Conversamos con Pablo Cortez Tornello sobre el tratamiento de la Ley de Financiamiento de la Ciencia, que implicaría una modificación de la distribución presupuestaria.
—¿Cuáles son las implicancias de esta Ley de Financiamiento de la Ciencia que arrancaría este año?
Es una ley muy importante para el sistema científico nacional porque implica el financiamiento y su funcionamiento, habla de la importancia que le damos al área como país. En actualidad, hasta 2020, el porcentaje del PBI que estaba destinado a la investigación en el país era el 0,25% y la ley implica un financiamiento y un aumento escalonado y progresivo en 10 o 11 años, hasta alcanzar aproximadamente el 1% del PBI. Esto implica no solamente CONICET, sino que también que están implicados muchos de los institutos que forman parte del sistema tecnológico nacional, como por ejemplo el INTI, INTA, CONEA y también la investigación que se hace a través de las universidades.
—Hace unos meses hablábamos con Érica Hynes y ella establecía algunos parámetros necesarios para mejorar el sistema científico, uno tenía que ver con el presupuesto pero no era el único. ¿Crees que es así?
Eso es parte del debate que se estuvo dando en las diferentes comisiones de la cámara de diputados porque justamente el proyecto original que se presenta fue modificado muchas veces. Lo importante en este caso es que se llegó a varios consensos entre las distintas fuerzas políticas para que el proyecto no sólo signifique un incremento en el presupuesto, sino que tenga en su temática implicancias como por ejemplo el mejoramiento de las condiciones de funcionamiento, de la infraestructura, los salarios también. Estas modificaciones son muy importantes porque hace un fuerte énfasis en la paridad, en la equidad de género, en el acceso al sistema científico y tecnológico que no estaba en el proyecto original. Me parece que es una muestra más de que cuando se puede llegar a consensos y trabajo en conjunto, se pueden lograr resultados mucho mejores.
—Imagino que esta ley también les da una esperanza de seguir con las líneas de investigación que actualmente están iniciadas, para no quedarse sin financiamiento a corto plazo.
Exacto, venimos además de tiempos muy difíciles, a pesar de la importancia y la relevancia que toma el sistema científico nacional en esta situación de pandemia, en la solución de problemas y en el impacto que puede tener las investigaciones a nivel social, todavía estamos muy lejos de el funcionamiento óptimo. Esto es apenas un paso, no por eso poco importante, pero realmente hay que prestar atención a solucionar muchos problemas en cuanto al funcionamiento del sistema científico y al acceso que tiene lo que tenemos los investigadores a las fuentes de financiamiento.
Esta ley también implica asociaciones y desarrollos que se hacen con empresas privadas en donde el estado tiene injerencia, en donde se forman consorcios y el estado también puede tomar decisiones en cuanto a las investigaciones que se desarrollan en esas empresas, así que es importante.
—¿Cómo te encuentra tu trabajo de investigador en estos tiempos de aislamiento?
Ha sido como para todos una etapa muy difícil, en donde tuvimos que parar la actividad en algunos aspectos, en particular en algunas líneas en las que yo trabajo estamos trabajando en este momento porque tienen que ver con con temas de salud y con desarrollos que tienen que ver con formulaciones farmacéuticas. Tratamos inmediatamente cuando comenzó a ser un poco más seguro, volver a los laboratorios con todos los protocolos, pero ha sido muy difícil, veníamos de actividades que estaban de alguna manera limitadas por la economía y después vino esta etapa de aislamiento en donde ni siquiera pudimos participar de actividades presenciales. Entonces ha sido muy difícil como para todo el resto de la sociedad, pero dentro de la realidad somos beneficiados, somos personas que pudieron mantener su trabajo en esta situación tan difícil.