En Trama Educativa Radio hablamos con Marcelo Basso, profesor de Biología y delegado sindical de Suteba por la Escuela Secundaria N° 38, sobre las dificultades que afronta la institución en su nuevo edificio.
-Desde que las llaves fueron entregadas en 2022 y la espera para usarlo se extendió por todo el 2023, ¿cómo arrancó este 2024?
Esta situación no se podía postergar más. Aún sin estar completamente terminada la obra, necesitábamos arrancar y por suerte pudimos hacerlo. Empezó el ciclo lectivo 2024 en el edificio nuevo, lo cual nos alegró mucho. No recuperamos matrícula en su totalidad pero ha habido avances y se está funcionando con la necesidad de poner en marcha nuevamente la escuela, ya que en el CEF estábamos trabajando con 6 aulas de las 12 que requeríamos. Esto complicaba las cosas, habiendo chicos que venían cada 15 días o incluso aulas donde funcionaban dos cursos a la vez. Generaba que las clases se atrasaran semanas o incluso meses, volviendo muy engorrosos estos últimos 2 años. Lo que toca ahora es recomponer lo perdido y por suerte hay muchas ganas y voluntad.
-¿Cuántos estudiantes acuden actualmente?
Mirá, no hay estadísticas actualmente porque estamos comenzando el año y hasta hace dos semanas atrás se seguían incorporando nuevos estudiantes. No tengo un número para darte, pero si se había perdido un 50% de matrícula, sé que se ha recuperado una parte importante. Hace algunos años, cuando aún alquilabamos un edificio en Independencia entre Peña y Roca, llegamos a tener alrededor de 400 estudiantes; por lo tanto, ahora se debe estar superando los 300.
-¿Qué avance tiene el nuevo edificio? ¿Qué le falta?
Siempre faltan cosas, pero el edificio es hermoso y está en condiciones. En su momento hacía falta reparar ventanas para que tenga la ventilación necesaria; eso se hizo, quizá no de la mejor manera ya que habría que haberlas reemplazado y de cada dos ventanas que tienen las aulas, se reemplazó una, pero es una necesidad cubierta por el momento. De resto está bien, pero la obra continúa por lo que hay que tener algunas aulas cerradas por el momento y hemos tenido que seguir rotando cursos, algo que, de todas formas, ya estamos acostumbrados. Son decisiones duras del personal directivo, de las preceptoras y yo como docente trato de aportar lo que puedo. En todo caso, estoy acá contando esa realidad que vivimos.
-Ante los reclamos, ¿qué respuestas tienen? ¿Les dan un plazo de la obra?
El principal reclamo que tenemos es el de la calefacción porque la escuela tuvo que sacar el sistema que tenía, ya que era viejo y estaba en malas condiciones, y fueron reemplazados por radiadores para calefaccionar por circulación por agua. Eso requiere la instalación de una caldera, la cual estaba prevista en el presupuesto asignado a la escuela durante el año pasado. Dicha caldera no se pudo comprar y yo como docente no tengo la información de por qué exactamente no se pudo realizar la compra, pero puedo asegurar que formaba parte del presupuesto. Ya hace dos semanas que la temperatura está por debajo de los 10° y la caldera no está, así que ya empezaron desde el centro de estudiantes a enviar notas o los padres con preocupación se han acercado a hablar, tratando de averiguar cuándo van a asumir la responsabilidad las autoridades que se comprometieron el año pasado. Mar del Plata es considerada una ciudad fría y conlleva reglamentaciones que contemplan la necesidsad de un hábitat agradable a la hora de estudiar.
-Como comunidad educativa, ¿creen que esto es un problema por burocracia del Estado, por el ajuste actual o por algo más?
Es difícil saberlo, como docente no tengo acceso al Consejo Escolar donde se toman este tipo de decisiones. Como delegado sindical y que hace tiempo participa del sistema educativo, lo que creo es que en todo ámbito donde se toma decisiones hay prioridades y la caldera de la Escuela 38 claramente no es una de ellas. Se sabe dónde se encuentra la gestión de la institución, pero no sé decirte en qué parte está trabado el trámite.
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