Trama Educativa entrevistó a Silvia Lettieri, inspectora del nivel inicial del Sistema Educativo Municipal de General Pueyrredon, para más detalles de cómo se trabaja y supervisa a su vez en Mar del Plata.

  • ¿Cómo se fueron dando los primeros días de trabajo?

Fue particular en el nivel inicial. Como somos muchas instituciones, veíamos como que esto iba a permanecer más en el tiempo. En un primer momento, lo que hicimos fue equiparnos en nuestras casas de todos los insumos que necesitáramos. Habían transcurrido solo dos semanas desde el inicio escolar. No conocíamos ni a la totalidad e los alumnos ni de los docentes. Fue totalmente inédito conformar equipos de trabajo en tiempos de pandemia y en tiempo récord.

Cuando efectivamente se suspendieron las clases, lo primero que se hizo, algo habitual, es contar con Planes de Continuidad Pedagógica. Arrancamos con eso porque era lo que ya teníamos. Comenzamos a dejar el material en formato papel para las familias, pero después pasamos a Fase 2 y recurrimos algo más inédito: los medios virtuales. Fue un desafìo enorme. Contamos en el nivel inicial con creatividad, compromiso, ganas y empuje, y así arrancaron los directivos con docentes. Los jóvenes enseñándonos a los más ancianos, probando diferentes propuestas, experimentando, equivocándonos. Algunos jardines empezaron con Class Rooms, grupos de Facebook, listas de difusión de Whatsapp, grupos cerrados. También dependía del conocimiento de la comunidad; como eran maestras nuevas, no conocían a las familias y puede generar un resguardo de la intimidad, de ofrecer mi número de whatsapp, así que también eso lo fuimos superando.

En la tercer etapa, nos dimos cuenta que lo que nos estaba pasando, si bien es difícil, nos ofrecía una oportunidad inigualable, de probar, experimentar, no ponernos límites. Si uno va viendo las primeras producciones a las de ahora, las instituciones se abrieron a la intimidad de las familias y los docentes. Fue una experiencia muy rica, que todos los días nos sigue sorprendiendo.

  • ¿Dónde ubicas la gestión de la Secretaría de Educación Municipal?

También tenemos autoridades nuevas en la Secretaría de Educación. Teníamos que congeniar para trabajar si o si. Desde un primer momento, si bien respondemos a la DIPREGEP, tuvimos que optimizar muchísimos recursos. Organizarnos con los papeles y requerimientos que teníamos que ofrecer, y organizar múltiples situaciones, lo administrativo, lo pedagógico, la contención a los docentes, cómo íbamos a organizar los desplazamientos, aperturas o no de servicios. Logramos un buen trabajo, de respeto, se generó una cadena de confianza entre nosotras como supervisoras; tanto el Secretaría de Educación, como el Director de Educación y la Directora General tuvieron que confiar de arriba para abajo, y de abajo para arriba. Gratamente, tenemos mucha comunicación y noto que todos vamos empujando para el mismo lado. Incluso, tuvimos una indicación clara: que no dejemos a ningún niño afuera y poder llegar, si no se podía con los medios virtuales, acercarnos a la casa, a ver qué sucedía, si podíamos ayudar. Hoy, puedo decir que llegamos a los 4996 alumnos y alumnas.

  • De tu proyecto de supervisión, ¿cuánto pudiste hacer y reconvertir a la virtualidad, y cuánto te quedó en el tintero?

Yo le dije a mis compañeras: ‘Miren si se nos hubiera ocurrida esta problemática de concurso’. Desde mi perspectiva, este año quería trabajar en la capacitación y contención en la conformación de los nuevos grupos, cuestiones de género y la ESI en las instituciones. También, seguir profundizando las áreas. No creo que se haya perjudicado, sino que se enriqueció. Fueron tantas las puertas que se abrieron que la capacitación es continua; se diversificó en aprender sobre los medios y la tecnología y en profundizar y seguir estudiando prácticas pedagógicas y propuestas de trabajo. Se generaron grupos de trabajo dentro de los equipos, específicamente vamos a trabajar cómo hacemos con los niños que egresan este año y qué vamos a hacer con aquellos que ingresaron con necesidades especiales de acompañamiento pedagógico. También, cómo vamos a evaluar a las docentes y directoras que van a titularizar. Vamos a capacitarnos en cosas que nos van surgiendo, por ejemplo cómo organizar una secuencia de enseñanza pero donde el centro no es el contenido sino el sujeto que aprende en la casa. Son todos desafíos. y agradezco a todos por el empuje que ponen. Creo que mi propuesta de diciembre fue chiquita en comparación a lo que logramos hasta ahora.

  • ¿Crees que esto va a implicar una reforma en el sistema educativo, en cuando a estructura y modalidad?

Para mi nivel, es difícil pensarlo. Si coincidimos que logramos un conocimiento de nuestras comunidades en un mes, que no hubiésemos logrado adquirir en tiempos presenciales por las demandas del período de inicio en los jardines de infantes. Llegamos a conocer a cada una de las familias. En mi caso como supervisora, que recorrer todo me lleva tres meses de trabajo, en 15 días puedo decirte que reconozco los nombres de mil familias.

