Entrevista a Patricia Rodríguez, Secretaria Adjunta de la Delegación de la Provincia de Buenos Aires de SADOP, para charlar sobre la problemática existente en el sector frente al Covid-19.

— ¿Por qué guarderías no y jardines maternales ?

Jardín maternal es otra cosa, en realidad ahí estamos brindando educación y asistencia al niño en la primera etapa, desde los 45 días a los 2 años. La docente de maternal asiste en el cuidado pero también educa a través del juego y los hábitos. Es la primera etapa en donde se inserta en el sistema educativo, por eso es tan importante que la docente de maternal tenga la capacitación y la formación adecuada.

No es casual que en el nivel maternal haya tanta precariedad laboral, es una precariedad laboral con perspectiva de género. Más del 95% de las trabajadoras del nivel maternal somos mujeres y acá hay como una valoración social a la maestra maternal. Por un lado, se la valora por todo el cuidado que tiene sobre los niños en la primera etapa de su vida pero, por otro lado, todo ese esfuerzo físico y este esfuerzo profesional a la hora de valorarla profesionalmente la verdad no se ve porque somos las docentes que menos cobramos. Un 70% de las docentes de este canal somos docentes no registradas y obviamente no se reconocen las licencias.

— ¿Qué diferencia hay entre las empleadas que trabajan en las guarderías con los docentes que trabajan en jardines maternales?

Las docentes de jardín maternal son docentes del nivel inicial que están reglamentadas bajo la Ley 13.688, que es la Ley de Educación Provincial. Tienen el mismo régimen de licencia que los docentes de Jardines de Infantes y también tienen la misma escala salarial. Lo que ocurre es que la gran mayoría de los jardines maternales son de gestión privada.

En el 2001 es cuando se dieron aperturas de guarderías o lugares de cuidados de niños, que se abría en cualquier lugar. Lo que nosotros trabajamos con la municipalidad es que todas las instituciones que se abran como jardines maternales tengan la habilitación correspondiente como una institución educativa. Lo único que hemos logrado hasta la fecha es suspender nuevas habilitaciones. Esto va a ser un trabajo en conjunto con el Municipio con la DIEGEP y también el Estado, para ver cómo acompañamos a ese dueño de ese establecimiento a que regularicen la situación.

Ahora, lo que pasa es que en toda la Provincia de Buenos Aires tenemos distintos Municipios con distintas ordenanzas y distintas maneras de habilitar lo que llamamos jardines maternales. En los que estamos trabajando ahora es en impulsar una ley en donde se pueda armar un marco regulador para que todos los municipios tengan una sola manera de habilitar jardines maternales.

 — ¿La mayor oferta viene del sector privado?

Cuando hablamos de maternal ahí si, la oferta recae casi específicamente en la gestión privada, nosotros tenemos alrededor de 400 establecimientos maternales puramente privados que están debidamente reconocidos y que tienen la supervisión adecuada. Pero también les cuento que tenemos alrededor de 700 jardines maternales en toda la Provincia de Buenos Aires que no son jardines, se llaman maternales pero en realidad le decimos «clandestino», ya que no están reconocidos. Eso lleva a tener un total de alrededor de 7 mil docentes en situación de vulnerabilidad en todo el territorio, es un número que nos preocupa mucho.  

— ¿Cuáles son los ítems más importantes del protocolo y cómo se va a adaptar a las escuelas tanto de gestión pública como privada?

Tuvimos el jueves pasado una reunión con la Ministra de Educación planteando la necesidad de que el protocolo (N. de R.: Refiere al Protocolo marco y lineamientos federales para el retorno a clases presenciales en la educación obligatoria y en los institutos Superiores promulgado esta semana por el Ministerio de Educación de Nación) lo vamos a tratar a rajatabla. Porque lo que sucede en la Provincia de Buenos Aires es distinto a lo que puede ocurrir, por ejemplo, en Catamarca. Entonces esto es algo que lo vamos a ir trabajando paso a paso y no es sólo por sector, sino que se va a tener en cuenta el territorio, la parte edilicia de la institución y ahí estamos hablando tanto de gestión privada como de gestión estatal. Se va a tener en cuenta también la cantidad de estudiantes por aula y las distancias. A su vez, tiene que ser muy clara la información que se le da a los padres y a la sociedad en general, por eso este protocolo lo vamos a trabajar muy minuciosamente.

— ¿Qué acompañamiento desde el sector empresarial y el gobierno se está dando para garantizar las fuentes de trabajo y el cobro de los sueldos?

Los Jardines de Infantes que tienen subvención siguen recibiéndola y tuvimos el caso de jardines maternales que pidieron la ayuda de nacional y que les fue concedida. Ahora, nosotros estamos en permanente audiencia a través del Ministerio de Trabajo con las cámaras patronales. Si bien es cierto que la situación ha sido de una crisis profunda, también es cierto que muchos empleadores cobraron la subvención, recibieron además la ayuda del estado y cerraron igual el establecimiento educativo. Esto tiene que ver con una falta de control y después la situación de falta de pago. Pudimos regularizar mucho el tema de la falta de pago y demás pero bueno, lo venimos trabajando.

Se puede escuchar el programa completo en el siguiente link:

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