el más absoluto secreto. Se instaló en la quinta de Olivos con Canónico. Solamente ingreso a operarla a Eva Duarte de Perón, cuando esta estuvo totalmente anestesiada. Este doctor tuvo una mirada critica ante tal acción, porque desde su profesión consideró que se había producido una ruptura en el vínculo médico – paciente. A pesar de los denodados esfuerzos, la dolencia fue severa sobre el cuerpo de la enferma que tras las diversas intervenciones, dejó de existir el 26 de julio de 1952. Paradójicamente, nunca se le comentó que padecía cáncer. En el siguiente artículo se tratara de otro personaje histórico.
Bibliografía:
- AGUAD, Osvaldo y TAPIA, Pablo. Secreto médico. Fundamentos éticos y legales. Jurisprudencia. Sobre un caso paradigmático: Enfermedad y muerte de Eva Perón, Revista Argentina de Anestesiología, Buenos Aires, 2006, pp. 78-84.
- DUBERSARSKY, Claudio y otros. Cáncer. Historias de pacientes. Editorial Autores de Argentina, Buenos Aires, 2019, pp. 47-50.
- PINO, Luis Eduardo. Cáncer, una celebridad mortal. Revista colombiana de Hematología y Oncología, Bogotá, 2012, pp. 8-9.
- POMI, Jorge. Doctor, ¿me opera en casa?, Más cerca, Revista de salud del Casmu, 2016, pp. 28-32.
El presente artículo refleja la opinión personal de su autor y no corresponde necesariamente a la línea editorial de Trama Educativa.