Estudiante avanzada del Profesorado y Licenciatura en Historia en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Adscripta a docencia en la cátedra de Didáctica General (UNMdP). Integrante del Grupo de Extensión en Innovación Educativa (GEIE – UNMdP). Contacto: rociomcruz91@gmail.com.
“— Mi trabajo es algo terrible. En otros tiempos era razonable; apagaba el farol por la mañana y lo encendía por la tarde. Tenía el resto del día para reposar y el resto de la noche para dormir.
— ¿Y luego cambiaron la consigna?
— Ese es el drama, que la consigna no ha cambiado —dijo el farolero—. El planeta gira cada vez más de prisa de año en año y la consigna sigue siendo la misma.
— ¿Y entonces? —dijo el principito.
— Como el planeta da ahora una vuelta completa cada minuto, yo no tengo un segundo de reposo. Enciendo y apago una vez por minuto.”
Antoine de Sáint-Exupéry, El Principito (p. 24)
El mundo cambia constantemente y cada vez más rápido, como diría el farolero de El Principito. Hace veinte años no nos imaginábamos poder estar en dos espacios al mismo tiempo, de manera sincrónica y activa. Hoy en día tanto docentes como estudiantes pueden estar presentes dentro del aula y, al mismo tiempo, habitar plataformas virtuales como las redes sociales. Estas son espacios que internet nos brinda para habitar desde diferentes roles/campos, y suponen una forma de interacción social que se sustenta en el intercambio dinámico de información entre diferentes personas, grupos o instituciones. Podemos considerar a las redes sociales como un medio que facilita el acceso a diferentes contenidos: ya sea desde la disponibilidad de la bibliografía online, hasta seguir e interactuar con ‘creadores de contenido’ dedicados al área de interés de cada persona.
Si pensamos específicamente en les creadores de contenido, los medios de comunicación son su hábitat recurrente. En ese entorno, elles producen material digital, lo publican y así pasa a formar parte de un sistema construido y retroalimentado por los algoritmos. De esta manera, las redes sociales generan un proceso -basado en inteligencia artificial-, que identifica los intereses y preferencias de les usuaries. El algoritmo utiliza una variedad de datos, como los temas de interés, los perfiles de les usuaries y la frecuencia de sus interacciones para recomendar contenido relevante y personalizado.
En ese marco y recordando las palabras del farolero de El Principito debemos preguntarnos: ¿podemos seguir haciendo como docentes lo mismo aunque el mundo haya cambiado? ¿Mantenemos la consigna de educar, aunque el planeta gira cada vez más rápido? Por eso proponemos pensar la producción de conocimientos, en este caso digitales para plataformas virtuales, como parte central de la praxis docente, y de esa forma invitar a pensarnos como docentes en movimiento.
En efecto, el viejo rol de centralidad que tenían les docentes como protagonistas del aula se ve cada vez más desdibujado. Un claro ejemplo de ello son las clases magistrales que solían ser características de la educación superior, especialmente en la Universidad. En este último espacio, y durante muchos años, les docentes tenían un papel fundamental e irrefutable, y les alumnes estaban ligados a la bibliografía y recursos que se recomendaban desde las cátedras. Ya fueran manuales, apuntes o compilaciones de carpetas de años previos, si los titulares de las materias no lo indicaban, no se utilizaban. De esto habla Scolari (2018), cuando explica que en la alfabetización tradicional les docentes siempre juegan el rol de autoridad del conocimiento, al mismo tiempo que se establecen como les mediadores entre el texto y les alumnes.
Sin embargo, con las nuevas tecnologías, la educación empieza a sentir una serie de impactos cíclicos que conllevan una profunda renovación, donde los métodos, modelos y técnicas de enseñanza hasta este momento empiezan a cuestionarse. Como explica Maggio (2012) estos nuevos espacios digitales aparecen entramando los modos en los que el conocimiento se construye y se difunde. Del mismo modo, en el alfabetismo transmedia al que refiere Scolari, les profesores se evocan como facilitadores del conocimiento, sujetos que vinculan e involucran a les estudiantes dentro de un proceso de aprendizaje participativo.
Dentro del alfabetismo transmedia, les docentes pueden ser considerades creadores de contenido digital al construir y compartir videos, presentaciones, infografías, juegos, cuestionarios y otros recursos educativos en línea destinados a les estudiantes. Simultáneamente, elles pueden ser creadores de contenido al producir y compartir sus propios materiales. Al habilitar el acceso a su trabajo, les alumnes pueden recibir retroalimentación y comentarios de sus profesores u otres estudiantes, favoreciendo la interacción continua en un ámbito virtual utilizado para la educación.
