Entrevistamos a los candidatos de la lista @unifutura, Daniel Antenucci, investigador y docente universitario y a la candidata a Vicerrectora, Mariana Foutel, investigadora y docente universitaria.
—Hablan de potenciar tecnicaturas y que las carreras sean trasversales a distintas disciplinas, incluso hablan de flexibilizar ciertas trayectorias ¿A qué apuntan con esto?
Mariana: Esto también tiene que ver con una respuesta al sistema productivo, a partir de la escucha de las necesidades comunitarias. Hoy nos surge la necesidad de articular saberes que están ubicados en distintas facultades y empezar con esto de las carreras interinstitucionales que puedan compatibilizar y combinar trayectos de carreras que hoy se cursan en distintas facultades.
Daniel: Las carreras son acreditadas por CONAU y lo que hace es evaluar las carreras por tramos, el tramo básico y el tramo superior. Uno podría mezclar el tramo de una carrera con el tramo de otra, podría usar el tramo básico e incluirle tres o cuatro asignaturas para hacer una tecnicatura determinada y acercar al estudiante a un punto intermedio de la carrera y que le quede más cerca el tramo final, porque alcanzó al menos un título intermedio en ese sentido.
Y también en hibridar carreras está justamente visualizar el futuro, donde el 60% de las carreras en diez años no va a existir y van a haber 60% carreras nuevas, en donde uno puede articular por ejemplo una ingeniera agronómica con una ingeniera electrónica y generar especialistas ingenieros de ambas disciplinas, eso es una transdisciplina. Esas son las transformaciones que se pueden dar en la universidad y que nos lleva a otra frontera universitaria con la centralidad académica.
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Ir a descargar—Lo que mencionan de las carreras cortas o la disminución de los contenidos ya viene sucediendo en la universidad ¿Pensás que esto depende exclusivamente de la gestión de rectorado que actualmente no se da en la medida que vos tenés en idea?
Daniel: Una cosa es armar una tecnicatura con una serie de asignaturas que no tienen por qué tener reconocimiento de CONAU, con un numero de materias determinado y un plan de estudio. Yo estoy hablando del tramo aprobado de una carrera determinada, con el contenido que tiene esa carrera, que puede ser de cualquier facultad, agregarle, cuatro, cinco materias del tramo superior y obtener un título intermedio. Por ejemplo, lo que habíamos escrito en la plataforma de 2017 de integralidad de las funciones en ciencia y tecnología, era articular ciencia y tecnología con vinculación y transferencia con extensión, y transdisciplinar dónde tienen que participar tres carreras, es un estímulo con un incentivo de financiamiento a ese tipo de proyecto, que se da desde la gestión central. Lo mismo para una transformación académica, hay instrumentos de incentivo que la unidad central como política puede proponer a las facultades. Es del modo en que la unidad central planifica políticas que cree para toda la universidad.
—¿Por qué este estimulo no se dio en estos cuatro años?
Daniel: Porque esos incentivos dependen de la centralidad de la decisión del rector, por ejemplo, en el caso de los CATTEC de vinculación y transferencia, su expansión para nosotros era importante porque la Universidad Nacional de Mar del Plata produce en vinculación y transferencia 11 millones de pesos por año. Mientras que la Universidad del Litoral en estos 20 años genera 2000 millones de pesos. Los centros de transferencia de apoyo tecnológico que hemos generado, de los tres, solo dos tienen voluntarios porque no se asignaron recursos. Entonces el valor relativo que le da la mirada del rector hacia determinados tipos de políticas es fundamental y es uno de los motivos por el cual nosotros tomamos divergencia en tomar caminos diferentes en esta proyección.
—Cuando arrancabas tu campaña hablabas de un plan de obras para la universidad de cara a una vinculación con el Ministerio y la Secretaria de Políticas Universitarias, previo a estos cambios de gabinete que se han dado a nivel nacional ¿Eso sigue en marcha? ¿Por qué no se están realizando?
