En Trama Educativa Radio en el contexto del 2 de abril, Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas, entrevistamos a Pablo Melara, profesor en Historia, para hablar de su libro “Solo contra el Imperio” que relata las vivencias del submarino ARA San Luis en la Guerra de Malvinas.
-¿Qué sucedió con el ARA San Luis? ¿En qué contexto se dio el libro?
El contexto de producción comenzó hace mucho tiempo, la investigación la comencé en el año 2012 y fue mucho tiempo de investigación. No fue un recorrido recto, tuvo muchas idas y vueltas, que es parte de una investigación, y fue gracias a la pandemia que tuve el tiempo suficiente para encerrarme y avanzar. Había hecho un gran número de entrevistas, y fue el momento de investigar primero las fuentes primarias. El libro tiene 16 entrevistas a submarinistas del San Luis, tiene dos diarios de guerra, informes secretos que presentaron algunos tripulantes en la armada argentina y la Biblioteca de libros. Fue el momento propicio para escribir. La idea del libro es hacer un acompañamiento a lo que fue la experiencia bélica del submarino San Luis, esto es desde el 11 de abril que parte de la Base Naval Mar del Plata, hasta el 19 de mayo que vuelve a Puerto Belgrano.
Lo que me pasó con esta historia desde la primera entrevista es que me enamoré y esto es muy peligroso para el investigador. Pero la verdad que me atrapó, no sabía qué y eso por ahí fue lo que dificultó el recorrido académico, pero el submarino San Luis tiene ciertas particularidades que yo trato de destacar en el libro.
Entra en combate el primero de mayo cuando las islas son atacadas por aviones ingleses, un poco es el bautismo de fuego de la fuerza aérea, de las fuerzas terrestres, y el submarino San Luis no va a ser la excepción. Ellos tienen mucho problemas técnicos que comienzan a vislumbrarse en la travesía a Malvinas, pese a eso, y lo que yo destaco es la decisión de su comandante Fernando Azcueta de atacar pese a eso y que luego del 2 de mayo, del hundimiento del crucero General Belgrano, va a ser la única nave de guerra que va a atacar abiertamente a la flota británica.
En este sentido, lo va a hacer durante 3 oportunidades. Tiene problema en los torpedos, en la computadora de control tiro y esto hace que sus ataques sean fallidos. Yo lo que más destaca son sus tácticas defensivas. El primero de mayo, por ejemplo, está más de 20 horas bajo el asedio del fuego inglés, torpedos, bombas de profundidad y esto me toma un tiempo largo relatarlo a partir de testimonios de los tripulantes. Y el San Luis, increíblemente, logra salir victorioso de eso. En frente está el imperio británico, la tercer flota, en ese momento, en importancia, especialista en agarre antisubmarina.
-¿Cómo fueron reflejados en los medios de comunicación los hechos de ese momento?
En primer lugar fue el caer a la realidad que estábamos en guerra. Si bien había empezado con ataques en Georgia el 30 de abril, el primero de mayo comienza la guerra en Malvinas. Hasta un día antes se esperaba que iba a haber una salida diplomática. Es una guerra en una isla lejana y nosotros estábamos en dictadura, así que, todo eso tuvo que haber contribuido en que la verdad haya sido manejada de ciertas maneras y que no nos enterábamos fehacientemente de los hechos que pasaban. Esto se profundizó mucho más en el submarino, porque el silencio es la herramienta fundamental que tiene. O sea, cada tanto iba trasmitiendo a su base, de la base pasaban información a sus familiares y a los medios de comunicación, pero la verdad que de la actuación de los submarinos se supo bastante poco. Sí del Sata Fe cuando queda fuera del combate pero del San Luis se supo bastante poco durante la guerra. Tampoco se supo mucho de Salta y Santiago del estero que también participan.
