Bajo el lema «Unidos por un regreso seguro a la escuela» las autoridades educativas de todo el país rubricaron el documento impulsado desde el gobierno nacional de cara al regreso a la presencialidad en las escuelas públicas y privadas.

«La pandemia afectó y afecta a la totalidad de nuestro país; a todas y cada una de las jurisdicciones educativas. El aprendizaje que hemos transitado en este tiempo nos permite afrontar el desafío del inicio del ciclo 2021 con la presencialidad como ordenadora del sistema educativo» comienza el documento titulado «Sin salud no hay presente y sin educación no hay futuro».

Desde que se declaró la emergencia sanitaria, la comunidad educativa toda (docentes, no docentes, estudiantes, familias) hemos trabajado intensamente en el retorno a las actividades presenciales; se logró en varias jurisdicciones educativas donde la situación sanitaria lo permitió, a partir de los protocolos consensuados en el marco del Consejo Federal de Educación aprobados en julio de 2020 y hemos capitalizado esas experiencias.

También nos hemos nutrido de la evidencia construida a nivel internacional, lo que nos permite dar el siguiente paso, siempre priorizando el cuidado integral de la salud de nuestras niñas, niños y adolescentes.

«Como Ministros y Ministras de Educación de nuestras jurisdicciones asumimos el compromiso de priorizar el sostenimiento de las clases presenciales. Para ello se construyeron unánimemente indicadores y se actualizaron los protocolos en función de la situación epidemiológica actual y de los avances científicos construidos en este tiempo» continua.

Para ello, se establecieron medidas de cuidado para garantizar la vuelta a clases segura, base de los protocolos que fueron difundidos en los últimos días:

  • Distanciamiento físico dentro del aula de, al menos, 1,5 metros.
  • Distanciamiento físico en áreas de desplazamientos de, al menos, 2 metros.
  • Uso correcto de tapaboca.
  • Ventilación adecuada de las aulas y limpieza y desinfección regular de los edificios.
  • Higiene frecuente de manos.
  • Alternancia entre educación presencial y no presencial en aquellos establecimientos educativos donde las dimensiones edilicias no permitan la permanencia simultánea de la totalidad de las y los estudiantes.
  • Articulación con los equipos de salud en sus distintos niveles para una vigilancia epidemiológica activa.
  • Organización del ingreso y egreso a la escuela para evitar aglomeraciones.
  • Priorización de la comunidad educativa en el transporte público.

Aquellas y aquellos estudiantes de la comunidad educativa que pertenezcan a un grupo de riesgo no deberán asistir pero verán garantizado su derecho a la educación.

Tal cual se había comunicado en diciembre, los aprendizajes que no pudieron alcanzarse en el 2020 serán abordados en el 2021, entendiendo ambos años lectivos como una unidad pedagógica.

La reorganización curricular, los contenidos prioritarios y la intensificación de los aprendizajes ya son parte del vocabulario que se incorporó en las escuelas, y durante esta semana comenzaron los procesos singulares de aprendizaje de cada estudiante con el fin de dar continuidad en las trayectorias educativas.

«Hoy ratificamos nuestro compromiso, con solidaridad y con el trabajo mancomunado que venimos desarrollando, dejando de lado diferencias para seguir pensando en clave de derechos, el cuidado de la salud, la socialización y la educación de niños, niñas y adolescentes» culmina el documento.

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