Entrevista realizada a Paula Laure, Trabajadora Social y docente en nivel medio y superior, para conocer más sobre los equipos focales territoriales educativos de emergencia y la forma en la que operan.

—¿En qué consiste tu tarea en estos equipos distritales?

La Dirección de Psicología tiene distintas estructuras territoriales, una de esas son los conocidos Equipos de Orientación en las escuelas. Muchos servicios educativos lamentablemente carecen de estos equipos. Nosotros desde desde lo distrital también tenemos otras estructuras en la modalidad de psicología que son estos equipos distritales, estos equipos intervienen en situaciones de alta complejidad y tienen distintas denominaciones.

Con toda esta situación excepcional que estamos viviendo la Provincia Buenos Aires desde la modalidad de psicología de la Dirección nos convocan a estos equipos distritales a conformar los equipos focales territoriales educativos de emergencia. Estos equipos focales están conformados por distrito, en el caso de General Pueyrredon somos dos equipos por la magnitud del propio distrito.

—¿Cuáles son las problematicas que son recurrentes desde marzo?

Cuando hay alguna situación que se considera conflictiva o que requiera algún tipo de intervención, el directivo de esa institución lo que hace es elevarlo en forma escrita y contactarse con su inspector o inspectora de nivel y este a su vez con la inspectora de la modalidad, que vendría a ser nuestra supervisora. Así evalúan la pertinencia o no de nuestra intervención y se nos es asignada a la situación.

Tenemos un acompañamiento de situaciones que son preexistentes a este tiempo de pandemia y que por supuesto se han agudizado, y hay otras situaciones que emergieron a partir de esta crisis. La dinámica de trabajo generalmente es en duplas o en tríos, también recientemente se incorporaron unas compañeras que son del programa ASISTIRÉ y están trabajando en la recuperación de los chicos sobre todo de nivel secundario que han abandonado su escolaridad.

Las problemáticas que surgen son de la más diversas, siempre con una nota o común denominador que tiene que tiene que ver con la alta complejidad y con situaciones que van de la mano con situaciones de violencia, conflicto familiar o acompañadas con algún componente de la problemática de intentos de suicido, cuestiones que tienen que ver con lo emocional y lo familiar.

—¿Considerás que con estas herramientas el estado está llegando a resolver los problemas de la comunidad?

Hay una cuestión que tienen que ver con el trabajo intersectorial y el entramado que se debe generar en todo momento y más cuando se dan situaciones de tanta complejidad como la que estamos atravesando. A nivel general por supuesto que hay una apreciación general y conocida por todos que las comunidades más desfavorecidas son las que más impacto negativo han tenido, desde cuestiones de conectividad hasta cuestiones que tienen que ver con lo alimentario.

Nosotros desde el servicio alimentario escolar tenemos lo que es la posibilidad de brindar el comedor a los niños y niñas en las escuelas. Como no se podía llevar a cabo la dinámica del comedor, desde el principio se generó una puesta en marcha en torno a poder asignar bolsones de mercadería a las familias. Lo que las autoridades hicieron es que se ampliará esta entrega a lo que es la totalidad de la matrícula de cada servicio educativo, en el nivel primario esto se ha podido completar con mejores resultados, en el nivel secundario no todas las escuelas pueden brindar el servicio alimentario.

Creo que hay líneas de acción muy positivas y donde el estado está presente. Por supuesto que la realidad supera mucho más y es necesario seguir por un lado reclamando todo lo que tenga que ver con políticas públicas, pero al mismo tiempo no perder de vista que nuestro trabajo implica inevitablemente una mirada ampliada y un trabajo intersectorial.

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