En Mar del Plata funciona el Centro Recreativo Deportivo Especial (CREDE), una organización que no deja de crecer y que pone en el centro de su proyecto a las personas con discapacidad intelectual. Bajo la gestión de la Asociación Deportivo-Educativa Regional Marplatense para Discapacitados (ADERMAD), este espacio combina deporte, arte y formación laboral como pilares para la inclusión y el desarrollo de la autonomía.
Esta institución le abre sus puertas a jóvenes y adultos con discapacidad intelectual que han finalizado su escolarización, y les ofrece una propuesta integral que trasciende el tiempo libre: propone un modo de vida. Natación, surf, fútbol, básquet, atletismo, danza, teatro, cerámica, pintura y música son apenas una parte del abanico de actividades disponibles. La participación en torneos -como los Juegos Bonaerenses o las Olimpiadas Especiales- permite que el esfuerzo cotidiano tenga también su celebración en lo colectivo.
Pero el proyecto de CREDE va más allá del deporte o el arte. Uno de los espacios más destacados en los últimos años es el taller de entrenamiento laboral en cafetería, donde actualmente participan seis jóvenes que expresaron su deseo de formarse en esa área. Bajo el nombre “Como te quiero cafetería”, este ámbito no solo les permite aprender a preparar infusiones y manejar la cafetera, sino también practicar la atención al público. La meta es clara: que puedan insertarse en el mundo laboral con herramientas reales y experiencia.
“El objetivo principal es trabajar por la vida independiente de cada joven”, explicó Julieta Martinez, una de las terapistas ocupacionales del centro. Esto implica, además de lo técnico, fortalecer hábitos de higiene, nociones de desplazamiento autónomo por la vía pública y el desarrollo de vínculos sociales. La formación es integral, pero también respetuosa de los tiempos y contextos personales.
En la parte artística, dos veces al año se realizan producciones que tienen su lugar en el Teatro Colón, donde las familias y la comunidad pueden apreciar el recorrido de los talleres. Cada muestra, cada torneo, cada café servido es parte de un entramado de sentido que apuesta a desarmar prejuicios y ampliar posibilidades.
El trabajo es lento, a veces con idas y vueltas, pero con el acompañamiento adecuado y sostenido, las barreras empiezan a ceder. “Ellos son capaces. Muchas veces es el entorno el que limita, con los miedos, las dudas, pero con acompañamiento se logran cosas reales y concretas”, señaló Julieta.
CREDE no es un centro de día tradicional. Es una apuesta cotidiana por la inclusión genuina, donde el entorno -con sus apoyos, miedos y resistencias- también es parte del proceso. Para conocer más sobre su trabajo o acompañar sus actividades, se puede seguir a CREDE en redes sociales como @credeadermad en Instagram y Facebook. También, la cafetería tiene su propia cuenta: @comotequierocafeteria.
Entrevista completa: