-¿Cómo sigue tu labor pospandemia con las redes sociales?

En primer lugar, no puedo creer que ya pasaron dos años desde mi última vez acá. El Proyecto Todes nació justamente unos años antes de que empiece la pandemia y no le di mucha bolilla hasta que nos tuvimos que encerrar todos y nos obligó a tejer redes desde la soledad en la que todos nos vimos afectados. Ahí le empecé a encontrar más sentido a esto de comunicar a través de las redes sociales, de alguna manera quería comunicar formas de llevar una educación inclusiva a las salas del jardín. El nivel inicial tiene mucho de hacer por hacer, hacer porque es lindo o hacer pra las familias y no tanto para las infancias. Aunque del discurso se diga eso, no suele pasar. Entonces la idea era poder poner esto sobre la mesa y empezar a debatirlo, a encontrarle la vuelta.

Todo empezó por charlas en vivo en instagram o por historias y fue tomando un poco más de forma con seminarios online. Hoy en día tengo seminarios asincrónicos, asesorías e incluso una tienda online de material didáctico para llevar propuestas inclusivas a todos, todes y todas.

-¿Cómo ves la educación hoy en día? ¿Cuál es tu opinión frente a tu posicionamiento político?

¿Por dónde empiezo? Como dije, llamarme «todes al jardín» en las redes tiene su costo, es un posicionamiento que del que estoy orgullosa y no tengo nada que ocultar. Recibir mensajes anónimos con ganas de compartir mensajes con gente que ni siquiera conocen o inlcuso colegas del ámbito laboral que te miran raro. El lenguaje inclusivo despierta algunas inseguridades, pero a medida que me van conociendo (hablando en redes sociales) se dan cuenta que en realidad buscamos todes lo mismo: que el resprto y el trato amoroso sea la norma y no la excepción. Cuando yo hablo de mi posicionamiento político, pensé que era mucho más evidente de lo que realmente fue y en realidad, personalmente no me afecta tanto porque en las redes hay lugar para cualquier persona. Y genera mucho este ida y vuelta de «ahora que se tu pensamiento te dejo de seguir» ¿y por qué si hace meses me seguís y te gustaba lo que subía, de repente me dejas de seguir por mi postura? Son contadicciones que vamos encontrando y vamos teniendo. Y en cuanto al momento que estamos atarvesando… Tengo miedo. Es un gran retroceso a lo que es la lecto-escritura, hacia la consciencia fonológica, etc… Es un posicionamiento que, en el Gobierno de turno, no estoy de acuerdo. Para nada de acuerdo con esta forma de ver cómo los niños y las niñas acceden a la alfabetización.

-¿Hay conflicto latente en la convivencia de tu entorno?

Siento que es un poco más macro, porque como sociedad estamos todos muy irritados, no solo por lo que pasa en la puerta del colegio, sino también que vas manejando por la calle, alguien cruza mal y salta cruzado. Estamos todos muy exaltados por la situación que estamos viviendo. El ciudadano la tiene más difícil para poner un plato en la mesa todos los días y eso se ve en las escuelas. Como en toda crisis, la escuela deja de ser escuela y empieza a ser un comedor, empieza a expandir sus tareas y se ve en el trato, en la tolerancia y el respeto.

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