La gordofobia es un tema recurrente hace algunos años. La sociedad está cambiando y parte de ese cambio es dejar de lado la discriminación hacia las personas con corporalidad gorda. Tanto niños, adolescentes y adultos, sufren este tipo de acoso a lo largo de su vida debido a la estructura de la sociedad.

Según un informe publicado por el ministerio de mujeres del gobierno de Buenos Aires, la gordofobia “es un fenómeno social y cultural que se refiere al odio, rechazo y violencia que sufren las personas por el hecho de ser gordas. Se trata de una práctica generalizada, naturalizada e incluso inscripta en ámbitos institucionalizados de la sociedad”.

Desde la aparición de los medios de comunicación se puede ver la forma de estructurar a la sociedad alrededor de una imagen hegemónica, y el avance de las redes sociales hizo que esto aumente. Esta estructura crea la idea de que, si una persona es gorda, no es saludable, no se cuida, no hace ejercicio. Sin embargo, esto es solo una forma de seguir discriminando y excluyendo las corporalidades que no forman parte de la norma establecida.

La gordura no solo depende de la ingesta de alimentos en forma excesiva o en la falta de actividad física. También existen diversos factores que atribuyen al aumento de peso, pueden ser hormonales, genéticos, ambientales, sociales y económicos.

La gordofobia o el “gordoodio” trae consecuencias en la vida de las personas que lo padecen. Se crean pensamientos negativos en la forma de percibir sus cuerpos, se esconden detrás de la ropa, evitan reuniones sociales y, en los casos más graves, puede derivar en un trastorno alimenticio. Actualmente se pueden ver muchos más movimientos que buscan informar y difundir sobre la diversidad corporal.

Ilustración de la web «We Lover Size» sobre la reproducción de la gordofobia

Elisabet Delbasto, es una influencer marplatense que busca derribar el mito de que la moda es solo para personas con un tipo de cuerpo, “si es parte de tu subjetividad, si es parte de tu expresión, si te expresa algo tuyo, eso te va a quedar bien”, explica. Como ella, existen otras instagramers y organizaciones que buscan derribar el mito de que estar flaco es estar sano.

Además de los movimientos sociales, instituciones como el Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo), a través de sus informes y programas crean conciencia sobre la discriminación y brindan herramientas a la sociedad y a instituciones, para promover el reconocimiento de la diversidad en todas sus formas. En un informe realizado en el año 2020 y en consecuencia de la pandemia por Covid-19, el instituto brinda recomendaciones e información para evitar la discriminación y las valoraciones negativas sobre los cuerpos las personas.

Así mismo, en junio se cumplió un año de la Ley de Talles, en este contexto lanzaron información sobre todo lo que han hecho para erradicar el discurso gordofóbico de la sociedad, junto a una publicación titulada “Que ves cuando me ves”, realizada en el año 2020. En estas publicaciones se pueden ver videos (https://www.argentina.gob.ar/inadi/discriminacion-personas-gordas/contenido-audiovisual) en el que activistas hablan sobre la discriminación y la política de los cuerpos gordos. También en la sección de discriminación a personas gordas, se pueden encontrar más publicaciones sobre la temática y recomendaciones para evitarla.

La sociedad actual está avanzando en políticas que no dejen de lado a las personas gordas, pero siguen existiendo diferencias en la vida cotidiana. Las butacas en el cine, salir a comprar ropa, buscar trabajo, son algunas de las situaciones en las que se discrimina a las personas gordas. El activismo gordo busca derribar el mito de que estar gordo es sinónimo de no estar saludable y que la sociedad deje de lado la idea hegemónica creada alrededor de un tipo de cuerpo y características físicas.

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