Entrevistamos a integrantes de la Asociación de Licenciadas en Ciencias de la Educación para conocer más acerca de la institución y su conformación.

—¿Cómo se fundó la institución y quiénes la integran?

Beatriz: Somos un grupo de colegas que en realidad somos graduadas de distintas universidades, trabajamos en distintos ámbitos y de alguna manera nos fuimos conectando a través del trabajo. Si yo te tengo que contar de dónde viene la asociación me tengo que ir al año 1981, en ese momento estábamos egresando de la universidad de Mar del Plata los últimos grupos de la carrera, que ya estaba cerrada por la junta militar. En ese momento empezamos a reunirnos con la idea de formar una asociación pero era una asociación que tenía otro perfil, tenía que ver con esto de seguir formándonos que era algo que la facultad no nos iba a brindar en ese momento.

Todas esas reuniones fueron quedando un poco en la nada y volvimos a reunirnos en la Universidad Nacional de Mar del Plata que convoca, con la restauración de la democracia, a nuevos proyectos, entre ellos el de educación a distancia. Ahí somos varias las que nos incorporamos en  esos primeros años y siempre quedó flotando la idea de hacer la asociación. De todas maneras  a lo largo de toda la carrera fuimos sumando gente de otras universidades que también tenían las mismas inquietudes con respecto a la profesión, por eso para el año 2018 más o menos nos volvimos a sentar sistemáticamente  a pensar esta asociación. Dio para mucho porque otros eran los tiempos, otro era el contexto social y político, ya había varias universidades en la misma ciudad que estaban graduando licenciados y profesores en Ciencias de la Educación, así que volvimos a retomar un  viejo estatuto que había quedado de los años ’80 para conservar su esencia pero lo pensamos en función de este nuevo contexto educativo.

—¿Cómo influyó la reapertura de la Licenciatura en Ciencias de la Educación?

Virginia: Esta idea tiene orígenes hace bastante tiempo, nosotras por ahí las más jóvenes fuimos las que nos incorporamos de estas otras universidades y de alguna manera encontramos un espacio interesante para poder desarrollar nuestro campo laboral. Cuando uno sale de la universidad con el título por ahí tenemos idea de dónde pueden estar nuestros espacios laborales pero muchas veces no, entonces depende también de esto, de empezar a generar espacios de intercambio con los profesionales que van saliendo. Y esta posibilidad de que la universidad nacional reabra la carrera, que la verdad fue algo muy celebrado por toda la comunidad marplatense, nos dio de alguna manera también el espacio de pensarlo y darle un poco más de fuerza.

—¿Cómo las ha interpelado el aislamiento en el proceso educativo?

Adriana: Con respecto a la asociación digamos que nosotros planificamos y tenemos en la cabeza una serie de acciones que no hemos podido concretar en la presencialidad y que estamos tratando de llevar a cabo en la virtualidad. Es así que hace un mes y medio más o menos tenemos un espacio vía zoom de consultas los días sábados de 11:00 a 11: 40, para llevar a cabo esa idea que teníamos de tener una especie de  lugar físico donde los colegas pudieran acudir a llevar sus inquietudes a buscar un asesoramiento, a asociarse. E ir sumando también visiones, experiencias de otros colegas y las demandas que ellos tienen hacia la asociación, porque nosotros tenemos una vida corta desde lo formal, recién el año pasado nosotros logramos constituirnos formalmente con todos los requisitos que se piden y estamos en proceso de incorporar asociados.

Obviamente que hay que cambiar la cabeza con el tema de la pandemia y de la poca posibilidad de lo presencial pero en muchas de nosotras tenemos un training en ese sentido porque hemos trabajado en educación a distancia y en educación virtual durante largos periodos de nuestra práctica profesional. Se trata también de ir innovando y de ir desafiando a lo que el contexto nos ofrece, que en este momento es la pandemia, pero en otros momentos fue el avance tecnológico este que cambió y configuró de otra forma lo que era la educación o como pensábamos la educación.

—¿Tienen planificados otros espacios virtuales?

Beatriz: Nosotros estamos trabajando de una manera horizontal, en la medida que nos vamos agrupando y se va sumando gente nos vamos proponiendo nuevas tareas o nuevas posibilidades de tareas. Estamos muy concentradas en revisar lo que son las trayectorias profesionales de la gente que se va acercando porque sabemos que a partir de nuestra propia tarea, a través de los últimos 35 años más o menos, fuimos abriendo espacios para licenciados y para el profesor en ciencia la educación que antes no existían, o sea en áreas y en lugares donde no éramos solicitados. Salimos de la universidad con la idea de que podíamos dar clase en un instituto o en la misma universidad y no podíamos visualizar otros campos. De todas maneras sabemos que hay muchas experiencias de trabajar en la administración pública, en áreas de salud, en la misma educación a distancia, que hace 35 años era una cosa muy alternativa para la educación formal. Entonces a partir de nuestras experiencias lo que queremos hacer como asociación es poder ampliar o enriquecer el campo profesional y poder ver de qué manera nuestro perfil, el que ahora se está formando ya con un sesgo tecnológico diferente, puede incorporarse en distintos ámbitos que hasta ahora no lo hemos hecho.

—¿Cómo ves a la educación atravesada por el aislamiento y la pandemia? ¿Qué se le puede reclamar a los distintos organismos estatales?

Virginia:  Creo que tenemos por delante un desafío enorme en relación con todo lo que es la educación y el sistema educativo, me parece que esto de la pandemia más allá de ponernos en crisis me parece que nos está dando también una oportunidad enorme, en todos los niveles educativos. Creo que nosotras como profesionales del campo tenemos esta posibilidad de acompañar estos procesos. Ahora con respecto a lo que se puede reclamar o pedir  a nivel política educativa, creo que algo que es definitorio tiene que ver con el tema del acceso a la conectividad y a los dispositivos tecnológicos. Ese es uno de los planteos más potentes que se tienen que hacer las autoridades de los gobiernos para dar respuestas.

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