Entrevistamos a Gustavo Salcedo, secretario gremial de Udocba Central, para conversar sobre el pedido de suspensión de las clases presenciales en la provincia de Buenos Aires y la situación epidemiológica en las escuelas.

—¿En qué consistió el pedido de suspensión de clases?

En realidad, nosotros venimos planteando que a partir del mes de marzo, en el inicio del ciclo lectivo, ocurre un aumento en la cantidad de casos de covid-19 positivo, entre ellos muchos compañeros docentes que están siendo afectados ya sea por positivo y en casos de fallecimiento. Y a partir de esta situación que venimos trabajando con relevamientos propios, todos los días teníamos datos que nos preocupaban ante el aumento de la cantidad de compañeros contagiados y burbujas aisladas. En definitiva, se planteaba la presencialidad pero después de siete burbujas concurrían dos, de esas dos burbujas que eran cursos de 25 chicos concurrían tres chicos por burbujas. Entonces entiendo de que hay que reforzar el apoyo al trabajo virtual.

Está visto que donde no se han cerrado las escuelas han aumentado los casos, hoy mismo se está tomando nota del aumento del aumento de los casos en el interior de la provincia de Buenos Aires, aquellos distritos que al principio empezaron con fase tres, fase cuatro o cinco, empezaron de pronto en estas dos últimas semanas a bajar en la fase. Ahí entiendo que hay una responsabilidad de parte de quienes toman las decisiones de no haber tomado la iniciativa de pasar a la virtualidad, de tomarnos un tiempo para seguir en la prespecialidad y arriesgaron la salud de muchos compañeros, de muchos estudiantes y de muchas familias, sin sentido. Porque después el transcurso del tiempo terminó dándole la razón al reclamo que venimos planteando.

—Desde UDOCBA se está pidiendo que se respeten los términos del Decreto de Necesidad y Urgencia que firmó el presidente ¿Es así? ¿Por qué creen que no se dio lugar a su pedido en la justicia?

Si, nosotros hacemos nuestro relevamiento, nuestra evaluación epidemiológica a partir de las propias fórmulas que debería aplicar el gobierno provincial y municipal. Detectamos que muchos casos en los que se debería suspender la presencialidad, no se cumple, por lo tanto, hemos llegado a la justicia donde le planteamos la necesidad de ese cumplimiento.

La corte suprema resolvió de que la cuestión de la presencialidad o no de las escuelas, es un resorte propio de la gestión, del gobierno de Axel Kicillof, el cual tiene que tomar la decisión de firmar un decreto o en referencia firmar la propia ministra, generando el paso de las clases presenciales a las clases virtuales. No es suspensión de clases, es el dictado de clases desde otro formato.

Nosotros el reclamo que hacemos desde el año pasado es que no se atendió la necesidad de las herramientas tecnológicas, ni para docentes, ni para estudiantes. Hoy nos encontramos con el pico de la pandemia, con la vuelta a la virtualidad en muchos casos y sin haber existido un desarrollo fuerte del propio estado atendiendo esta necesidad. Apostaron todo a la presencialidad acotada y en definitiva hoy no tenemos prespecialidad y no tenemos el resguardo ni la previsión de atender la virtualidad.

—¿Desde el sindicato se analiza algún tipo de medida gremial?

Nosotros llevamos este reclamo de muchos compañeros al marco de Frente de Unidad Docente (FUD) donde planteamos que existe un llamado de atención de nuestros docentes y afiliados, requiriendo una respuesta más contundente. Entendemos que la provincia debería prestar más atención y dar una respuesta.

Insisto, no hay que esperar solamente que el contagio se transforme en explosivo, hay que anticiparse, la gestión del gobierno es anticiparte a los hechos no definir el pase cuando tenemos muchos compañeros docentes en las camas de terapia intensiva.

—¿Qué tiene que suceder para tomar una medida de fuerza en la provincia de Buenos Aires?

Las decisiones tienen que tener la legitimidad y el consenso de todos los actores que eso de alguna manera lleva a las mejores decisiones y a la mayor representación del conjunto. Desde todos los espacios expresamos lo que ocurre, los hechos, y el transcurso del  tiempo vienen constatando lo que venimos diciendo, entonces ¿Es necesaria una medida de fuerza? ¿Eso va a darnos más razonabilidad a nuestro reclamo? Entiendo que la razonabilidad no las están dando las estadísticas, lo que ocurre en los hospitales.

Comentarios