Una de las cosas novedosas que tiene el libro es un diario de guerra. Un submarinista tiene momentos de trabajo y muchos momentos de descanso. Y mucho tiempo que hay que llenar la cabeza y hacer alguna otra actividad, y dos se habían dedicado a hacer un diario de guerra día por día de todo lo que pasaba, también de la información que le llegaba a ellos de la guerra.
-Hablando de la poca experiencia que tenían quienes combatieron, ¿qué pasaba en el caso de los submarinistas?
Bueno fue una experiencia acelerada. Una de las cosas que destacan muchos generales americanos es eso, que podes tener el mejor entrenamiento, pero cuando cae la primer bomba es otra experiencia. El submarino San Luis se encontraba en 1982 con personal nuevo, la gran mayoría se estaba aclimatando a esta nueva nave. Por ahí venían de otros submarinos como el Santa Fe o el Santiago del Estero que son muy diferentes. Estaban dando sus primeros entrenamientos en frente a la costa de Mar del Plata en marzo, allí sucede el incidente de Georgias del sur 19 de marzo, lo llaman que vuelva a base y en breve había que alistarse para ir a una guerra.
Desde el 11 de abril hasta el 1 de mayo se comienza a alistar a la tripulación a hacer permanentemente maniobras de entrenamiento de todo tipo y poner la nave en el mejor estado posible para una eventual guerra. La experiencia se nota muchísimo luego del 1 de mayo, ya cuando habían tenido su bautismo de fuego esto se destaca mucho, sobre todo en el testimonio del Comandante Azcueta, ya la tripulación es de otra manera, ya tiene experiencia de guerra y eso se nota mucho en los ataques del 8 y el 10 de mayo. Yo creo que el entrenamiento de esa fuerza es la adecuada, en ese momento había muchas zonas de navegación y luego del 1 de mayo es comenzar con la experiencia de la guerra.
-¿Cómo fue la repercusión de los testimonios al leer el libro?
El libro me llega en diciembre, en un momento que uno normalmente empieza a vacacionar, me llega la feliz noticia de que comienza el recorrido del libro. Y la verdad el primer miedo que uno tiene es la opinión de los protagonistas. Porque yo no soy militar y mucho menos submarinista, yo puedo poner toda mi voluntad por tratar de imaginar eso, leí muchísimas fuentes, entrevisté, pero es otra cosa. Lo que más contento me dejó fue cuando comenzaron a llegar los comentarios. A muchos yo no los había visto en los últimos 8 años. En enero y febrero empezaron a llegar testimonios y la verdad que fueron muy bien recibidos. Y ahí es como que uno se queda tranquilo, me pasó con los dos libros. Tanto con los buzos como con los submarinistas es eso, uno ingresa a otro mundo y tiene que tratar de reflejar eso de la manera más cercana posible.
Entrevista completa:
-¿Cómo se vive este particular 2 de abril con este gobierno nuevo en la comunidad de ex combatientes?
Siempre es rico estar ahí con los veteranos, pero uno no pierde el oficio y también va analizar los discursos, lo que se va a decir y lo que no. Seguramente en esto va a incidir el nuevo contexto. En el ámbito académico si hay preocupación, no solamente por Malvinas, si no por lo que esta pasando con las universidades, con equipos y proyectos de investigación. Particularmente mi preocupación va más allá de este gobierno porque sentí que estamos año a año un poco más lejos de Malvinas. Yo lo que más destaco es lo difícil que nos está resultado construir una política de Estado, sobre todo el tema Malvinas. No hay solución posible con un gobierno, Milei no va a recuperar las Malvinas en 4 años, pero tampoco lo iba a hacer Alberto Fernández ni Cristina. Esto es algo que tenemos que construir y tenemos que crear coincidencias y un rumbo hacia donde ir, en materia de educación, en materia de defensa, de investigación y un montón de cosas. Ha habido avances pero hoy está todo en discusión y también con los países que somos aliados o no, en el tema Malvinas es fundamental y eso sí se está viendo mucho en esta administración. Países que nos habíamos acercado y que apoyaban la causa Malvinas, ligeramente hoy estamos en lugares distanciados.