En el marco de una creciente preocupación por la situación presupuestaria de las universidades públicas y la ausencia de paritarias nacionales, la comunidad universitaria de la Universidad Nacional de Mar del Plata convocó este jueves una Asamblea Intercuerpos e Interfacultades que contó con una amplia participación de los gremios docentes, no docentes, centros de estudiantes e investigadores. La jornada culminará este viernes 27 de junio con un paro total de actividades por 24 horas.
En el marco de una nueva movilización en reclamo por la aprobación de la Ley de Financiamiento Universitario, referentes de ADUM, APU, FUM, CONICET, ATE y centros de estudiantes, realizaron una asamblea intercuerpos en la Plaza de la Memoria del Complejo Universitario.
Pedro Sanllorenti, secretario general de ADUM (Agremiación Docente Universitaria Marplatense), destacó que la convocatoria surgió de un consenso entre los distintos sectores gremiales y estudiantiles: “La idea es debatir qué es lo que nos está pasando, qué deberíamos hacer para que esto que pone en riesgo la continuidad de la universidad pública pueda modificarse colectivamente”, expresó.

Sanllorenti advirtió que ya renunciaron más de 10.000 docentes universitarios desde comienzos de año, lo que genera dificultades para cubrir cargos incluso con concursos abiertos. “La calidad académica va cayendo de forma paulatina, y en algunas áreas ya se analiza recurrir a estudiantes avanzados para cubrir vacantes docentes”, alertó.
Al ser consultado por Trama Educativa por el balance de la jornada, el secretario general de ADUM se mostró conforme: “Lo más importante del resultado de la asamblea tiene que ver con la voluntad del conjunto de la comunidad universitaria presente de seguir peleando”.
“Sabemos que dentro de 2 o 3 semanas los estudiantes van a estar abocados a sus exámenes finales y no vamos a contar con ellos, por eso entre las ideas de acciones está mantener ahora un nivel de actividad la semana próxima, sobre todo el 2 de julio, que se va a tratar la Ley en el Congreso y empezar a pensar que vamos a hacer en agosto cuando empiecen las clases”, sentenció Sanllorenti.
Desde el sector no docente, Victoria Schadwill, secretaria general de APU, también hizo foco en el deterioro salarial de la comunidad universitaria: “Más del 50% de nuestra planta está por debajo de la línea de la pobreza, y ese número crece porque no tenemos paritarias desde octubre pasado y los aumentos por decreto están por debajo de la inflación”, denunció.
Schadwill recordó los esfuerzos del año pasado, con movilizaciones masivas que evitaron un escenario aún peor. Sin embargo, señaló que actualmente existe una “meseta negativa” a nivel nacional que dificulta la articulación de acciones entre docentes y no docentes. “Si no podemos articular desde arriba, debemos hacerlo desde abajo. La Universidad Nacional de Mar del Plata debe tener su propia estrategia”, afirmó.
La presidenta de la Federación Universitaria Marplatense (FUM), Rosella Pasetti, expresó que la base de la discusión es en torno a “un modelo de país”. En este sentido destacó que la Ley de Financiamiento Universitario “representa ese modelo de país con un Estado presente, con universidades públicas abiertas al pueblo. Nosotros tenemos que ser los primeros en defender la educación pública”.
Por su parte, María Antonia Muñoz, investigadora del CONICET, describió una situación crítica también en el ámbito científico, donde se está produciendo una fuga de científicos: “Lo que está pasando es que está migrando un conjunto de investigadores, que han sido formados por este Estado por más de 15 años y los estamos perdiendo. Es absolutamente irracional la política que se está dando en torno al CONICET y las instituciones públicas. La discusión también está en el presupuesto que le dan a CONICET y a la ciencia y técnica en términos generales en el país”, expresó Muñoz.

Según la investigadora del CONICET, esta falta de inversión en ciencia y tecnología se debe a que desde el gobierno “instalan debates ignorantes en torno a que es ser pobre y que no es ser pobre, todos los que estamos acá hay muchos trabajadores docentes, estudiantes e investigadores que están debajo de la línea de la pobreza”.
Para finalizar, Muñoz reflexionó sobre el modelo de país al que aspira el gobierno desfinanciando tanto a la educación pública como al sistema científico y tecnológico: “Hay una discusión de queremos ser como otros países, diganme en que otros países, de sociedades supuestamente desarrolladas, se da un 0,15% a la ciencia y la tecnología, otro argumento completamente irracional en torno a qué queremos ser como los países del primer mundo”, dijo.
A pesar del difícil contexto que atraviesa la educación pública, los distintos sectores coincidieron en que la asamblea fue un paso positivo para la recomposición de una agenda de lucha colectiva. En ese sentido, adelantaron que la próxima semana se intensificarán las acciones con una nueva asamblea en el centro de la ciudad el 2 de julio, fecha clave para el debate en el Congreso. También se barajan nuevas medidas para agosto, en caso de que el conflicto continúe y el inicio del segundo cuatrimestre esté comprometido.