Por Mirella Consiglieri, estudiante de la Tecnicatura Universitaria en Periodismo Digital de la Unmdp.
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El 21 de junio de 1918 se publicaba, en una edición extraordinaria de la Gaceta Universitaria el Manifiesto Liminar, la emblemática proclamación del movimiento de Reforma Universitaria. Desde Córdoba, se extendió por toda América Latina impulsando el cogobierno de los estudiantes, profesores y graduados, la renovación de los programas de estudio vinculados con las problemáticas sociales y la apertura de los estudios superiores a la clase trabajadora. Córdoba históricamente ha sido el epicentro de los altos estudios en nuestra región desde que en 1613 los jesuitas fundaron allí la primera Universidad.
El “Grito de Córdoba”, fue un proceso que duró entre marzo y octubre de 1918 y tuvo un hito el 15 de junio cuando los universitarios ocuparon la sede para impedir la elección del nuevo rector, dándose allí la declaración de los estudiantes en huelga.
El 21 de junio se dio a conocer el “Manifiesto Liminar” redactado por Deodoro Roca, el cual fue titulado “La Juventud argentina de Córdoba a los Hombres Libres de Sudamérica”. En él se concluyó: “La juventud ya no pide. Exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio en los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocerse la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa”.
En diálogo con Alberto Rodríguez, Secretario de Comunicación y Relaciones Públicas de la Unmdp, sobre la reforma universitaria comentó, ‘’Es un cambio cultural paradigmático y es una de las más grandes revoluciones que hemos tenido, porque se ha expandido a lo largo y a lo ancho del continente‘’. Asimismo, mencionó que esta reforma dejó muchas cuestiones que hoy en día pareciera que están naturalizadas en la universidad, por ejemplo, la libertad de cátedra, el cogobierno y la búsqueda incesante por parte de los estudiantes del conocimiento.
Por otra parte, Rodríguez expresó que la Universidad Nacional de Mar del Plata intenta dar mayores respuestas a las exigencias de la sociedad. ‘’Tenemos una mirada más amplia, gobiernos abiertos, posibilidad de transformarnos y, fundamentalmente, entendemos nosotros también que la Universidad tiene que abrirse al impacto de nuevas tecnologías y empezar a ver cómo podemos dar respuesta a estas demandas‘’ reflexionó.