El organismo realizó un estudio analizando la magnitud del retroceso causado por la pandemia y sugiere que los países deben adoptar una respuesta sistemática e integral, con potencia en las capacidades estatales de gobernanza y aumentos en los presupuestos educativos.
El estudio, titulado “La urgencia de la recuperación educativa en América Latina y el Caribe”, fue presentado por la Oficina Regional Multisectorial de la Unesco en la reunión extraordinaria de ministras y ministros de Educación, que se realizó en Santiago de Chile el 25 y 26 de enero.
Los datos revelan que durante la pandemia hubo una caída en las tasas de asistencia en todos los niveles educativos. En el nivel secundario, la asistencia se redujo del 82,2% al 79,2%, entre 2019 y 2020 en América Latina. Actualmente, hay 9,6 millones de niños, niñas y adolescentes fuera de la escuela, con una gran cantidad que abandonaron temporalmente o permanecieron escasamente vinculados con la escuela.
En este escenario, uno de cada tres jóvenes no finaliza la educación secundaria alta, nivel educativo considerado por el cuarto de los Objetivos Sostenibles como “el piso mínimo para un crecimiento sostenible con igualdad”.
La Unesco profundiza en el documento: “A estos valores se suman los que estuvieron escasamente vinculados con las propuestas educativas durante el período del cierre de escuelas. Esto ocurre junto con un incremento de las desigualdades, lo que indica un mayor impacto en las poblaciones más vulnerables”.
A través del informe, el organismo convoca a los países de la región a “desarrollar un marco de recuperación y aceleración de los aprendizajes”, que incluya los ejes de inclusión educativa, mejora de los aprendizajes, fortalecimiento de la docencia y de las capacidades de gobernanza y financiamiento de los sistemas educativos de la región.
“Hacemos un llamado a realizar acciones de recuperación de aprendizaje desde una perspectiva integral, evitando recaer exclusivamente en acciones puntuales y de corto alcance. Para ello, es fundamental potenciar las capacidades estatales de gobernanza y aumentar los presupuestos educativos”, afirmó Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional Multisectorial de la Unesco en Santiago.