Por Lic. María Paula Laure
Trabajadora Social y docente – MP Nº7372
ESI: ¿Un pronombre demostrativo nuevo? No, claro que no. Pero me gustó la idea de jugar un poco con las palabras, la fonética, los significados, algunos paralelismos y tal vez metáforas. Una manera diferente de entrar en tema a partir de este título fantasía.
¡Qué bueno encontrarnos por aquí, por allá y más allá también!
Agosto en Mar del Plata, nos está convidando con un invierno bastante frío, pero por suerte de tanto en tanto, suele regalarnos bellos amaneceres y tibios crepúsculos… Y lo que más me gusta de ellos es que traen consigo la promesa de nuevos inicios y por cierto, nuevos cierres también, cada día, cíclicamente como lo propone la vida misma.
Un mes que entre otras cosas nos invitó recientemente a agasajar a las niñeces a modo simbólico, claro está, porque bien sabemos que a nuestras infancias y adolescencias hay que celebrarlas cada vez, a cada instante y, la mejor manera de hacerlo es, escuchándolas, mirándolas, protegiéndolas, amparándolas, cuidándolas amorosamente, prestándoles atención… Garantizando sus derechos y en muchos casos restituyéndolos.
En concordancia con ello en este mes de agosto y desde 2016, en el calendario escolar de la provincia de Buenos Aires se celebra la semana de la ESI (Educación sexual Integral) con el propósito de profundizar las propuestas realizadas en cada institución y generar un espacio de reconocimiento, de reflexión e impulso de mayores y novedosas prácticas docentes.
Aquí no haremos un compilado de nociones y conceptos sobre la ESI, sino más bien las y los invito a repensarnos en nuestra tarea docente en clave ESI. Nos encontramos ocupando espacios institucionales, recorriendo territorios y desarrollando tareas con base en lo educativo, pero que implican un amplio despliegue de cuestiones que hacen ancla en el respeto, la diversidad, los vínculos, la inclusión, la igualdad, los derechos, todos ellos y muchos más componentes de la ESI y que hacen a nuestra praxis profesional.
La Argentina cuenta con una Ley Nacional de ESI que es la Nº26.150 que se promulgó en el 2006. Llevamos ya casi 15 años de ese inmenso logro y sin embargo aún hoy tenemos una cuenta pendiente, ya que existiendo esa ley que no solo implica un derecho para los NNA[1] sino un deber para los trabajadores de la educación, aún hoy se siguen evidenciando resistencias, miedos, desconocimiento. A partir de esa Ley, se crea el Programa Nacional de ESI. Con este respaldo y, junto a estos recursos normativos se va gestando un significativo cambio en la mirada, un abordaje bien distintivo de la sexualidad humana, un cambio de paradigma que nos ofrece hacerlo desde una perspectiva de derechos y concibiendo a la sexualidad desde su noción de integral, que será lo que la diferenciará de cualquier otra.
El programa de ESI dice que dicha integralidad puede explicarse mediante lo que denominan los Ejes de la ESI y ellos son: Cuidar el cuerpo y la salud, Valorar la afectividad, Garantizar la equidad de género, Respetar la diversidad y Ejercer nuestros derechos.[2]
Muchos colegas coincidimos en esto del gran logro y conquista al poder contar con una Ley dnacional de ESI pero al mismo tiempo podríamos decir que ello constituye tan solo un punto de llegada. En palabras de Graciela Morgade “La ESI votada en el 2006 no es la misma que hoy pensamos. Hemos ido modificando categorías teóricas (…) la lucha política por los derechos hizo también que aparecieran nuevos temas, nuevas voces (…) [3]
“ESI, perspectiva de género y derechos como campo en plena construcción y debate”. Esto que dice Morgade, siento yo que, para nosotras y nosotros, las y los docentes, debiera oficiar de motor de búsqueda, de curiosidad, un generador de preguntas y repreguntas para justamente convertirnos en verdaderas y verdaderos “hacedores” de la ESI.
Hagamos de esta semana de la ESI una verdadera oportunidad para animarnos a construir y de-construir conceptos, miradas, caminos, espacios. Formas, pensares, sentires, encuentros. Hagamos de esta semana del calendario escolar una celebración que opere como síntesis o corte para evaluar lo recorrido hasta aquí, para luego continuar en el hacer cotidiano potenciando prácticas pedagógicas que asuman la transversalizacion de la ESI como lo proclama la Ley pero fundamentalmente porque así lo grita nuestra convicción docente.
Habilitemos espacios, problematicemos situaciones, demos ese lugar necesario e irrenunciable a todo aquello que nos interpela, trabajémoslo hacia nuestro interior como sujetos sociales, que además desempeñamos un rol inmensamente significativo como “el ser docente” acompañando la construcción de las subjetividades de nuestros estudiantes.
En cuestión de ESI no se trata de querer o no… Se trata de un Derecho de los estudiantes y de una obligación de las y los docentes en tanto agentes de estado y garantes de derechos. Hagamos de ello una experiencia cotidiana en permanente cambio, movimiento y crecimiento y que sea flexible, abierta, receptiva, comprometida y sostenida en el tiempo.
[1] Niños, niñas y adolescentes.
[2] ayout 1 (buenosaires.gob.ar)
[3] (13) Graciela Morgade: «La ESI en las prácticas docentes» – Preguntas Pedagógicas ISFD 19 – YouTube