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Tras dos años de investigación y un extenso viaje de más de 12 mil kilómetros por la provincia de Buenos Aires, el libro 100 Historias en Clubes Bonaerenses recoge relatos de vida, anécdotas y momentos imborrables ocurridos en los clubes sociales y deportivos de la región. Antonio Ferrer y Sebastián Ramírez, junto a Eduardo Ferrer, Gustavo Vicini, Marcelo Oliver y Máximo Falaschinillevaron adelante un recorrido extenso para obtener, de primera mano, aquellas historias que hacen a los clubes únicos e irrepetibles.

Para hablar de 100 Historias en Clubes Bonaerenses, es necesario remontarse a su predecesor: 100 Clubes de Barrio, el libro que relata la historia de aquellas instituciones que desaparecieron en Mar del Plata. La idea surgió en una sala de profesores, cuando Sebastián Ramírez y Eduardo Ferrer, docentes e historiadores, se toparon con un dato que los desveló: al menos 200 clubes sociales y deportivos habían desaparecido de la ciudad entre 1940 y 1976. “Edu había visto una pala mecánica arrasando un club social y deportivo, eso lo marcó para siempre y después a mí”, contó Ramírez. 

Fanáticos de ese primer trabajo, Gustavo Vicini se sumó para ampliar la mirada a escala provincial: “Nos convertimos en tan fans de ese libro que no tuvieron otra que invitarnos a un café y proponernos escribir esto”, comentó. Así nació 100 Historias en Clubes Bonaerenses que reúne 102 relatos en casi 500 páginas, con 200 imágenes, un prólogo de Pedro Saborido y una vocación clara: construir memoria desde abajo, desde lo común, desde lo colectivo.

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Gustavo Vicini y Sebastián Ramirez, autores del libro.

Los autores visitaron 37 localidades, entre ellas Tandil, Ayacucho, Rauch, Mar del Plata, Dolores, Madariaga, Vidal, Necochea, Balcarce, Azul y Olavarría. En cada una, encontraron historias que reflejan la esencia de los clubes como espacios de sociabilidad, identidad y pertenencia. Ramírez señaló: “Nosotros decimos que escribimos un libro que tiene que ver con el circuito Mar y Sierras, un poco delimitado por las rutas 11, 2, 88 y 226”.

En cuanto al corte cronológico, la investigación se centró en instituciones fundadas antes de 1955, una fecha que el equipo reconoce como un quiebre en la historia de los clubes. “En ese año del ‘55, sobre todo en el ‘76, vemos una gran merma en lo que son las fundaciones de clubes sociales y deportivos. Podríamos hacer una mirada histórica y política del momento, donde los momentos históricos de mayor fundación de clubes va de la década del ‘40 hasta el ‘50”, explicaron.

Las historias recuperadas muestran la diversidad de estos espacios: desde clubes grandes como Estudiantes de Olavarría -con 200 hectáreas en el centro de la ciudad- hasta instituciones pequeñas, donde el cantinero es quien abre, limpia y sostiene la sede. Hay relatos que atraviesan generaciones y territorios, como el del Club Juarense, fundado en 1905 en Benito Juárez, que todos los 5 de enero organiza una caravana de Reyes Magos por las capillas del pueblo. O el de Juventud Unida de Madariaga, donde un personaje se desmayaba cada vez que su equipo hacía un gol.

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