Bajo la consigna “La Memoria No Se Apaga”, los Organismos de Derechos Humanos de Mar del Plata-Batán brindaron detalles sobre la movilización del próximo lunes 24 de marzo en el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia. La concentración iniciará a las 14.30 en Luro y San Luis y al finalizar la marcha habrá un festival artístico.
A 49 años de la dictadura cívico-militar, los Organismos de Derechos Humanos de Mar del Plata-Batán, junto a otras agrupaciones organizadoras, realizaron una conferencia de prensa en la sede de la CGT donde brindaron detalles sobre la movilización del próximo lunes 24 de marzo. La concentración iniciará a las 14.30 en Av. Luro y San Luis y el recorrido será hacia Buenos Aires, de allí hasta Av. Colón y luego hacia Av. Independencia, para finalizar nuevamente en Av. Luro y San Luis.
Luego de la marcha, que este año lleva la consigna “La Memoria No se Apaga”, se llevará a cabo un festival artístico para continuar con las actividades en el Mes de la Memoria donde participarán el centro de estudiantes de la Escuela Municipal de Danzas Norma Fontenla, Marita Moyano, Luis Caro, Seba del Hoyo y Barrios Bajos, quienes harán una fusión de tres generaciones ligadas en la misma lucha.
Además, estarán presentes Locales Rock, El Carromato, Mi Perro Imaginario y Mala Espina, y se escucharán palabras de jóvenes estudiantes de diferentes años que aportarán su visión sobre la actualidad. Se estima que las presentaciones del 24 de marzo iniciarán a las 17.30.
Por otra parte, los organismos compartieron un comunicado donde apuntaron contra el gobierno nacional: “Resaltamos nuestro repudio total al ataque sistemático, cínico y planificado del gobierno extremista libertario a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia impulsadas por los organismos que, a partir de la decisión política del entonces presidente Néstor Kirchner, lograron avanzar en la concreción de juicios por Lesa Humanidad”.
En esa línea, afirmaron: “Esta estrategia perversa no forma parte de un mero aspecto comunicacional, sino que apunta a mancillar la memoria de las y los 30.000 desaparecidos y al origen de su lucha, al utilizar, entre otros recursos, la misma terminología que la dictadura usó para justificar el genocidio y deslegitimar a éstos como militantes surgidos del pueblo, hijos nacidos de familias que convivieron con los salvajes atentados de los grupos anti peronistas durante los primeros años de la década del ‘50, el bombardeo de la Plaza de Mayo y la revolución fusiladora del ‘55”.
Y concluyeron: “Tenemos claro que no atacan la memoria por rencor, sino como recurso político indispensable para lograr un cierto grado de consenso social que les sirva de base para la profundización del ajuste extremo acompañado de una “lógica” y salvaje persecución, cárcel y represión de quienes protagonicen la resistencia a la destrucción de nuestra patria. No debatimos con los asesinos, ni con quienes reivindican a estos criminales como si fueran perseguidos políticos y patriotas. ¡Nunca Más!”.