Trama Educativa entrevistó a Miriam Kap, licenciada en Ciencias de la Educación, respecto a los pasos a seguir en materia educativa como prevención al contagio del COVID-19, o mejor conocido como «nuevo coronavirus».

Miriam Kap es pedagoga y licenciada en Ciencias de la Educación, especialista en tecnología educativa. Trabaja en el diseño, elaboración y acompañamiento de procesos «mediados por tecnología», los cuales van cambiando a lo largo del tiempo, teniendo en cuenta el debate de incluir estos recursos en todos los niveles, desde inicial hasta universitario.

  • ¿Cómo se transitan estas medidas tomadas por los gobiernos nacional, provincial y local respecto de la prevención ante el coronavirus?

Va cambiando el espíritu de la receptividad respecto a la suspensión de clases. Al principio, se visibilizaba con mucha dificultad, luego con ingenuidad pensando que era sencillo, nuevamente difícil porque un recurso tecnológico facilita pero requiere mucho tiempo y disposición pedagógico en cuanto a elaboración de materiales. Todos los profesores estamos alertas.

  • ¿Los docentes están capacitados íntegramente sobre la aplicación de estas herramientas?

Los docentes están formados en su vida cotidiana sobre estos recursos novedosos para dar clases pero nos sorprende gratamente la permeabilidad de ellos para encontrar los sistemas más amigables. Obviamente, falta capacitación.

  • ¿Cuáles son las estrategias utilizadas para acompañar en este proceso pedagógico a los estudiantes? ¿Cómo lo estarán percibiendo las familias?

Dependen del nivel educativo. En inicial, por ejemplo, se utilizan para dialogar con los padres, a quienes se les envían materiales, juegos, actividades, para que el tiempo en casa adquiere la dimensión de lo lúdico y generar instancias informales de aprendizaje. En el nivel primario, están mandando mails con PDFs, en otros casos implementan el Google Classroom, al igual que en secundaria. En universidad, tenes diversidad de recursos, como el Campus Virtual, el Facebook y el Google Classroom.

  • ¿Cuáles serán los pasos a seguir luego de la aplicación de estas herramientas en la relación entre el estudiante y el docente?

Sucederá, probablemente, que los canales de comunicación se amplificarán. Luego, nos encontraremos dialogando con los estudiantes a través de las redes sociales, whatsapp, a través de otros recursos no habituales del aula. Lo que sucede dentro de las aulas es una pequeña parte del aprendizaje de los alumnos y a veces, el aprendizaje informal es más poderoso.

  • ¿Cuáles pueden ser las consecuencias de la «educación virtual» si se aplica a largo plazo?

Es una pregunta desafiante. Si esto perdurara en el tiempo, probablemente va a haber que redefinir cuestiones sociales, repensar las formas de relacionarnos, generar espacios dentro de cada uno de los hogares. Vamos a tener un impacto en nuestra vida cotidiana. Hoy podemos escuchar en las redes sociales que los padres, en modo chiste, dicen que «los chicos vuelvan a la escuela» porque la convivencia «obligada» las 24 horas se vuelve complicada. Pero también, es un momento para revalorizar la tarea docente. Todo ese tiempo y disposición es la que los docentes habitualmente tenemos y se invisibiliza.

Miriam Kap asegura que «la educación en tiempos de coronavirus es mediada, amplificada, expandida, compleja, porque no todos tienen acceso a las nuevas tecnologías, a veces democratizadora y otras veces desigual».

«Genera preguntas sobre lo que es significativa enseñar y lo que vale la pena enseñar para que los chicos aprendan. Nos provoca un desafío muy grande que es involucrar la dimensión del colectivo y no del individuo, no del aislamiento, y salir de otra manera, aunque no de la casa. Esta educación oscila entre el afuera y el adentro, y donde tenemos cierta obligación de hacer entrar el afuera y hacer salir el adentro», concluyó la pedagoga.

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