Las tomas en los colegios porteños comenzaron el 26 de septiembre. El primero en iniciar esta medida fue el establecimiento Mariano Acosta y luego se sumaron 11 instituciones. Actualmente el conflicto cesó, pero los estudiantes continúan con los reclamos que no fueron solucionados por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

El pasado martes, aún eran cinco los colegios que continuaban tomados y, en ese contexto, decidieron marchar hacia la Jefatura de Gobierno para visibilizar las problemáticas que estaban viviendo y buscar una posible solución. El lema bajo el que se movilizaron fue “Unidad estudiantil en defensa de la Educación Pública”.

Actualmente, las tomas de las instituciones fueron levantadas. Si bien los reclamos al Ministerio de Educación no se solucionaron la comunidad de las escuelas que habían sido tomadas en un principio, decidieron levantar la toma para poder continuar estudiando.

En un comunicado a través de sus redes sociales, el centro de estudiantes del Lengüitas, uno de los últimos colegios en levantar la toma explicó: “El levantamiento de la medida significa el comienzo de una nueva etapa, que seguirá con nuestros mismos objetivos de mantener un diálogo real y resolutivo con el Ministerio, garantizando nuestra participación en los proyectos que nos afecten como comunidad”. En este sentido, agregaron: “Este resultado, lejos está de determinar que la lucha finaliza, significa todo lo contrario. Nuestra herramienta de movilización está más fuerte que nunca y nuestros reclamos deben ser escuchados”.

La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, declaró que tomar las escuelas no era la forma de iniciar un diálogo y enfatizó en la importancia de defender el derecho a la educación. Además, expresó: “Vamos a seguir dialogando con los estudiantes como lo hicimos durante todos estos años de gestión (…) también vamos a seguir firmes respecto de los límites que supone la convivencia democrática”.

Las tomas concluyeron luego de dos semanas de reclamos. El lunes 26 de septiembre fueron tomados 12 establecimientos educativos porteños por sus estudiantes, debido al ausentismo de los docentes, el estado de la infraestructura, y la escasez y bajo valor nutricional de las viandas que son otorgadas.

Según el vicerrector del colegio Mariano Acosta, que fue donde se originaron las tomas, en diálogo con el programa “Y ahora, ¿quién podrá ayudarnos?”, de Radio con Vos: “El sistema por el cual los docentes faltan, no tiene que ver con los gremios, tiene que ver con la modalidad que crea el gobierno de la Ciudad cuando un docente tiene que faltar o pide una licencia”.

Con respecto al estado edilicio, declaró: “Se caen los vidrios, se caen las puertas, se inunda, hay situaciones edilicias que hacen que tengamos que clausurar aulas, y cuando hacemos los pedidos correspondientes, la empresa de mantenimiento nos plantea que no tiene personal”.

A estas problemáticas se sumaron los robos en los colegios. En la Escuela Normal 1 notificaron siete robos y, según las declaraciones de la institución, las autoridades no hacen nada. Por su parte, la policía, luego de dos días de toma, ingresó a los colegios para identificar a los alumnos y acercarse a los domicilios de los involucrados para notificar a los padres.

El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se negó a negociar mientras continuaran las tomas. Las posturas de los estudiantes eran diversas, si bien algunos se mantenían firmes, otro grupo expresaba que se cercenaba su derecho a estudiar, ya que si bien los reclamos son válidos no comparten la metodología elegida.

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