Daniel: Siempre digo que los proyectos de obra tienen que ver con la capacidad de gestión no con el color político, por ejemplo, la biblioteca de la universidad y el comedor universitario, las gestiones de ese financiamiento fueron durante el gobierno de Daleo y se empezaron a ejecutar recién donde el gobierno de Medines y se terminaron en el gobierno de Morea. El Intema fue empezado en 2013 con un director de un color político totalmente contrario al gobierno de turno en ese momento y terminaron durante la gestión de Macri, con otro director opuesto absolutamente a la política del gobierno central. Con lo cual, la capacidad de generar esa estructura del Intema fue gestión de un grupo de investigadores independientemente del color político que transitó.
El tema del faro que estamos llevando adelante viene por un proyecto presentado al MINCIT por gestiones de los investigadores, en donde tienen la perspectiva de construcción y traspaso de la Facultad de Ciencias Exactas entera, que es independiente de la gestión de la universidad. Entonces lo que sostengo es que cuando los proyectos son de valor estratégico para un país, independientemente del color político sino de la capacidad de gestión, se pueden llevar obras de infraestructura adelante.
—¿Cómo se puede potenciar al trabajador universitario?
Mariana: Nosotros entendemos que tienen un rol de enlace fundamental en lo que tiene que ver con la implementación de la política universitaria. Supongamos, nosotros hicimos un plan estratégico 2030 que estaba dividido en tres etapas, era el corto, el mediano y el largo plazo, que tenía que ver con los periodos de gestión. En ese momento lo pensamos diciendo: esto tiene que ver con grandes acuerdos estratégicos que después pueden ser llevados adelante de distinto modo, por distintas gestiones. Entonces ahí el rol del personal no docente es esencial para poder actuar como mecanismo de enlace y poder articular esa política a través del tiempo.
En ese sentido, todo lo que tenga que ver con la jerarquización a través de lo que es el ingreso y de lo que es el plan de carrera, es decir, que las personas tienen que tener claro sus oportunidades de promoción y para eso, cuáles son las necesidades y oportunidades de capacitación que tienen que adecuarse en función de una estructura que acompañe el proceso estratégico de la universidad.
—Sobre el resto de las funciones de la universidad como extensión académica e investigación ¿Qué plan tienen?
Daniel: En principio de integralidad de las funciones como venimos trabajando. En cuanto a extensión, estamos en Latinoamérica y una cosa es la extensión tradicional como surgió en Inglaterra en el siglo ’19 con una visión parecida de vinculación, donde el docente y el investigador sale a contarle al medio qué es lo que hace. Y el otro es el tipo de extensión critica, el tipo de extensión mas Latinoamérica, en una sociedad la cual está más relacionada con determinadas deficiencias y donde co-construye dispositivos en conjunto para desarrollar determinadas partes de la comunidad.
Entiendo que la extensión está muy bien desarrollada en la universidad y hay que seguir trabajando en ella, tiene una buena base. Y en cuanto a vinculación y transferencia hemos adelantado que la idea es expandir los centros de apoyo a la transferencia y tecnología, generar un valor agregado en la industria y estimular el desarrollo en industria de divisiones. Nosotros tenemos que lograr a través de la vinculación con nuestras facultades y nuestra estructura de conocimiento, a través de la expansión de los CATTEC, que la industria tenga sectores de desarrollo tecnológico que involucren a nuestras graduados y nuestros graduados y que sean un lugar de inserción para el desarrollo de la ciencia y que no sea solo la universidad u el CONICET el lugar de inserción. Y de esa manera dar salida laboral a nuestros investigadores y por otro parte generar valor agregado a los productos industriales argentinos.
En cuanto a ciencia y tecnológica debemos lograr una articulación con el sector de vinculación, apuntar al crecimiento en aquellas facultades de maestrías y doctorados en el campo científico y sobretodo en aquellas facultades que tienen baja dedicación a la investigación como son las ciencias económicas, la psicología, ciencias de la salud. Nosotros pensamos que por más profesionalista que sea una facultad o una disciplina, tendría que tener un piso de 30% de ocupación exclusiva y no un 2%. Eso se logra con el estímulo al desarrollo de becas a la investigación que apunten a títulos de posgrados en las facultades que menos desarrollo tienen.