En Trama Educativa Radio hablamos con Andrea Espinosa, referente local de Educación para Adultos de la Dirección Provincial de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, sobre los distintos programas educativos que tienen en la Dirección, cómo esperan que sea la inscripción para el próximo año y cómo se organiza la reforma curricular.
-¿En qué están trabajando desde la dirección provincial acerca de la finalización de la escuela?
Nosotros en la Dirección de Educación de jóvenes adultos y adultos mayores, tenemos muchas propuestas educativas. Algunas son de finalización de nivel. Por un lado a nivel primario tenemos las EPA que son nuestras escuelas para adultos, y tenemos programas de alfabetización. Después para la finalidad del nivel secundario, tenemos los CENS, que son los centros educativos de nivel secundario, el Cebas, que es un secundario especializado en salud y también tenemos los programas.
El programa Fines es el mas conocido y es el que se implementa en el distrito desde el 2010, trayectos secundario para terminar el nivel, para completar años de estudio. Dentro del Programa fines el de nivel primario y el de materias pendientes, que son lo que se denominan las materias previas o, para aquellos que ya terminaron el secundario, pero se quedaron con algunas materias y les falta rendirlas para terminar el nivel.
-La línea de alfabetización ¿A quién va dirigida y como la llevan a cabo?
Los programas están dirigidos a todos aquellos que tengan más de 14 años y no estén alfabetizados, no sepan leer ni escribir, o no hayan completado el nivel primario. Nosotros complementamos los programas, todos están vinculados administrativa y pedagógicamente a una institución educativa. Además tenemos una distribución en barrios de todo el distrito y distintos turnos para acompañar las necesidades de la gente.
-¿En este último tiempo ven más inscripción?
En la pandemia por una cuestión de tiempo y de no tener las actividades cotidianas, estuvo la posibilidad de pensarse de otra manera y para muchas personas significó el darse la oportunidad para completar los niveles. Tuvimos que hacer una adaptación, como todo el sistema educativo, para acompañar la situación sanitaria, por eso se posibilitó la virtualidad.
Eso llevó a una inscripción muy importante durante los años 2020 y 2021. Desde el año pasado estamos volviendo a la presencialidad plena. Para muchos, eso significa una nueva oportunidad porque en la escuela de adultos consideramos que es muy importante el grupo. Desde lo emocional y para el aprendizaje. Pero para otros que tuvieron que volver a sus horarios de trabajo y sus responsabilidades con sus familias, la presencialidad implica un desafío importante.
Estamos en esa transición. Durante todo el primer cuatrimestre funcionamos con multimodalidad para tratar de acompañar a nuestros estudiantes. Ahora estamos tratando de ordenar las propuestas, que históricamente han sido presenciales, y aquellos estudiantes que no pueden mantener la presencialidad tratamos de acompañarlos a través de educación a distancia.
«Nosotros vemos las necesidades que tienen nuestros estudiantes y les ofrecemos el programa o la escuela que más se acerque a sus posibilidades y a sus necesidades».
Andrea Espinosa, referente local de Educación para Adultos
-¿Cómo ven la tendencia de cantidad de inscriptos para el 2023?
Tenemos buenas expectativas. Hay dos inicios de ciclo, a diferencia de otros niveles del sistema educativo, uno en marzo y otro en agosto. Siempre el inicio de marzo es mucho más numeroso porque la gente ya está acostumbrada a que el año empieza en ese momento.
-¿Queres especificar que significa este cambio curricular en la educación para adultos?
Se aplicaría a partir del 2023. En el nivel primario ahora tenemos un diseño curricular que es del 2017, que se está revisando junto con el nivel inicial. Además, una particularidad del nivel secundario, que aplica a lo que es la propuesta de Cens y de fines trayectos secundarios, es que es diseño de 1995.
Se está haciendo ahora un trabajo, que se inició a principio de año, porque ya el diseño no responde a las necesidades de la gente, ni a los cambios que han ocurrido en las últimas décadas, ni a lo que se piensa como política educativa. Se está tratando de poner en línea con lo que han sido las resoluciones del consejo federal de educación, que engloba las 23 provincias y CABA. Con esto se busca mejorar y pensar la educación en función de la modalidad de nuestra gente.
-¿Por qué no resulta extraño en 2022 hablar de educación para adultos?
Son desafíos que quedan pendientes. La realidad es que el cambio que implica la obligatoriedad del nivel secundario, implica un cambio cultural y un cambio en las prácticas. Se van mejorando los porcentajes pero la deuda que nosotros tenemos con los jóvenes y los adultos hacen que nuestra propuestas sigan siendo muy numerosas en estudiantes. El nivel secundario está mejorando sus induces de egreso pero nosotros debemos seguir acompañando.
Respecto al analfabetismo, en la provincia de Buenos Aires tenemos uno de los niveles más bajos dentro del país. En el distrito de General Pueyrredon, quizás, un 1,1% de analfabetismo que se conoce como funcional. Como su nombre lo indica, es gente que está adaptada, que está dentro de la sociedad y que ha logrado adaptarse.
«Nosotros estamos posicionados en la educación como derecho así que sabemos que tenemos que ir a buscar al último bonaerense que esté en situación de analfabetismo».
Andrea Espinosa
-¿Cómo se va a trabajar la reforma curricular?
El cronograma que se propuso llevar a cabo retoma todo lo que es la normativa nacional, los antecedentes en provincia, los documentos, las circulares técnicas durante el periodo de pandemia. Se ha hecho una recopilación de normativas y este año se iniciaron una serie de consultas a supervisores, a equipos directivos, a docentes, a estudiantes, incluso a referentes de organizaciones políticas y sociales, a través de formularios de Google.
Se presentó un borrador de las consultas, ya terminadas, ese borrador fue trabajado y se termina de trabajar en el mes de septiembre. La intención de la dirección es presentarlo en el Consejo General de la Dirección de Escuelas, que es quien tiene que aprobarlo, este mismo mes. La implementación sería gradual y el año que viene, en los primeros años, se podría comenzar a trabajar en cada una de las instituciones el nuevo diseño.
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