Por Lic. María Paula Laure*

Los otros días me encontré revisando y organizando papeles, archivos, escritos varios y entre tantos folios y anotadores cayeron sobre mis pies unas hojas tamaño oficio. Al ver su tonalidad amarillenta, supuse serían de varios años atrás y no sólo confirme eso sino que también eran anotaciones de otros y otras con quienes trabajé y cuyos apuntes versaban sobre el recupero de otras voces, en otro tiempo pero en el mismo territorio.

Este espacio territorial, dado por la comarca Batán- Estación Chapadmalal, está poblado de su linda gente, que lohabita día a día regalándonos su gran diversidad lo cual enriquece aún más su paisaje natural porque le adjudica identidad que se gesta de la mano de la interculturalidad.

A dicho entramado se suma la existencia de instituciones y organizaciones que  representan el Estado y la sociedad civil en post de garantizar los derechos de la ciudadanía toda. Y es ahí en ese espacio de construcción colectiva donde se fundan las redes comunitarias con el propósito de representar de alguna manera y ser la voz de la gente.

En el partido de Gral. Pueyrredón son varias las redes que se han conformado a lo largo del tiempo y que habitan en los diferentes barrios o zonas geográficas del distrito. Muchas se han sostenido en tanto otras han emergido en un determinado momento, más luego se han disuelto. Estructuras y dinámicas diversas que asumen estas conformaciones grupales y como tales sufren los vaivenes de la participación y todo lo que ésta implica.

En esta oportunidad me permitiré contarles un poquito acerca de la Red comunitaria e institucional de Batán que nació el 20 de setiembre de 1991 – tiempo en el que yo estaba cursando mi último año en la secundaria -. Muchos años han pasado desde su surgimiento y con ellos muchos y diferentes actores sociales la han transitado. A su vez, lo que se iniciara en la localidad de Batán en un principio, poco a poco fue ampliándose con la participación de vecinos y referentes institucionales de otras zonas aledañas: Estación Chapadmalal, el Boquerón, El Colmenar, Las Lomas, Parque Hermoso, entre otras.

Seguramente otros y otras compañeros y compañeras de Red, puedan dar mayor cuenta de lo transcurrido en este espacio desde sus orígenes, yo tan solo les vengo a convidar pequeñas porciones, apenas una pizca de mi experiencia como parte de este colectivo socio comunitario al cual pertenezco desde  2014 representando a la Escuela Primaria N°60 de Estación Chapadmalal. Vivencia que se enriquece, que se interpela, se cuestiona al inscribirse en el escenario mismo del territorio.

Habiendo mencionado conceptos tales como comunidad y territorio, es imposible obviar su significancia en la intervención social en general y en la perspectiva del abordaje profesional desde el Trabajo Social. Y aquí me uno al decir de Alfredo Carballeda cuando en uno de sus tantos escritos explica tan bien esto de los escenarios y territorios:

“La intervención en lo social tiene un ámbito espacial que va siendo definido según la singularidad de cada circunstancia, problema o demanda desde donde ésta se construye, dichos espacios toman la forma de escenarios y éstos a su vez se hallan dentro de  territorios que los contienen” (…) “El territorio es la ciudad, lo que ella representa, sus paisajes, construcciones, los usos sociales de éstos y el contenido simbólico de sus instituciones. El territorio es en definitiva el espacio habitado en el que la historia dialoga con el presente y permite, a partir de reminiscencias de ésta, construir también una idea de futuro o incertidumbre.”

Y es en esa territorialidad donde surgen, emergen y se fortalecen estos andamiajes grupales, estos procesos colectivos que se apropian de un sentir comunitario pero diversificado en su despliegue, en sus miradas, en sus voces, en sus pensares.

Las Redes comunitarias generalmente están conformadas por vecinos y referentes de distintas instituciones y organizaciones de base. A través del tiempo van recreando distintas formas de ser y estar, analizando y reflexionando acerca de su propia dinámica, evaluando distintas estrategias que promuevan la participación y generando espacios que contribuyan a mirar, entender y visibilizar la cuestión social, Y es a partir de la advertencia de necesidades y requerimientos comunitarios que reclaman ser problematizados de cara a la búsqueda de soluciones viables, que se puede pensar en la posibilidad de que dichas acciones se traduzcan en insumos de futuras políticas públicas y por consiguiente, participen en el proceso de garantizar  los derechos de las y los ciudadanos.

Desde la comarca, venimos sosteniendo la Red desde hace casi 30 años. Mucho ha transcurrido desde entonces, lo más reciente e impactante es la emergencia socio sanitaria por Covid-19 y, continuamos.  Aún desde la virtualidad, sin haber podido retomar la presencialidad de nuestras reuniones pero con el deseo de volver a encontrarnos para seguir acompañando en el álgido y potente territorio, ése que al conjugar las miradas y las palabras posibilitan un lenguaje propio y entonces ocurre que el territorio comienza a “hablar” y al suceder esto se convierte en texto.[i]

Los y las animo a ser gestores y gestoras de nuevos entramados sociales, al tiempo de fortalecernos en aquellos que ya habitamos, insistiendo en el maravilloso arte de tejer redes, de bordar contornos diversos de sostén e inclusión, que sean lo suficientemente fuertes para proteger y amparar, pero lo necesariamente flexibles para alojar a la otredad. Seamos promotores de una nueva cartografía social en clave de participación ciudadana, desde un enfoque de derechos cuya brújula sea la justicia social.


*Trabajadora social y docente. MP N° 7372
[i]“Las cartografías sociales y el territorio de la intervención”. Alfredo Carballeda

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