La Escuela 74 sufrió cinco robos en una semana a manos de delincuentes que se llevaron más de 30 computadoras, matafuegos y gran cantidad de elementos de cocina. “Lo que no entienden es que le roban a los chicos porque son ellos los que se quedan sin las posibilidades”, expresó la directora de la Escuela de Verano que funciona en el establecimiento.
La Escuela Provincial N° 74 “Carlos Fuentealba”, ubicada en Intendente Eduardo Peralta Ramos 2730, fue víctima de cinco robos en una semana. El último de los ingresos fue en la madrugada del viernes, cuando forzaron una ventana distinta a la que habían elegido en las otras entraderas, que también sucedieron de madrugada, aún cuando el lugar posee alarma.
Brenda Lageman, directora de la Escuela de Verano en este establecimiento, detalló en el programa Noticias y Protagonistas: “Yo ya pedí a la policía un refuerzo, que se pueda mandar un móvil policial para hacer algún rondín pero dicen que están escasos de patrulleros y con poco material para poder brindarnos seguridad y, de esta manera, la escuela la verdad es que está siendo vaciada. Ya ollas no tenemos, coladores y ralladores tampoco, los cucharones también desaparecieron, las asaderas industriales. Los chicos ya no pueden recibir una comida de producción y deben conformarse con sanguchitos porque no tenemos insumos. Si continuamos así, no vamos a poder sostener el comedor y es una comunidad que lo necesita”.
En uno de los tantos ingresos, se llevaron 28 computadoras de las disponibles para los estudiantes, en tanto al día siguiente lograron acceder al lugar de guardado y se llevaron otras siete, además de dos matafuegos. “La verdad que es tristísimo ver la violencia con la que ingresan. Es agotador todos los días llegar a la escuela, verla en esas condiciones y tener que recibir a los chicos intentando que ellos vean lo mínimo posible”, expresó Lageman.
A su vez, declaró: “Tenemos una huerta en la escuela que se va trabajando durante todo el año y que también está siendo saqueada. Teníamos frutales muy lindos y los alumnos los cuidaban, pero van desapareciendo. Lo que no entienden es que le roban a los chicos porque son ellos los que se quedan sin las posibilidades”. Y agregó: “A medida que van ingresando van rompiendo las bibliotecas porque las usan como soporte para poder bajar o subir de las escaleras y nos queda menos material para poder seguir trabajando”.
En lo que respecta al accionar del Consejo Escolar, señaló: “Yo recibí buenas respuestas, la verdad que me ayudaron y me acompañaron, pero también los excede porque no tienen otros recursos para poder actuar. Es cierto que cuando yo pido el arreglo de una ventana, vienen a arreglarla, pero refuerzan una e ingresan por otra”.
Por último, la directora de la Escuela de Verano hizo un llamado a la solidaridad: “Quizás podemos conseguir alguna donación, sobre todo, para poder volver a cocinar. También si alguien nos puede dar una mano para reforzar las ventanas o reponer computadoras, toda la ayuda que se pueda recibir es bienvenida. Se pueden acercar a la escuela de 9 a 13 y a partir del 1 de febrero en el horario habitual”.