Trama Educativa entrevistó a Belén Mañas, presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela Superior de Medicina sobre el acompañamiento pedagógico a los y las alumnas de la institución, y las modificaciones de cursada y de evaluaciones para este primer período de clases virtuales.
- ¿Qué acciones están desarrollando academicamente en la facultad durante este Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio?
En Medicina, tenemos cursadas virtuales como seminarios y también, se está tratando de adaptar la parte de laboratorio, lo que implica una complejidad importante porque necesitas si o si la presencialidad en estos casos. Lo que se está haciendo, dentro de lo posible, hay algunos laboratorios donde las materias de 2° y 3° año que lo tienen están teniendo clases por Zoom, para resolver este tema. Son comisiones pequeñas, de 20 y 25 estudiantes. También se comparten preparados a través de las imágenes, para avanzar la cursada. No es lo mismo pero para paliar mientras tanto hasta que se pueda volver, está siendo bastante efectivo respecto de no perder esta instancia de aprendizaje.
- Siendo tu primera experiencia en el Centro de Estudiantes de la Escuela de Medicina, ¿imaginabas una presidencia con estas características?
Creo que no, bajo ningún punto de vista, a ningune. Incluso, nuestra agrupación es joven, llevamos tres años. Es una complejidad muy grande tener que inculcar la política universitaria en el estudiante, que no se la encuentra y no se la choca como en otras carreras; en el complejo de Funes te atraviesa. En la Escuela Superior de Medicina, no ocurre porque no hay una constancia de otras agrupaciones y tenes que hacer el día a día de esta política. Es un escenario que nunca imaginamos.
- ¿Qué etapa están transitando de la vinculación del estudiantado con el Centro de Estudiantes?
Lo primero que hicimos fue un relavamiento de situación, para ver cuántos compañeros teníamos sin acceso a Internet. También está el hecho de no tener el espacio, tenemos madres solteras que están con sus hijes a cuestas y tener el espacio de virtualidad sin que te puedan ayudar con el niñe es un problema. A parte, hicimos hace dos semanas fue un relevamiento de cursada, de cómo estaban funcionando de modo virtual, qué intención tenía el estudiante, cómo la llevaba, si el docente tenía o no respuestas. Vimos los resultados y dicen que la cursada es buena. Luego hablas con el estudiante y te dice que tal vez fue un poco generoso cuando contestó la encuesta. Además es cierto que la contestaron hace un mes, no es lo mismo a lo que siente ahora. Tenemos la particularidad que 1° año ya empezó los parciales. Yo no me puedo imaginar ser ingresante y tener que estar viviendo todo de manera virtual; el único acercamiento fue el Taller de Introducción a la Vida Universitaria y la Aproximación a la Medicana, que duraron 5 semanas de modo virtual pero no tienen nada que ver a la realidad actual. También es un desafío de los docentes de pasar a una cursada completamente virtual.
- ¿Cuál es la relación que pudieron forjar con los docentes y autoridades de la escuela?
Respecto a los docentes, es como siempre: hay algunos más abiertos al diálogo y otros que no, que siempre tenes que presionar un poco más. En lo que respecta a la gestión, nosotres tenemos buena escucha y respuesta de la misma. Obviamente, todo esto hace que las respuestas estén más a cuenta gotas. Antes, te sentabas a charlar y ahora mandas un mensajes, esperas que contesten y respondas. Dentro de todo, pensamos que lo llevamos bien.
- ¿Cómo se manejó institucionalmente la ansiedad y la incertidumbre por esta pandemia, ‘cuarentena’ y dictado de clases virtuales en cuanto a los docentes?
Hasta donde sabemos, tantos les docentes como les estudiantes, siguen asistiendo a sus obligaciones. Siempre llamamos a la reflexión de esta situación, que no somos una unidad académica más, que tenemos esa particularidad, que hasta se complejice el proceso, el estudiante está expectante de que la respuesta esté ahí, hay que tener en cuenta eso.