Entrevistamos a María Marta Ulzurrum, responsable de la Capacitación y Acompañamiento a Trayectorias Académicas de la Secretaría de Educación Municipal del Partido de General Pueyrredon.
—¿Cómo fue tu trayectoria profesional y cuál es tu rol dentro del ejecutivo nacional?
Yo soy Profesora y Licenciada en Ciencias de la Educación, pero mi primer trabajo fue ser maestra recuperadora, en aquel entonces así se llamaba el cargo. Yo digo que esos inicios a mí me marcaron muchísimo porque fue trabajar con los chicos que de verdad necesitaban un maestro para aprender, a mis manos llegaban los que por alguna razón estaban un poquito trabados, entonces esa fue una experiencia que a mí me marcó. Cómo se puede ayudar al otro a aprender siempre y en cualquier circunstancia.
Finalmente llegamos a Mar del Plata y aquí trabajé sobretodo en formación docente. Como yo siempre digo, la formación docente se empieza cuando uno pisa un colegio y tiene tres años y va al jardín de infantes, porque uno empieza a hacerse una idea de qué es eso de enseñar y de cómo se enseña bien. Yo termina nunca, por eso elegimos el nombre de acompañamiento porque es ponerse a la par del otro en su desarrollo profesional.
Yo creo que la preposición «con» es clave, estar con el docente acompañándolo en sus necesidades, en sus intereses, en lo que se demanda y trabajar a la par. Nosotros sabemos que el saber pedagógico está los docentes sólo que a veces no lo saben, por eso en esta área que creamos trabajamos una línea que se llama: nos acompañamos. En las que buscamos un saber que algún sujeto del sistema tiene y lo ponemos en contacto con otros que lo quieren tener.
—¿Cómo fue el proceso de reconstrucción del plan de acción para este año?
Eso fue un shock, teníamos varios proyectos bastante delineados y de repente nos encontramos con esta situación. Pero una cosa que nos pasó fue que no nos paralizó lo más mínimo, al contrario, fue como que nos dio un empujón a decir: hay que repensar las cosas pero seguir haciéndolas. Recuerdo la reunión después que se declaró que la pandemia, Sebastián nos sentó en la mesa de la secretaria y dice «para empezar vamos a abrir un lugar donde todos los docentes nos puedan decir qué les está pasando» y ahí surgió al facebook continuidad pedagógica. Nosotros creamos ese facebook simplemente para estar en comunicación con los docentes, desde este principio que los docentes tienen un saber que es necesario reconocer. Entonces dijimos: no les vamos a decir lo que tienen que hacer, les vamos a decir que nos cuenten qué están haciendo y lo vamos a acompañar en las propuestas que ellos generen.
Ahí mismo también pensamos las primeras dos líneas que se reconvirtieron para armar dos ciclos, el ciclo «encuentros» que es un ciclo con especialistas que sale semanalmente por la fanpage de la municipalidad. Y paralelo a ese el ciclo «experiencias» que es un ciclo donde mensualmente sale una escuela de nuestro sistema a contar algo interesante que está haciendo.
—¿Qué necesidades esperaban encontrarse y qué necesidades realmente se encontraron?
Nosotros teníamos un plan fundada en que todos somos docentes del sistema, entonces de alguna manera teníamos un timing de qué era lo que estaba pasando. Y teníamos previsto un trabajo con una capacitación situada en alfabetización inicial que iba a hacer en las escuelas con los maestros y eso por supuesto no pudo ser. Pero por otro lado hay una línea que la marco Sebastián desde el inicio, que es: nosotros tenemos que estar a la escucha. Entonces cuando llegamos en diciembre nos pusimos a leer las memorias institucionales y ahí detectamos que había muchísimos problemas en las escuelas con la cuestión de embarazos adolescentes, de violencia de género, bullying por cuestiones que tienen que ver con la diversidad y entonces dijimos no, tenemos que hacer un trabajo fuerte con los docentes para trabajar estas cuestiones desde la educación sexual integral. Y entonces una de las líneas fundamentales fue esta la ESI. Entonces eso lo pudimos reconvertir, de hecho están iniciando ahora tres cursos de educación sexual integral completamente virtuales, uno para docentes de nivel inicial, otro para nivel primario y para docentes de nivel secundario.
Y la otra cosa que se nos presentó que no la teníamos tan en las prioridades, fue: cómo enseñamos cuando no tenemos a los chicos dentro del aula. Entonces armamos de entrada un curso que se llama «enseñanzas virtuales para aprendizajes reales» donde tres especialistas de nuestro instituto no sólo enfocan qué hacer desde la virtualidad sino también qué hacer con los chicos que no tienen conectividad y cómo trabajar y emplear los recursos que quedan que se produjeron tanto desde nación como desde provincia para que ningún chico se quede en el camino.
—¿Qué acciones pudieron llevar adelante para estar presentes donde no había conectividad?
Para empezar lo que hicimos fue esto, escuchar, hicimos un relevamiento inicial para saber en cada institución y en cada nivel cuántos niños, jóvenes y adultos tenían posibilidades de seguir por una vía virtual y cuántos no, para para tener claro ese dato y empezar a planear acciones. Y otra cosa que fue asociarnos con otras organizaciones, con otras instituciones de la comunidad, en una línea de trabajo que llamamos «nos acompañamos». Nos asociamos con alguien que quiere hacer algo y que nos va a ofrecer algo a nivel del sistema educativo y lo hacemos juntos. En eso tenemos un programa que se llama Noemí que trabaja en la terminalidad de la secundaria y en la inserción de los chicos en los estudios superiores y también en los lugares de trabajo, y que por ejemplo esas fundaciones nos pueden aportar datos para que los chicos se conecten.
También trabajamos con el programa «tenemos derechos», que era un programa de ADUM con el Centro de Estudios Sociales y Sindicales que consistía en llevar a los chicos a ADUM a hacer talleres. Ellos por ejemplo tomaron otra línea que es hacer cuadernillos y acercarlos a las escuelas, cuadernillos que son digitales y que son impresos. Así que estamos trabajando en primaria con ese proyecto.