El Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de las Malvinas es una fecha de conmemoración de Argentina en la que se recuerda y homenajea todos los 2 de abril a quienes dieron la vida defendiendo la soberanía sobre las Islas Malvinas.
El 22 de noviembre del 2000, el gobierno nacional estableció el 2 de abril como el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas a través de la Ley 25.370. De esta manera, quedó derogada la Ley de facto 22.769, del 28 de marzo de 1983, que había instituido en esa fecha el “Día de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur”.
En el momento que se inició la guerra, en el país había una dictatura militar que, desde el 24 de marzo de 1976, llevó adelante una política represiva denominada terrorismo de Estado. En 1982, en medio de una crisis económica y un creciente desgaste del gobierno de facto, la Junta Militar consideró que la recuperación de las Islas Malvinas era una posibilidad para lograr el apoyo de la población.
Esta guerra interrumpió una tradición diplomática que Argentina sostenía desde 1833, el año de la usurpación británica, y que se había intensificado desde 1965 en adelante. Por eso, una forma de resumir el significado del conflicto, es decir que se trató de una causa justa desarrollada en un contexto injusto e ilegítimo.
El 2 de abril de 1982, una fuerza conjunta argentina desembarcó en las cercanías de Puerto Argentino y, luego de algunos combates, recuperó las islas. La Junta Militar creía que esto obligaría al Reino Unido a entablar una negociación por la soberanía de las islas. Sin embargo, no sucedió. A los tres días del desembarco, Gran Bretaña envió una flota de guerra poderosa -la más grande desplegada por ese país desde la Segunda Guerra Mundial- dando inicio al conflicto bélico que se extendió durante 74 días.
El 1 de mayo de 1982 aviones británicos bombardearon el aeropuerto de Puerto Argentino y un día después, un submarino británico torpedeó y hundió al crucero argentino ARA General Belgrano, que estaba fuera de la zona de combate. Allí murieron 323 de sus tripulantes y más de 700 lograron ser rescatados con vida. A partir de entonces, se desvaneció toda posibilidad de negociar una salida diplomática al conflicto.
En las islas, los combatientes sufrieron todo tipo de imprevisiones debido a las condiciones climáticas hostiles: frío, viento, lluvias de otoño, terreno húmedo que se agravaron por la falta de equipamiento, abrigo y comida, entre otros.
Más del 70% de los soldados alistados por el Ejército y la Marina eran conscriptos, es decir, jóvenes de todo el país y de distintas clases sociales que tenían entre 18 y 20 años y que habían realizado el Servicio Militar Obligatorio. También participó un grupo de mujeres que integró las tropas argentinas, en su mayoría, como personal sanitario civil de las distintas fuerzas.

¿Por qué las Malvinas son argentinas?
“Las Malvinas son argentinas” es una frase que se usa con frecuencia para reafirmar la soberanía y como forma de reconocerse como parte de una comunidad nacional. Esta frase se puede argumentar desde tres aspectos: argumentos históricos, geográficos y jurídico-diplomáticos.
El Estado argentino sostiene que hasta la Revolución de Mayo de 1810 los territorios de las islas estaban bajo la jurisdicción de la corona española. Con la Declaración de Independencia de 1816, pasaron a formar parte de las Provincias Unidas según el uti possidetis iure, un principio del derecho internacional que establecía que los nuevos estados debían conservar las áreas de los territorios antes dependientes.
Los sucesivos gobiernos surgidos a partir de la Revolución de Mayo ejercieron actos de soberanía sobre las Islas:
- El 6 de noviembre de 1820 se tomó posesión de las Islas Malvinas y se izó por primera vez la bandera creada por Manuel Belgrano.
- En 1824 fue nombrado gobernador de Malvinas, en representación de la provincia de Buenos Aires, Pablo Areguatí, un descendiente de guaraníes. Tenía la misión de protegerlas de incursiones ilegales.
- En 1829 se creó la Comandancia Político Militar de las Islas Malvinas. Luis Vernet fue nombrado comandante. Entre sus tareas estaban la administración política, el desarrollo económico, el poblamiento y la defensa del archipiélago.
La población instalada en las islas, en Puerto Luis, tenía una composición similar a la de las unidades productivas bonaerenses, ya que estaba conformada por colonos, gauchos, indígenas y afrodescendientes que trabajaban en tareas domésticas, de construcción, domesticación de ganado y pesca.
El 2 de enero de 1833 este proceso fue interrumpido cuando los británicos invadieron las islas y desplazaron por la fuerza a la población allí instalada, un hecho que constituyó una violación a la integridad territorial del país y dio inicio a un enclave colonial que se perpetúa hasta el presente.
En cuanto a los argumentos geográficos, hay dos aspectos fundamentales que los sostienen. Uno de ellos es la proximidad de las islas respecto de las costas de la Patagonia argentina y la enorme distancia que las separa de Gran Bretaña, unos 13 mil kilómetros. Esto fue señalado en 1964 por José María Ruda, representante argentino en el III Subcomité de Descolonización de Naciones Unidas, cuando presentó el alegato que lleva su nombre: Alegato Ruda.
“El futuro de estas Islas, separadas de la República Argentina, está fuera de toda lógica y realidad. Geográficamente, se encuentran cerca de nuestras costas patagónicas, gozan de su mismo clima y tienen una economía similar a nuestro sur. Se encuentran enclavadas en plena plataforma continental, que por el Derecho Internacional, después de las Convenciones de Ginebra de 1958, pertenece al Estado costero de pleno derecho”.
Otro de los aspectos es que las islas forman parte de la plataforma continental, un argumento presente en el mismo Alegato. Según la Convención sobre los Derechos del Mar de Naciones Unidas (CONVEMAR):
“(…) la plataforma continental de un Estado ribereño comprende el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas que se extienden más allá de su mar territorial y a todo lo largo de la prolongación natural de su territorio hasta el borde exterior del margen continental, o bien hasta una distancia de 200 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial en los casos en que el borde exterior del margen continental no llegue a esa distancia”.
Desde la usurpación británica ocurrida en 1833, Argentina nunca dejó de hacer reclamos de soberanía a través de la vía diplomática. De esta manera, se logró que la Organización de las Naciones Unidas reconociera a Malvinas como un territorio a descolonizar. Un paso importante se dio en 1960, cuando en el marco de los procesos de descolonización de Asia y África, el organismo aprobó la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales (Resolución 1514), un texto que instó a poner fin a todos los colonialismos existentes.
En esta Resolución se establecen dos principios para terminar con la colonización: el de autodeterminación y el de integridad territorial.
El principio de libre determinación que confiere a los pueblos el derecho de instituir su propio gobierno no puede aplicarse para el caso de Malvinas dado que se trata de una población que fue implantada después de expulsar a la que vivía allí. Por lo tanto, lo que fue colonizado fue el territorio de las islas y no la población. Por eso, para el caso Malvinas se aplica el principio de integridad territorial, que dice que ningún Estado puede constituirse sobre la base de la violación del territorio de otro Estado preexistente.