Como en El Principito, podemos decir que la consigna de educar no ha cambiado, pero sí nuestras prácticas de enseñanza, en especial con respecto a las redes. Pero ¿cómo se puede hacer? tal vez una posible respuesta sería la siguiente afirmación: “ […] interviniendo plataformas y aplicaciones, haciendo uso activo y crítico de los objetos culturales contemporáneos, reconociendo tendencias, construyendo puentes con los modos de producción de conocimiento de los y las jóvenes, profanando los usos comerciales de las tecnologías, las expansiones provocan indagaciones, habilitan nuevas búsquedas, dan cuenta de propósitos y perspectivas, ponen en crisis presupuestos y generan una experiencia que se extiende en la posibilidad de seguir aprendiendo de modos novedosos, contra-hegemónicos, que rompen con el canon”.(Kap; 2021, Pp. 1).
En este sentido, y para mencionar un ejemplo de la praxis docente en movimiento, es pertinente considerar la experiencia de la cátedra de Didáctica General de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP). La misma habita diferentes espacios virtuales como Instagram, Twitter, Blogs, desde un rol pedagógico-constructivo que genera contenido y al mismo tiempo interactúa con una comunidad situada, es decir, les alumnes cursantes y les docentes. Kap (2020),[1] vislumbra que la posibilidad de sumergirse y experimentar estos distintos soportes, permite la creación de una provocación e incentiva prácticas rupturistas en espacios tímidamente explorados.
En esta propuesta, les docentes – y el equipo de adscriptas – se sitúan como creadores de contenido y de conocimiento – basado en un criterio de vigilancia epistemológica tal como es entendido por Chevallard (1985) -, vinculado al campo de la Didáctica General. La presencia de la cátedra en los ámbitos virtuales refleja el compromiso por dar cuenta del impacto que recibió la educación luego de la propagación del uso de las redes sociales y las formas rupturistas que resisten al canon establecido. Así, los espacios de enseñanza se extienden, como señala Kap (2022) no sólo a través de plataformas digitales diseñadas específicamente para el uso educativo, sino también en los espacios virtuales habitados por todos.
A modo de cierre, debemos evocar por qué este tema es importante para la agenda de la didáctica. Para ello resulta oportuno retomar un fragmento que vislumbra una posible respuesta: ‘[…] la didáctica transmedia invita a la reflexión sobre lo realizado, sobre las decisiones y sobre las oportunidades de aprendizaje desplegadas en el mundo digital y conectivo de las redes para poder rediseñar una nueva práctica a través de distintas mediaciones, entornos, dispositivos e interfaces.’ (Kap; 2020, Pp 94-95).
Aquí las clases magistrales nombradas al inicio, donde la alfabetización tradicional era la norma, comienzan a transformarse a partir de una reflexión sobre la praxis docente. Este cambio da paso a seguir interrogando los impactos tecnológicos en el ámbito educativo, donde la transmedia tiene un rol protagónico, especialmente en la construcción y difusión de conocimiento.
Bibliografía
- CHEVALLARD, Y. (1985) La transposición didáctica: del saber sabio al saber enseñado. Buenos Aires: Aique
- KAP, M. (2020) “Una didáctica transmedia: derivas sobre mutaciones y nuevas mediaciones en el campo de la didáctica”. En: Revista Argentina de Comunicación. ISSN 2718-6164, 2020 Vol. 8 Núm. 11 (2020): Comunicación y Educación. RAC 2020| Año 8Nº11| ISSN en línea 2718- 6164. Disponible en: https://fadeccos.org/revista/index.php/rac/article/view/34
- KAP, M. (2021). “Expansiones Didácticas y amplificaciones críticas en la enseñanza”. En Trama Educativa. Disponible en: https://tramaeducativa.ar/?p=10685 Fecha 28 de noviembre 2021.
- KAP, M. (2022) Rompiendo la cuarta pared: expansiones didácticas y amplificaciones críticas en la enseñanza DIDAC, (80 JUL-DIC), 5-12 https://doi.org/10.48102/didac.2022..80_JUL-DIC.104
- MAGGIO, M. (2012) Enriquecer la Enseñanza. Buenos Aires: Paidós. Cap. II
- SCOLARI, C. A. (2018) Adolescentes, medios de comunicación y culturas colaborativas. Aprovechando las competencias transmedia de los jóvenes en el aula. Barcelona: Universitat Pompeu Fabra