Respecto a la enseñanza, no puedo imaginarla de modo virtual porque necesitamos cuerpo, abrazos, besos, jugar con el otro. Tendremos que aprender si volvemos a las aulas a jugar diferente y en eso, no vamos a ser nosotras quienes enseñemos, sino lo chicos.

  • ¿Crees que estos dispositivos para conocer más profundamente a las familias permiten, cuando se vuelva a la precensialidad y para años posteriores, se mantendrán para colaborar con las familias?

Si, por supuesto. El aprendizaje que estamos teniendo es inigualable. Lo que hicimos en 30 días, nos hubiera llevado 5 años de trabajo. Igualmente, hay algo que es un detalle: nosotros generamos estadísticas mensuales de asistencias en cuanto a conectividad. Si eso lo comparemos con presencias y ausencias que hubiera habido en marzo y abril, tuve más presentismo que si hubiera habido clases. Porque al alumno que no podíamos encontrar, la maestra fue y le llevó la bolsa de materiales, insumos.

  • Entonces, todo este trabajo de coordinación ha sido muy valioso en cuanto a todo lo que se pudo compartir. Lo presencial nos permite la cercanía pero a veces el compartir todas estas actividades y propuestas para alumnas entre todas las instituciones y docentes, no se producen tan fácilmente como ahora.

Eso es cierto. Tener espacios comunes donde todos puedan tener acceso, en Facebook, del Municipio, se generó este apartado donde se suben propuestas, y también tenemos un sitio virtual para subir el material que se genera. No queremos perder eso. Los teléfonos están colapsados con imágenes y videos, hay cosas que conmueven, inéditas, propuestas de trabajo únicas. Somos intesas y si fuera por nosotras, tendríamos un sitio solo para nivel inicial.

Se está trabajando muy bien en Superior, en Formación Profesional, en el nivel secundario, primaria, en la modalidad de Psicología, donde no solo atendemos lo pedagógico, sino que acompañamos y asistimos a nuestras comunidades, y el nivel inicial, con sus 33 jardines está al lado de cada familia y asumió un compromiso sociocomunitario, que supera lo pedagógico, de los cuales 28 hacen campañas autogestionadas para obtener recursos y alcanzar a cada familia que lo requieran, tanto víveres y artículos de librería. No creo que esto, desde otras gestiones, se esté llevando a cabo.

  • ¿Cómo es el proceso de evaluación? En este periodo, no se puede evaluar de la misma manera para el mismo procedimiento, el proceso de aprendizaje de los y las niñas.

En nivel inicial, somos privilegiados en muchas cosas, entre ellas, las formas de evaluar. Nosotros evaluamos las aproximaciones a los contenidos que realizan nuestros alumnas y alumnos. Para eso tenemos todo el ciclo para alcanzar esos contenidos que se fijan para el nivel. Obviamente en este momento no podemos llegar a hacer una apreciación de todas las áreas y contenidos. Por ello, pasamos a la fase 4, estamos pensando en una manera de generar alguna estrategia para realizar algunos registros de las propuestas que se hacen a los niños y las niñas con sus familias. Ya se generaron dispositivos para ello; mientras un nene hace una actividad, la maestra previamente hace un video explicándole al padre, qué le va a proponer a los chicos y qué tiene que observar, y luego lo anote un papelito y mande foto de ello. Por otro lado, pensamos en generar para todos algún tipo de dispositivo donde podamos pedirles a las familias que sea cómplices de esas miradas, como expresión oral o cómo realizaba una oración en el inicio del ciclo y ahora. Necesitamos a la familia. En un momento, también generamos estrategias para que esa familia tenga ganas de ver a la maestra todos los días y ampliamos las propuestas para preguntarles a las familias qué querían hacer. A través de los intereses de las familias, mandábamos propuestas pedagógicas, por ejemplo, se armó entre 3 instituciones, que involucró un Centro de Formación Profesional, un Secundario y un Jardín una circulación de recetas, con videos explicativos, muestras.

Para concluir, Silvia Lettieri, inspectora del nivel inicial del Sistema Educativo Municipal de General Pueyrredon, dijo lo siguiente: «Todos estamos en esta pandemia. Eso también es una situación particular porque a veces atendemos una situación de emergencia en un barrio vulnerable pero yo en mi casa no tengo carencias; y en esto tenemos días, porqué también estamos atravesados por situaciones personales. Estamos en un lugar privilegiado, que es el de dar. A mi no me falta nada y de este lado de la pandemia, me toca ayudar y agradezco eso. Todos los equipos directivos y maestras lo tomaron. Si estamos bajoneadas, nos mandamos videos, hacemos propuestas, hasta música, nos disfrazamos. Somos humanos comunicándonos. Yo les muestro mi casa, ustedes me muestran la suya. Es un nivel maravilloso y no dejo de destacar que esta experiencia que se está generando en nivel inicial, específicamente, que son muchas, es una red muy particular y hay sintonía de trabajo tan acorde, un proyecto institucional tan amplio y coordinado entre los establecimientos que nos enriqueció. Soy optimista».

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