En Trama Educativa Radio hablamos con Estefanía Di Meglio, investigadora de la Unmdp y Licenciada en Letras, sobre los testimonios de mujeres que sufrieron violencia sexual en los Centros Clandestinos de Detención durante la última dictadura militar en nuestro país.
-¿Cómo empezó esta investigación sobre testimonios de mujeres que sufrieron violencia sexual durante la dictadura militar?
Viene desde hace tiempo, cuando tuve que hacer la tesis de mi licenciatura y tuve que elegir el tema sobre el cual trabajar. Decidí trabajar novelas sobre la última dictadura en Argentina, como reescribían y como se producían esos cruces entre historia y ficción. Tenemos novelas que se escriben en el mismo momento de la dictadura, otras que se escribieron en la pos dictadura y finalmente tenemos, por una cuestión cronológica, la literatura de hijos.
Estuve trabajando algunas cuestiones sobre hijos de exiliados en dos novelas sobre la última dictadura y una vez que termine ese proyecto, que fue la tesis doctoral, tuve que decidir un nuevo proyecto, así que a los tres días de terminar la tesis doctoral elegí el tema. Seguí leyendo, seguí investigando en base a lo mismo, novelas, textos, testimonios en base a la dictadura y la violencia sexual en los Centros Clandestinos.
La verdad que es un tema súper interesante y necesario para trabajar
Estefanía Di Meglio, investigadora de la Unmdp.
-Te despertó la curiosidad mientras hacías las distintas tesis
Si, en realidad las tesis son esas, son proyectos de investigación. Así que mientras hice los proyectos de investigación me fue llevando todo a trabajar este tema que un poco veníamos trabajando también en la parte de docencia porque en las materias en las que estoy un poco con perspectiva de textos, con autores y autoras feministas. Entonces fue todo concluyendo, la parte de docencia y la de investigación.
-¿Haces todo a partir de los libros o luego te vinculaste con las personas que dieron los testimonios o con los hijos?
En general, todo fue en base de los libros. Parto de textos críticos o textos literarios que tienen mucho de testimonial. De hecho el mismo tema muchas veces lleva a no encontrar un lenguaje por lo traumático de las vivencias que se acerca al lenguaje literario. Hay textos que están basados en testimonios de mujeres. En mi caso partí de los textos pero siempre se llega a los autores y autoras y también a personas en diferentes ámbitos, hijos de desaparecidos, exiliados.
Este trabajo que es individual tiene mucho de colectivo
Estefanía Di Meglio, investigadora de la Unmdp.
-¿En qué categoría podes clasificar eso que te dejó enganchada?
Quizás esto de cómo decir, porque son vivencias que muchas veces se llega a decir que no son experiencias, porque las vivencias es algo que nos sucede pero la experiencia es algo que ponemos en el lenguaje. Ya estar en un Centro Clandestino de Detención es traumático y más que se le sume la tortura, el secuestro inicial, la violencia sexual que sufrieron casi todas las mujeres, incluso varones pero se vive de manera distinta por los esquemas de género y por el sistema patriarcal en el que está enmarcado. Va desde insultos o comentarios de índole sexual, hasta la violación, desnudez forzada, todo ese tipo de cosas entran dentro de la violencia sexual.
Esas experiencias tan traumáticas que son tan difíciles de poner en palabras, la literatura trabaja con eso, con como decir de manera diferente al lenguaje que estamos habituados todos los días. Al lenguaje común y corriente. Eso que la literatura trabaja con el lenguaje en las experiencias traumáticas se ve potenciado, como decir, como crear con el lenguaje o recrear esa vivencia que no tiene palabras. Ahí el lenguaje se vuelve posibilidad y al mismo tiempo límite. Se puede decir pero, a la vez, la vivencia o la experiencia es intransferible.
Muchas veces cuando los sobrevivientes salían de los Centros Clandestinos de Detención no le querían contar a sus familiares lo que habían vivido porque no querían escuchar, o querían escuchar pero no estaban preparados para esa escucha. Entonces ahí son todas unas condiciones de posibilidad que a veces no se dan, no solo para decir, si no, también para escuchar. Algo básico de la comunicación. Tener a alguien que nos escuche. Cuando esas vivencias son tan traumáticas o son situaciones límites lo que se complica no es solo el decir si no la escucha. En ese sentido me interesa trabajar esa forma del decir.
-¿Este tema lo logras llevar al aula?
Estoy en introducción a la literatura que es una materia de primer año y en otra materia que está en tercero, cuarto y quinto año, como que es más flexible el plan en ese sentido. Es algo que siempre surge, más allá de que a veces no este explícitamente en el programa de las materias. Es algo que si no surge de mi, surge de los y las estudiantes mismos. Por esta cuestión de que la dictadura, sabemos que fue desde el 76 al 83, pero esa es una fecha histórica, cronológica, en realidad la dictadura, los diversos mecanismos o procesos de la dictadura, continúan hasta el día de hoy. Porque fue un plan sistemático que se introdujo en lo social, en lo individual, en el miedo, en el terror, en el silencio.
En este sentido, como está tan presente en la sociedad de hoy surge en las clases aunque uno como docente no lo proponga. Además, tenemos en una de las materias una parte de enfoque y perspectiva de género, entonces es bastante articulada con estos testimonios y estos textos por eso es algo que se puede trabajar en las aulas.
-¿Hacia donde queres llegar con la investigación? ¿Cuál es el objetivo?
La investigación está en una fase inicial pero la idea es darle la mayor difusión posible. Entonces más allá de esta etapa inicial, es que se conozca. Violencia sexual en los Centros Clandestinos de Detención siempre fue un tema tabú porque las mujeres que la sufrieron eran acusadas o las catalogaban como amantes de los represores, de los genocidas, de sus propios victimarios. Muchas mujeres no se animaron a denunciar porque siempre rigió este paradigma estigmatizante de la víctima. El qué tenías puesto cuando te acosaron en la calle, o te violaron, esa pregunta que es bastante paradigmática responde al paradigma culpabilizador o estigmatizante.
En ese sentido hay que empezar desde abajo. Las mujeres que habían sufrido violencia tenían que decir “yo fui víctima, no fui colaboradora o traidora”. Y muchas veces ni ellas lo sabían, porque muchas veces ellas se sentían que habían sido colaboradoras por estar en esa situación. El pasado reciente y las luchas por la memoria se conecta mucho con el presente. Porque las luchas por el pasado reciente, la lucha de las madres o de estas mujeres, se conectan bastante, por ejemplo, con la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Hablamos de algo que pasó hace cuarenta años pero conecta mucho con el presente.
Entonces, el proyecto apunta un poco a eso. A poder conectar con debates y dilemas que se dan en el presenta. Cuando yo lo hablo con otros investigadores o gente dicen que es cierto. Entonces se empieza a deconstruir desde el uno a uno, a partir de hablarlo y de que las mujeres podamos conectar con nuestras propias experiencias.
Para escuchar la entrevista completa: