Las instituciones educativas como escenarios para repensar las propias prácticas docentes

Por Paula Gamero

Profesora de Educación Inicial y Acompañante Terapéutica. Estudiante de la Licenciatura y el Profesorado en Ciencias de la Educación en la UNMdP. Adscripta a la cátedra de Didáctica General y miembro del Proyecto de Investigación y de Grupo de Extensión en Innovación Educativa (GEIE).

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…si no creyera en la balanza
en la razón del equilibrio
si no creyera en el delirio
si no creyera en la esperanza.
 
Si no creyera en lo que agencio
si no creyera en mi camino
si no creyera en mi sonido
si no creyera en mi silencio…

Rodríguez, S (1982)

Es probable, que, si le preguntamos a personas de diferentes contextos sobre las instituciones educativas, recibamos respuestas que las definan como lugares donde se enseña y se aprende. Pero, ¿Qué significado encierra este interrogante para un/a docente? ¿Acaso es solo un espacio de trabajo cotidiano o puede ser una invitación a reflexionar sobre sus propias prácticas?

Si bien existen diversos tratamientos y definiciones para el término “institución”; según Lidia Fernández (1994) su uso más antiguo, refiere a «normas y valores que son significantes para un determinado grupo social» (p.). También encuentra que en gran cantidad de informes el concepto suele asociarse a la palabra establecimiento. Sin embargo, en estudios más recientes, la atención recae sobre la existencia de las instituciones en el nivel simbólico de la vida social, mediante representaciones y significados que se transmiten explícita o implícitamente; es decir, en el discurso manifiesto y latente como en la interacción misma. Por lo tanto, encontramos de interés otro aporte que incluye el punto de vista dialéctico en la dinámica de lo institucional; que propone discriminar en la operación concreta de las instituciones, lo instituido -como estable- y lo instituyente -como propuesta de transformación- (Franco, 2000).

Por otro lado, la Ley Nacional de Educación 26.206 (2006), específicamente en su artículo 122, establece que la Institución Educativa es la unidad pedagógica del sistema. Esto quiere decir que es la responsable de los procesos de enseñanza y de aprendizaje que buscan el logro de los objetivos pautados por la ley. Por este motivo, se pretende favorecer y articular la participación de los distintos actores que son parte de la comunidad educativa; sólo de esta manera se podrá fomentar el respeto a la diversidad y considerar distintos tipos de establecimientos, con sus rasgos distintivos característicos, identidad y estructura (Schvarstein, 2000).

La institucionalidad en cuestión

Destacamos dos aspectos centrales relacionados con las instituciones: en primer lugar, la importancia de las decisiones institucionales, ya que estas influyen en las propuestas de enseñanza de los/as docentes, abriendo un universo de significados para los/as estudiantes. En segundo lugar, la reflexión sobre la organización y diseño de los espacios educativos, ya que desde ellos se invita a decidir y construir nuevos escenarios posibles.

Así, un escenario institucional nos conduce a pensar en un «nosotros» que entrelaza conceptos, ideas y sensibilidades compartidas, donde las paredes de las aulas y de la institución en su conjunto se convierten en testigos de las huellas que emergen en la cotidianidad de los trabajos pedagógicos y de las intervenciones que les otorgan significado (DGCyE, 2022).

A partir de estos elementos, puede resultar atractivo indagar en los mitos que recorren a las instituciones educativas, dado que relatan historias y muestran, si bien modificados, aspectos de la realidad. Y al reconstruir esas historias, abordar el momento fundacional de la cultura   organizacional que rige, organiza y da sentido a la cotidianidad. De esa manera, historizar los mitos permite inferir los valores, las creencias y las ideologías que configuran y legitiman las prácticas cotidianas que sostienen la cultura organizacional de cada institución educativa (Vitale y Koziura, 2012).

En este sentido, Sebastián Perrupato (2017) nos advierte que es común que los/as docentes, al transitar por las instituciones, se acostumbren a su entorno, sin detenerse a reflexionar sobre sus orígenes. Así, según el autor, se repiten una y otra vez actos, prácticas y discursos sin comprender el verdadero sentido de lo que hacen o dicen. Por ello, brindar la oportunidad de reflexionar sobre la historia de las instituciones educativas implica que todos los agentes institucionales puedan repensarse a sí mismos, comprendiendo el alcance real de sus acciones. Para el autor, resulta esencial poder articular una historia institucional que se transforme en una verdadera práctica social y cultural, que invite a repensar el rol de los actores sociales de la institución, y sus propias prácticas.

En conclusión, valorar los diversos escenarios que emergen en y desde las instituciones educativas se transforma en una oportunidad para repensar nuestras propias prácticas docentes. Estos escenarios nos invitan a interactuar entre docentes, directivos y estudiantes, desafiando y cuestionando metodologías, resultados, estrategias y recursos. Asimismo, nos brindan la posibilidad de potenciar y desplegar una mirada innovadora en la didáctica.

A través de esta propuesta, podremos redescubrir los mitos fundadores que tejen la historia de cada institución, discerniendo entre lo real y lo fantástico, y así comprender los valores, creencias e ideologías que guían nuestras prácticas cotidianas. En última instancia, al mirar hacia nuestros orígenes, podremos renovar la mirada sobre la enseñanza en un sentido situado, y generar un futuro transformador en el ámbito educativo.

Referencias bibliográficas

-Fernández, L (1994). Instituciones educativas. Dinámicas institucionales en situaciones críticas. Paidós. Grupo instituciones. Buenos Aires

-Franco, Y (2000) Subjetividad: lo que el mercado se llevó. Recuperado en: http://www.herramienta.com.ar/revista-impresa/revista-herramienta-n-12

-Perrupato, S (2017). Pensar la historia de las instituciones educativas en la Argentina: aportes para el debate. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, vol. 15, núm. 2, pp. 797-806, 2017. Fundación Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano. Recuperado en: https://www.redalyc.org › journal › html

-Rodríguez, S (1982) La Maza. En Unicornio. Cuba: Egrem

-Schvarstein, L (2000). Aportes para el debate curricular. trayecto de formación general. Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Secretaría de Educación General de Planeamiento. Dirección de Currícula. Dirección de Educación Superior. Recuperado en: https://isfdbrasil-mis.infd.edu.ar › upload › mieweb_1

-Vitale, N y Koziura, P (2012). El mito y la historia como herramientas de análisis del psicólogo institucional. Ficha de cátedra Psicología Institucional. Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires. En red: www.psi.uba.ar  

-Dirección General de Cultura y Educación (2022). Subsecretaría de Educación. Plataforma ABC. Recuperado en: http://abc.gob.ar › copret › copret › practicas-formativas

-Ley de Educación Nacional, Nº 26.206, 2006.

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