Adriana Álvarez es integrante del INHUS, instituto que depende del CONICET y de la Universidad Nacional de Mar del Plata dedicado a las ciencias sociales y humanidades. Bajo el enunciado histórico alienta a la comunidad y a los profesionales de las distintas áreas a mirar la situación sanitaria actual desde un enfoque que va más allá de lo biológico.
— ¿Cómo se relacionan las distintas pandemias que se dieron en nuestro país a lo largo de la historia con la situación actual y el coronavirus?
Esa historia y ese pasado nos permita visualizar o tratar de entender un poco el presente. Se pueden encontrar algunas respuestas para comprender el presente que a veces tiene una complejidad que ni nosotros mismos que lo estamos viviendo como ciudadanos alcanzamos a contemplar. Entonces estos trabajos desde el punto de vista histórico nos muestran que las epidemias no son meramente hechos biológicos. Hoy si tomamos por ejemplo los medios de comunicación, estos tienen un discurso predominantemente biológico. Pero una enfermedad es mucho más que algo biológico, hay una dimensión que es social, política, económica y cultural, esa visión que es predominante hoy no deja ver la complejidad que hay atrás de todas estas cuestiones. La inmediatez, el miedo al contagio, el incremento en los casos de infectados, hace que la visión esté puesta básicamente en mirar el comportamiento del virus. Pero atrás de todo esto hay una trama social que se esconde y que los trabajos con perspectiva histórica muestran y me parece que es algo interesante. Por esto creamos una guía de lecturas basadas en alguno de los trabajos que se refieren a epidemias en la Argentina, lo que procuro es traer el debate y comenzar a pensar en el día después al coronavirus.
— ¿Por qué es importante estudiar todo lo que sucede socialmente a partir de estas enfermedades?
Si nosotros pensamos que las enfermedades son meros acontecimientos biológicos, estamos errando a lo que realmente son. Te voy a poner un ejemplo de un impacto cultural muy grande. El ejemplo del sida que fue una enfermedad en tanto hecho biológico, pero sirvió para estigmatizar la figura del otro al interpretar en un primer momento la enfermedad como exclusivamente de los homosexuales. Entonces las enfermedades en si mismas y más aun las epidemias exageran esto, las metáforas acerca de estas cuestiones, sirve para estigmatizar a grupos sociales determinados. Entonces digo, detrás de cada una de estas cuestiones hay una arsenal de otras problemáticas que a veces quedan disimuladas.
Hoy el coronavirus maquilló otra enfermedad que nos estaba afectando fuertemente a los argentinos que es el dengue. Pero esto va a volver a ser recurrente en el escenario epidemiologico nacional. A veces una epidemia sirve para soslayar otras problemáticas y ponerlas en segundo lugar, porque obviamente está en juego la vida, está en juego el miedo, pero si vos te vas hace un mes atrás, la agenda que tenían los medios de comunicación era otra. Me parece que esto agudiza las diferencias sociales.
— ¿Qué roles te parece que están asumiendo los estados en la propagación de estas enfermedades?
Yo creo que hay una cuestión bastante extraña en relación a otras pandemias, sobretodo en el desoír a las recomendaciones de la OMS por parte de países como Brasil o México. Gracias a Brasil y su experiencia con otras enfermedades antes de nosotros como la malaria, tenemos hoy una gran influencia de la medicina tropical. Paradojicamente hoy en el siglo 21, desde las autoridades políticas están minimizando esta situación dejándola como una simple la gripe, esto a mi me sorprende, la falta de correlación que hay por parte de estos dos países.
En diciembre comienzan ha aparecer los primeros casos de coronavirus y en enero ya la OMS estaba alertando a nivel mundial la cuestión de la pandemia, estaban recomendando como virus que se desconoce, que la única manera para no propagarlo era cortar las relaciones sociales. Por otro lado también se estaba marcando durante días el segmento de población al cual ataca que, son los mayores de 65 años, pero nos hemos quedado tan anclados en eso que no estamos mirando los números actuales, los jóvenes también se ven afectados.
— ¿Esta pandemia es la más importante en la historia de nuestro país?
Yo creo que si. Creo que es la más importante porque es una pandemia y porque por primera vez tenemos medidas sanitarias que son dictaminadas a nivel nacional. Con la gripe del ’18 también hubieron medidas que tuvieron que ver con la suspensión de clases pero seguían circulando los trenes, no se paralizó todo. Lo que veo en este caso es que hay dos cuestiones que son fundamentales, el peligro que engendra un virus que no se conoce, que no sabemos cuantas cepas tiene, no tenemos vacuna y que en algunos casos mata. Eso ha generado una incertidumbre muy grande, es una de las epidemias más grandes en nuestra historia, es inesperada e impensada. En un momento de tanto exitismo, que te aparezca un problema sanitario que te genera tanta incertidumbre me parece que espanta en gran medida a las comunidades en general, a los representantes de las ciencias medicas también porque actúan de la mano del desconcierto. Desde ese angulo y no desde el lado cuantitativo, creo que si es la más importante de la historia