El análisis de pinturas sobre paredes de la ESMA para detectar mensajes ocultos y las pericias sobre tambores donde se encontraron cuerpos de desaparecidos, son sólo algunos ejemplos del trabajo que está realizando el INTI para contribuir en procesos de Memoria, Verdad y Justicia.
Desde la creación de un banco de datos genéticos para encontrar a niños nacidos en cautiverio durante la última dictadura cívico-militar hasta la identificación de restos óseos de desaparecidos, la ciencia y la tecnología han sido aliadas clave para el esclarecimiento de delitos que atentan contra los derechos humanos.
A partir de un convenio entre la Secretaría de Derechos Humanos y el INTI, se fortalecerá la cooperación y asistencia en líneas de trabajo vinculadas al Archivo Institucional de la Memoria creado recientemente con el objetivo de recuperar datos, documentos (normas, leyes, legajos), testimonios y toda información que permita reconstruir la historia de los trabajadores durante la última dictadura cívico-militar.
“El acuerdo también permitirá fortalecer el aporte de nuestras capacidades tecnológicas en causas que aún siguen abiertas y contribuir en el proceso de justicia”, destaca Geneyro. Un antecedente en este sentido, es el trabajo que realizaron especialistas del área de Procesos Superficiales del INTI para analizar los esquemas de pintura aplicadas en las paredes del espacio ESMA —ex Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio donde pasaron más de cinco mil hombres y mujeres— que se desprendieron y dejaron visibles inscripciones, que podrían revelar datos importantes de personas que estuvieron en cautivero en el lugar.
A su vez, el sector de construcciones colaboró con las pericias del Equipo Argentino de Antropología Forense para la caracterización de tambores metálicos encontrados con cuerpos de desaparecidos en un predio de la localidad bonaerense de San Fernando, en el marco de la causa por el secuestro de un diplomático cubano ocurrido en 1976. Desde su experticia geológica, el INTI realizó una identificación y correlación de los sedimentos terrosos adheridos a los tambores.
«Desde el inicio de nuestra gestión nos hemos propuesto poner al INTI de pie para acompañar un modelo de desarrollo industrial, tecnológico, federal e inclusivo. En ese camino, para contar con una mirada integral, también consideramos el aporte a la agenda de derechos humanos como otro eje central para la soberanía del país», subrayó el presidente del INTI. Agregó también que el Instituto actualmente está apoyando la candidatura del Museo Sitio de Memoria ESMA a la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, que busca dar visibilidad internacional a los crímenes de lesa humanidad cometidos por la última dictadura cívico-militar en Argentina y al consenso social como medio para lograr justicia.
En esta línea, Alejandra Naftal, directora ejecutiva del Sitio de Memoria ESMA, destacó que el convenio firmado hoy resulta trascendental para encuadrar el trabajo conjunto y anticipó que este año se avanzará en varios proyectos entre ambas instituciones.