En el corazón de la Escuela Cooperativa Amuyen, una iniciativa educativa singular cobra vida, la cooperativa escolar “Caryay Mitaí”. Este proyecto, gestionado íntegramente por sus propios alumnos, se convirtió en un pilar fundamental para el desarrollo de valores cooperativos y habilidades de gestión entre los jóvenes estudiantes.
Desde la fundación de la Escuela Cooperativa Amuyen, fue una preocupación y un objetivo organizar la formación en cooperativismo de los y las estudiantes. Es así como, a pocos años de haber comenzado, se promovió la formación de una cooperativa escolar en el ciclo primario y el trabajo bajo dos pilares fundamentales: cooperativismo y constructivismo.
Así nació “Caryay Mitaí”. Este nombre, elegido por votación en asamblea en 1990, tiene raíces mapuches y posiblemente guaraníes, y significa “jóvenes niños”. El objetivo principal de la cooperativa escolar, integrada por estudiantes de cuarto a sexto grado de Amuyen, es integrar a los chicos y chicas en las ideas sobre cooperativismo y educarlos en los principios y valores cooperativos.
En este marco, la profesora Eugenia, coordinadora del Consejo Administrativo y exalumna de la institución, destacó la importancia de esta iniciativa: “La experiencia cooperativa la viví como alumna y como profesora y como coordinadora”. Ella guía a un Consejo de Administración integrado por estudiantes de tercero a sexto grado, quienes son elegidos por votación entre sus compañeros.
Los estudiantes de la cooperativa no solo aprenden a gestionar, sino que también participan activamente en la toma de decisiones. Estas decisiones se toman a través de votaciones en el “libro de consejo”, donde se registran las ideas, discusiones y acuerdos. Entre las propuestas e iniciativas impulsadas por los estudiantes se encuentran ideas para mejorar el patio, como poner una red en el arco y diseñar juegos pintados en el piso, o incluso la instalación de un pizarrón para tareas.
Además de la gestión interna, la cooperativa Tierra Nueva coordina talleres extraprogramáticos que refuerzan los valores cooperativos. Estos talleres, que incluyen ajedrez, manualidades o fanzine, tienen una dinámica horizontal, donde las propuestas surgen de los propios estudiantes. “Los profes coordinamos, en realidad, pero las propuestas salen desde los chicos y chicas”, afirmó uno de los oradores. El objetivo principal de la cooperativa es “educar en el cooperativismo a sus asociados”.
La experiencia de la cooperativa escolar en la escuela primaria demuestra cómo la participación activa de los alumnos no solo enriquece su formación académica, sino que también les proporciona herramientas fundamentales para la vida en sociedad.
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