En Trama Educativa Radio dialogamos con Cintia Rodrigo, investigadora del Conicet Mar del Plata y delegada del gremio ATE en esta Institución, sobre la situación con respecto a las investigaciones realizadas en estos últimos años, y las paritarias de los trabajadores.
– En los últimos años, ¿se ha podido tener más investigadores y más presupuesto para investigar?
En realidad, la diferencia de la administración del Gobierno de Mauricio Macri, con respecto a la administración actual de Alberto Fernández, que empezó en 2019 y tuvo dos años de pandemia, básicamente es el enfoque que se tiene con respecto a la ciencia argentina. Durante el periodo de 2015-2019 tuvimos un recorte presupuestario, una reducción de los ingresos en todo lo que es el sector de ciencia y técnica. Y durante el periodo de 2019 en adelante, que es lo que estamos atravesando, tuvimos la pandemia.
Entonces, sí, hubo un cambio de actitud con respecto a lo que es el papel que tiene la ciencia argentina, sobre todo a partir de los distintos aportes que se hicieron en muchas disciplinas para pensar y afrontar la pandemia. Y también por una cuestión programática del propio gobierno nacional de dar un lugar diferente y dejar de aplicar las políticas de ajuste.
Ahora bien, desde el punto de vista salarial, estamos en un proceso de muy lenta recomposición. Habíamos llegado a un pico histórico en nuestros salarios, y a partir de 2019, se inició un proceso de lenta recomposición. Pero la verdad, uno de los problemas que tenemos es que nuestras paritarias están atadas a las paritarias generales. Entonces nuestros aumentos son los mismos que tienen todos los y las trabajadoras del Estado Nacional.
Los aumentos salariales que tuvimos siempre estuvieron empatando la inflación o un poquito arriba en estos últimos años, pero no recuperamos la perdida histórica que veníamos teniendo.
«Nuestros aumentos son los mismos que tienen todos los y las trabajadoras del Estado Nacional»
Cintia Rodrigo, investigadora y delegada del gremio ATE del CONICET
– Cuando nombras la pérdida histórica, ¿de hace cuánto tiempo estamos hablando?
En realidad, nuestro máximo pico de ingresos fue en el año 2012, ahí fue cuando tuvimos una mejor remuneración, pero no se recuperó. Venimos en caída desde ese momento. Hay bastantes gráficos que muestran la evolución del salario real, mas allá de las fluctuaciones del peso y las devaluaciones, y recién ahora estamos empezando un proceso de recomposición.
Teniamos un salario mucho más alto en términos nominales y reales, pero fue decayendo, y bajando claramente nuestro poder adquisitivo durante 10 años. Lo que nos sucede también, que como es una actividad que ha tenido una valoración publica, sobre todo a partir de la pandemia, hemos tenido algunos incrementos extra, por decirlo de alguna manera, en algunos ítems del salario.
– Recuerdo que había un refuerzo extraordinario, por la pandemia, y eso era lo que podía llegar a mejorar la pauta, pero todos esos ingresos no eran remunerativos. Por lo cual, ese tipo de incremento, no lo van a ver reflejado quienes se empiezan a jubilar en estos años.
Claro, es un atajo que toma el Gobierno, como para poder jerarquizar de alguna manera la tarea científica, en un ítem del salario que se llama jerarquización. Pero nuestro salario básico es realmente paupérrimo, el ítem jerarquización es el mayor componente del salario. Entonces ahí tenemos esos desbalances. De hecho, ahora en agosto vamos a tener un 10% sobre ese ítem. A veces, anuncian un 10% del aumento salarial, y todo el mundo se entusiasma, y en realidad es un ítem del salario que te aumenta en ese porcentaje, entonces no impacta de la misma manera.
– Durante la pandemia se empezó a visualizar, por ejemplo, que un grupo de investigación generaba productos que impedían el ingreso del Covid al organismo o telas especiales para protección personal, ¿eso se ve reflejado presupuestariamente?
Sucede que algunas de esas líneas de investigación están hechas a partir de convenios con empresas privadas o con universidades, entonces en esos convenios es donde el Conicet suele aportar los recursos humanos y algunas de las instalaciones que hacen a la investigación y el financiamiento para los insumos, y algunas otras cuestiones vienen por parte de las empresas con las que se hacen convenios. Eso redunda en una patente y en la utilización de esa tecnología o ese desarrollo científico por parte de una empresa que tiene un rendimiento.
La respuesta es esa, a veces el financiamiento es un refuerzo presupuestario específico para una línea y otras veces es un convenio que viene con la actividad privada, pero eso fue una parte del trabajo científico que se hizo durante la pandemia.
– ¿Y hoy pasada la pandemia?
Hoy los financiamientos, en general, provienen de la propia institución que es el Conicet, de otras instituciones de ciencia y algunos otros organismos estatales, privados o internacionales.
Desde las agencias nacionales, lo que hay, es una actualización de los montos a partir de la inflación, es decir, las políticas de financiamiento siguen siendo las mismas solo que se actualizan un poco los recursos.
Yo soy titular de un proyecto de investigación, del cual, el subsidio se divide en tres años, y en el primer año tenés disponible un 20% del subsidio. Entonces, te dan un monto, pero con lo que contás en la cotidianeidad es mucho menos. La dinámica del sistema científico sigue siendo la misma exceptuando algunas líneas específicas, como paso el año pasado con las líneas Covid, que fueron una inyección de dinero al sistema.
– ¿Cómo viene la participación gremial, no solamente de quienes ocupan el cargo de delegada o delegado, sino también del resto de los investigadores del Conicet Mar del Plata?
La verdad es que el año pasado hicimos una campaña muy interesante porque tuvimos elecciones en noviembre y participó mucha más gente de la que había participado en las primeras, porque ATE Conicet tiene muy poquitos años, en 2018 fue el primer cuerpo de delegados que tuvimos. En ese sentido estamos muy contentas.
Somos tres investigadoras, y una compañera y un compañero que son personal de apoyo a la investigación, así que tenemos una pluralidad de institutos y escalafones que nos parece súper interesante. Ahora estamos en una campaña de refuerzo de la participación sindical porque en Conicet Mar del Plata solo el 0.5% del personal es afiliado al sindicato, entonces nos parece que es muy importante, para poder generar mejores condiciones de trabajo, incrementar la participación sindical.
– ¿Hay un rechazo a la agremiación?
No hay tradición sindical en Conicet, a nivel país se dice que el promedio es 2%. Es importante empezar a crearla. También hay desconocimiento de cuál es la normativa. Entonces todo esto es una tarea de construcción de conocimiento, y al mismo tiempo, de trasmisión o alguna especie de docencia, con respecto a nuestras compañeras y compañeros, porque hay que construir todo.
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