En Trama Educativa Radio hablamos de acoso escolar -bullying- con Melina Aparicio Méndez, Lic. en Psicología. (M.P. 47.635). conversamos sobre lo que ocurre actualmente a nivel local y nacional, las herramientas que brinda la ley, cómo se pueden prevenir estas situaciones y el rol de los adultos, tanto en la casa como en las instituciones escolares.

– ¿Qué está pasando actualmente en la ciudad y en el país?

El bullying existe desde hace muchísimos años. En 1970, en Noruega, surge el concepto como tal para hablar de la violencia escolar, diferenciándolo de la violencia en la escuela. Se refiere a que forman parte y toman parte los distintos actores del establecimiento, el estudiantado o los distintos agentes, docentes o administrativos. Se considera una problemática de violencia escolar. El bullying es un comportamiento agresivo intencional que se da de manera repetitiva. Se manifiesta de manera física, psicológica, social. Si bien existe hace mucho tiempo, en los últimos años hubo un incremento. Hay distintas hipótesis pero yo creo que forma parte de la visibilización de las distintas formas de violencia.

– ¿Esto ocurre en todos los niveles educativos?

Sí. De hecho la ley promulgada en el año 2013 (Ley 26892), que establece lineamientos acerca de la importancia de la convivencia sino también para reducir la conflictividad, abarca la educación en sus distintos niveles.

– Respecto a la institución ¿Qué instrumentos les da la ley para establecer controles?

La ley nacional, en líneas generales, es una ley que hace referencia a la promoción, a la intervención institucional y a la investigación de experiencias en relación a la conflictividad. A su vez hay una guía emitida por el Consejo Federal de Educación para poder intervenir ante la posibilidad de que exista bullying en los establecimientos. Además existe una línea telefónica gratuita del Ministerio de Educación (0800-222-1197). La ley es muy amplia en los términos de prevención, que es en lo que hay que hacer hincapié. Las violencias, en líneas generales, en su especificidad, son fenómenos que requieren capacitación. No podemos intervenir desde el sentido común o desde aquellos saberes que podemos haber construido previamente. Se requiere capacitación porque si dejamos por fuera a los agentes que están en las instituciones de tener herramientas ocurren intervenciones que, lejos de erradicar el acoso escolar, sostienen la problemática a través del tiempo. También deben existir sanciones para quienes transgreden las normas. Tienen que ser sanciones de tipo educativas y que nunca dejen por fuera a los estudiantes del sistema educativo. 

Los factores predisponentes son las formas relacionales que tenemos de vincularnos en casa. Revisar qué uso hacemos de las exigencias. Repensar la comunicación que tenemos con ellos.

Melina Aparicio Méndez, Lic. en Psicología. (M.P. 47.635)

– De acuerdo a tu experiencia ¿Qué es lo que sienten o viven los jóvenes o niños que atraviesan estas situaciones?

Es un entramado complejo. Observo la falta de conocimiento acerca de la temática y de lo que producen las violencias. No solo en las víctimas que sufren sino también en las familias. Falta de herramientas para poder contener y para ni subestimar ni minimizar estas situaciones. Aún nos falta mayor visibilización. Se debe hacer hincapié en los diálogos. Es necesario revisar los patrones de conducta relacional a nivel familiar. Hay que empezar por la primera institución que los contiene que es la familia. 

– ¿En qué conductas de los jóvenes o niños tenemos que estar atentos?

Muchas veces se cree que a partir de la adolescencia nuestros jóvenes ya no necesitan comando y en verdad hay que entender que siguen estando bajo nuestro acompañamiento. Los factores predisponentes son las formas relacionales que tenemos de vincularnos en casa. Revisar qué uso hacemos de las exigencias. Repensar la comunicación que tenemos con ellos; si es asertiva, es decir haciendo hincapié en los aspectos de mayor potencial, en sus habilidades. No implica que todo nos va a resultar igual o que caeremos en un relativismo con respecto a sus errores. A partir de conocer sus potencialidades debemos dar acompañamiento en aquello que tenga mayores dificultades. Los riesgos de hacer un uso excesivo de nuestra autoridad, de manera tal que no estemos dando cuenta de sus dificultades o cómo se sienten, puede hacer que esos mismos excesos ellos los comentan con sus propios pares. Para simplificar, revisar los propios patrones de conducta a nivel relacional de la familia, si tenemos una comunicación asertiva o si nos imponemos. También revisar las sanciones. Es bueno señalarles si ellos socialmente están llevando adelante algún comportamiento que no favorezca la socialización pero nunca en detrimento de su propio aprendizaje, que no sea opresor. Mantener conversaciones a diario, que ellos se sientan seguros estando con nosotros en casa. Eso va a fortalecer y favorecer su autoestima y su autonomía. También hacer uso de la empatía. Poder interactuar con el otro en su diferencia. reconocer la otredad es reconocer que el otro es diferente, que puede pensar diferente. La diferencia no es un problema. Aún así podemos relacionarnos pero a través de una manera recíproca para que después no ocurran asimetrías que generan tanto daño.

…responder con violencia no es una forma efectiva de erradicar el acoso escolar. Lo que hace es agravarlo y alargarlo en el tiempo.

Melina Aparicio Méndez, Lic. en Psicología. (M.P. 47.635)

– ¿Qué debemos hacer si detectamos que nuestros hijos o hijas están sufriendo acoso escolar?

Lo más importante es estar abiertos a la escucha, poder acompañarlos y hablar con las personas responsables de la institución escolar. Puede suceder que en el lapso entre que nosotros nos enteramos y denunciamos la situación a las autoridades el joven deba seguir yendo a la escuela. En ese caso tenemos que saber que responder con violencia no es una forma efectiva de erradicar el acoso escolar. Lo que hace es agravarlo y alargarlo en el tiempo. Se le pueden dar algunos consejos: que no esté solo, que busque alguna persona mayor de referencia o algún compañero o compañera. En los casos que las autoridades no den respuestas hay una línea gratuita a nivel nacional 0800-222-1197. En salud mental, siempre es más lo que podemos hacer en prevención que en atención primaria pero aún así creo que es muy importante un espacio propio para poder hacer elaboración de todo lo que haya vivido y trabajar preventivamente para que no desarrolle futuros trastornos. Es un trabajo muy específico en la confianza, la autoestima, la autonomía, trabajo de reparación.

– ¿Cómo facilitamos para que haya más adultos en las escuelas, de manera estable, que puedan ver estas situaciones?

Es muy importante la presencia de los agentes educativos en sus espacios. No solo para proteger a quienes estén sufriendo acoso escolar sino también para poder intervenir y establecer que esto también es negativo para quien se esté comportando como acosador o acosadora.

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