Lic. Jennifer Lucchelli Woollands

Adscripta Graduada Grupo HISA

El sitio web GLOBOCAN (Global Cancer Observatory – Observatorio Global del Cáncer en español) perteneciente a la Organización Mundial de la Salud. Tales estadísticas reflejan una realidad compleja respecto a la noción de aumento de la esperanza de vida (sea en la República Argentina, como en otros países). Lo cierto es que dicha coyuntura fue representada por los distintos recursos audiovisuales, entre ellos, el cine.

Para Alfredo Menéndez y Rosa Medina, la cultura como elemento reproductor (y de intercambio) de significados, actúa como un tópico importante a la hora de comprender el vínculo cine – cáncer / ficción – realidad. Focalizado en el aspecto médico, existe una clasificación en tres para comprender su abordaje: las películas puntuales (con alusiones a la enfermedad), relevantes (que mostraban el proceso mórbido en el que se desenvolvía alguno de los protagonistas) y argumentales (la enfermedad forma parte del argumento central del film).

A lo largo del tiempo, las imágenes y las representaciones, de acuerdo al ordenamiento mencionado previamente daban cuenta de la potencialidad de las neoplasias para el espectador, pero también para el médico especialista y su necesidad de relacionarse de determinadas formas con el paciente. La trayectoria histórica no ha escapado de ninguna manera al comportamiento de las neoplasias durante el siglo XX, cuestión que también pudo vislumbrarse en muchas obras cinematográficas.

La situación reflejada no siempre corre el mismo sendero que la medicina. Por ejemplo, en el cine se han retratado cánceres óseos, cerebrales o sanguíneos, cuya manifestación física era prácticamente imperceptible a ojos del espectador. Para algunos autores, por ejemplo, la película Love Story de 1970 (protagonizada por Ryan O´Neal y Ali McGraw), no reflejaba necesariamente el contexto de la leucemia en el período, sino un drama construido para llorar por lo que se vendría en la narrativa (libro de Erich Segal), en palabras de J. González de Dios, M. Tasso Cereceda y B.Ogando Díaz, “… Una de las historias de amor por antonomasia en la historia del séptimo arte, con esa frase lapidaria de “amor significa nunca tener que decir lo siento”… se casan en contra del consentimiento familiar. Al estudiarse por no poder tener un hijo conocen que ella tiene leucemia… desencadena una historia lacrimógena y precede un final trágico…” (De Dios/Tasso/Ogando: 2012, 47).  En los próximos artículos se indicarán otros productos cinematográficos y si tienen otros sentidos al de Historia de Amor.

Bibliografía

  • Globocan: https://gco.iarc.fr/
  • GONZÁLEZ DE DIOS, J. TASSO CERECEDA, M, OGANDO DÍAZ, B. La mirada del cine al cáncer (I): arte, ciencia y conciencia. Red. Pediatr. Aten. Primaria, 2012, pp. 41-55.
  •  ICART-ISERN, M, ROZAS – GARCÍA, M, SANFELIU-CORTES, V, VIÑAS LLEBOT, H, FERNÁNDEZ – ORTEGA, M, ICART, M.C. El cáncer en el cine. Un recurso para los profesionales de la salud. Educ. Med. 2009, Barcelona, pp. 239 – 246.
  • MENENDEZ, Alfredo y MEDINA, Rosa. Cine, historia y medicina, en: CASADO DE ROCHA, A. y ASTUDILLO, W. (Eds). Cine y Medicina en el final de la Vida, Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos, 2006, pp. 56-58.

El presente artículo refleja la opinión personal de su autor y no corresponde necesariamente a la línea editorial de Trama Educativa.

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